BOCA -MARADONA Y EL 10 DE ABRIL DEL 81
Hace 39 años, el 10 de abril de 1981, Boca Juniors y River Plate jugaron uno de los clásicos más recordados en la historia del fútbol contemporáneo.
Los condimentos de aquel encuentro justificaban la expectativa que en todo el país generaba. Boca llegaba, dirigido por Silvio Marzolini, como puntero e invicto. Tenía, además, en su equipo a Diego Armando Maradona, todavía fuera del tenebroso mundo en el que luego entraría. Ruggeri, Mouzo, Brindisi, el "Chino" Benítez y Escudero eran parte de aquel equipo xeneize.
Enfrente estaría el rival de toda la vida, dirigido por nada menos que Angel Labruna. River tenía en su equipo titular a cinco campeones del mundo 1978: Fillol, Tarantini, Alonso, Passarella y Kempes, además de Ramón Díaz, J. J. López y Merlo. De allí la explicación de tanto entusiasmo y pasión.
Hace 39 años, el 10 de abril de 1981, Boca Juniors y River Plate jugaron uno de los clásicos más recordados en la historia del fútbol contemporáneo. Los condimentos de aquel encuentro justificaban la expectativa que en todo el país generaba. Boca llegaba, dirigido por Silvio Marzolini, como puntero e invicto.
El partido se jugó de noche, en la Bombonera, dirigido por Arturo Ithurralde. Cancha barrosa, un primer tiempo enredado y varios que golpeaban sin cuidado. Merlo a Brindisi, J. J. López a Córdoba, Krasouski a Kempes y Pernía a Commisso. Incluso, apenas iniciado el partido, Passarella no tuvo en cuenta su amistad con Diego y le propinó un alevoso puntapié.
El primer tiempo fue 0 a 0, en todo. Pero, en el segundo, despertó Maradona y sacó patente de crack Brindisi, para quedarse con el partido, la fiesta y la punta. A los 11 y 16 minutos de la etapa final, el ex hombre de Huracán definió con maestría dos veces. Poco después, a los 22, Maradona hizo la jugada mágica, aquella que dejó a Fillol gateando en el barro con un mínimo amague y cuya concreción en gol evitó la posterior estirada de Tarantini.
FUENTE : LA NUEVA
Hace 39 años, el 10 de abril de 1981, Boca Juniors y River Plate jugaron uno de los clásicos más recordados en la historia del fútbol contemporáneo.
Los condimentos de aquel encuentro justificaban la expectativa que en todo el país generaba. Boca llegaba, dirigido por Silvio Marzolini, como puntero e invicto. Tenía, además, en su equipo a Diego Armando Maradona, todavía fuera del tenebroso mundo en el que luego entraría. Ruggeri, Mouzo, Brindisi, el "Chino" Benítez y Escudero eran parte de aquel equipo xeneize.
Enfrente estaría el rival de toda la vida, dirigido por nada menos que Angel Labruna. River tenía en su equipo titular a cinco campeones del mundo 1978: Fillol, Tarantini, Alonso, Passarella y Kempes, además de Ramón Díaz, J. J. López y Merlo. De allí la explicación de tanto entusiasmo y pasión.
Hace 39 años, el 10 de abril de 1981, Boca Juniors y River Plate jugaron uno de los clásicos más recordados en la historia del fútbol contemporáneo. Los condimentos de aquel encuentro justificaban la expectativa que en todo el país generaba. Boca llegaba, dirigido por Silvio Marzolini, como puntero e invicto.
El partido se jugó de noche, en la Bombonera, dirigido por Arturo Ithurralde. Cancha barrosa, un primer tiempo enredado y varios que golpeaban sin cuidado. Merlo a Brindisi, J. J. López a Córdoba, Krasouski a Kempes y Pernía a Commisso. Incluso, apenas iniciado el partido, Passarella no tuvo en cuenta su amistad con Diego y le propinó un alevoso puntapié.
El primer tiempo fue 0 a 0, en todo. Pero, en el segundo, despertó Maradona y sacó patente de crack Brindisi, para quedarse con el partido, la fiesta y la punta. A los 11 y 16 minutos de la etapa final, el ex hombre de Huracán definió con maestría dos veces. Poco después, a los 22, Maradona hizo la jugada mágica, aquella que dejó a Fillol gateando en el barro con un mínimo amague y cuya concreción en gol evitó la posterior estirada de Tarantini.
FUENTE : LA NUEVA
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