DONDE PASARON GRANDES CATEGORÍAS
La República Argentina es el único país que tuvo de forma oficial y con validez puntuable a todas las categorías más relevantes del deporte motor a nivel internacional. Se consideran las estadísticas desde el primer Gran Premio de Fórmula 1 en 1953. Hoy hay otras cuatro citas que aún se mantienen. CORSA te cuenta el repaso de todos los eventos. Son datos para ratificar que esta tierra, una de las más fierreras del mundo, fue sede de lo mejor en lo que respecta al automovilismo y motociclismo mundial.
Ninguna otra nación pudo darse el lujo de recibir en alguna ocasión a la F-1, el Dakar, la IndyCar, Fórmula E y a los mundiales de Motos, Rally (WRC), Autos Sports (hoy WEC), Rally Cross, Superbikes, Turismo (WTCC), Motocross y Enduro. Son doce categorías en total. Hasta se pueden sumar las temporadas internacionales de Fórmula 2 y Formula 3 Europea en las décadas de los sesenta y setenta. También la carrera de la Fórmula 3000 (antesala a la F-1) en Buenos Aires en 1992. Incluso hubo años en los que abundaron las visitas internacionales como en 2015 cuando se realizaron siete competencias: Dakar, Fórmula E, MotoGP, WRC, WTCC, Mundial de Motocross y de Rally Cross.
Francia y Brasil son los países que le siguen a la Argentina en variedad de eventos, con la salvedad de que nunca la IndyCar tuvo una cita gala. Mientras que nuestros vecinos no tuvieron el paso del Dakar en ninguna de las once temporadas sudamericanas.
La mayoría de los presupuestos para solventar estos eventos salieron de las arcas del Estado ya sea de índole nacional o provincial, como el caso de Córdoba con el rally y Santiago del Estero que cubre parte del canon para el MotoGP (la fecha oscila los 6 a 7 millones de dólares). Siempre hubo y habrá patrocinantes privados, pero su aporte es una mínima parte comparando lo que se brinda a nivel gubernamental. Claro que hay excepciones como el último período de la F-1 en nuestro país entre 1995 y 1998 (época de la convertibilidad) donde los sponsors eran privados. Sin embargo la fecha se perdió porque no era rentable para el promotor local. Hoy el costo por año para tener a la Máxima es de 50 millones de dólares en un contrato inicial de cinco temporadas.
Respecto de la F-1, ya había venido con su precuela en la etapa de Grand Prix a fines de la década del cuarenta. Luego, desde 1953, se disputaron 20 Grandes Premios, todos en Buenos Aires. En los años sesenta, ochenta y noventa el escenario porteño a su vez albergó diez fechas puntuables del Continental Circus (MotoGP), que volvió en 2014, pero en Termas de Río Hondo y tiene contrato hasta 2021. En ese momento se habrán cumplido 18 ediciones del Mundial de Motos.
El Autódromo Oscar y Juan Gálvez también fue sede en ocho oportunidades de los 1.000 Kilómetros de Buenos Aires, salvo en 1957 cuando se corrió en la Costanera Norte. Ocho de las nueve las pruebas fueron válidas por el Mundial de Autos Sports o de Resistencia (hoy WEC), que a fines de la década del sesenta comenzó a caracterizarse por los sport prototipos. Es la categoría donde ahora corre el cordobés José María López en el equipo Toyota Gazoo Racing. En junio Pechito buscará ganar por primera vez las 24 Horas de Le Mans y ser el segundo argentino en lograrlo luego de José Froilán González, con Ferrari, en 1954.
El Rally Mundial tiene en la Argentina a uno de sus clásicos. Es la categoría internacional que más corrió aquí. Se trata de una fecha emblemática para el certamen ecuménico que nos visita desde 1980 y a fines de abril realizó su 39ª edición, de las cuales 36 siempre tuvieron su epicentro en Córdoba. Tucumán en 1980 y 1992, y Bariloche (Río Negro) en 1983, fueron las excepciones a la tierra natural de los derrapes. Este año el costo de la fecha habría rondado entre 600.000 a 700.000 euros. Se negocia la continuidad para 2020.
De las once ediciones sudamericanas del Dakar en diez oportunidades la caravana recorrió territorio argentino. Nuestro país fue sede de la partida siete veces; cinco en Buenos Aires (2009/2010/2011/2015/2016), una en Mar del Plata (2012) y otra en Rosario (2014). El paso de los vehículos generó una explosión popular con miles de fanáticos en los diversos recorridos. Por ejemplo, en la partida simbólica de 2009 en el Obelisco hubo 500.000 personas. Ausente en 2019 ya que solo se corrió en Perú, a partir del año próximo la carrera más dura del mundo se volverá a vivir desde muy lejos ya que se correrá en Arabia Saudita. Será como en los viejos tiempos cuando la competición era en África.
En las dos ruedas no hay que olvidar al Mundial de Enduro que disputó tres fechas, en 2012, en La Rioja y 2013 y 2014, en San Juan. Lo propio con el Mundial de Motocross, que retornó al país en 2015 en Villa La Angostura, cuyo circuito fue seleccionado desde ese año como el mejor del calendario, de acuerdo con la votación que se realiza entre pilotos, equipos y la prensa internacional. Sin embargo, por temas presupuestarios, no está confirmado que la localidad neuquina vuelva a ser sede de la carrera que tiene continuidad hasta 2021 en la Argentina.
Pero hubo un hito que destacó a nuestro país y le permite ser único en haber tenido lo mejor de lo mejor. Fue con la presencia de la IndyCar. El 28 de febrero de 1971 se corrieron las Indy 300 en Rafaela. Se constituyó en la primera vez que la categoría salió de los Estados Unidos. Fue aquél verano histórico en el que también hubo en Buenos Aires, Mundial de Resistencia y F-1 (sin puntos). Mientras que la carrera rafaelina fue en el óvalo de 4.624 metros y que es más largo que el propio Indianápolis (4.023 metros), siendo éste la meca de la división de monopostos más importante de Norteamérica. Las gestiones para la competencia comenzaron en las 500 Millas de Indianápolis de 1970 por parte de los dirigentes del club Atlético de Rafaela, ciudad santafesina que este año cumple el centenario de su primera carrera. Hoy se negocia una posible vuelta, pero para competir en el flamante Autódromo El Villicum, en San Juan. Sería para marzo de 2020 y el costo de la carrera rondaría entre 7 y 8 millones de dólares. En el contrato se incluiría la presencia de dos pilotos argentinos.
En tanto que el Campeonato Mundial de Autos de Turismo (WTCC) visitó por primera vez nuestro país en 2013, también en Termas de Río Hondo, donde volvió a ser sede hasta 2017 inclusive. Es donde se coronó tricampeón mundial el propio Pechito López. La categoría que tomó su lugar, el WTCR, es una copa de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), pero aún no tiene rango de campeonato mundial. Tenía pautado correr en 2018 también en el autódromo santiagueño, pero por problemas presupuestarios del promotor local se canceló la fecha.
Otro que corrió aquí es el Mundial de Rally Cross. Fue en San Luis (2014) y en Rosario (2015 y 2016). Es una especialidad con autos parecidos a los de rally, pero que compiten en un trazado cerrado que mezcla una parte en asfalto y otra en tierra. Tiene un sistema de eliminación a medida de que se disputan sus series. Así hasta llegar a la final donde corren los mejores clasificados. Suelen dar grandes espectáculos.
Asimismo la Fórmula E que entre 2015 y 2017 compitió en un circuito callejero de Puerto Madero. El contrato con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) no se renovó por las obras para el Paseo del Bajo. También porque a la Ciudad le costaba 20 millones de pesos montar el escenario. En 2018 hubo un intento para recuperar la fecha, pero entre el canon del evento anual y la logística para el armado de un nuevo trazado en Palermo se orillaban los 4 millones de dólares...
Por último en octubre pasado se concretó la llegada del Mundial del Superbikes en el Autódromo El Villicum, en San Juan, un circuito de primer nivel internacional que hasta tiene aire acondicionado en cada box. Según la organización local su construcción tuvo un presupuesto de 50 millones de dólares (todo del Estado provincial). El evento está asegurado hasta 2020.
Por lo tanto la Argentina, como ningún otro país, se dio el lujo de recibir alguna vez a las mejores categorías y eventos del deporte motor a nivel internacional. Se perdieron muchos y algunos se extrañan más que otros. Tal vez la que más nostalgia genera es la F-1 que ya tiene una ausencia de 21 años y todo parece indicar que seguirá la larga espera.
POR DRIO CORONEL/ CORSA