CONOCIENDO A MAX VERSTAPPEN
FUENTE: "TyCSPORTS"
Max Verstappen obtuvo su segundo título de la Fórmula 1 tras obtener el Gran Premio de Japón este domingo a bordo de su Red Bull RB16B. Hasta ahora, ganó 12 carreras en la temporada 2022 luego de que el año pasado cortó con siete años consecutivos de títulos para pilotos de Mercedes, un récord sin precedentes, de los cuales seis de ellos fueron del británico Lewis Hamilton.
Desde los cuatro años, cuando empezó a andar en karting, se construyó la historia del precoz neerlandés, quien desde que debutó en 2015 le apuntó a ser campeón del mundo y lo pudo lograr el año pasado en Yas Marina, la casa del Gran Premio de Abu Dhabi. Pero el camino hasta las puertas de la gloria no fue para nada de rosas.
Nació hace 25 años -el 30 de septiembre del '97- en Hasselt, al este de Bélgica, y lleva el automovilismo en la sangre desde el día cero. Heredó la nacionalidad de los Países Bajos mediante su padre Johannes Franciscus, mucho más conocido como Jos, expiloto de la máxima categoría (107 GPs entre 1994 y 2003, dos podios). En 1997, este se casó con Sophie Kumpen y tuvieron a Max, el primogénito, que respiró F1 desde la cuna. Ambos se divorciaron en 2008 y ella lo denunció por violencia de género, pero no fue la única que lo sufrió.
Jos también fue dueño de un talento precoz que se diluyó pasado el tiempo: en el '93 lo querían muchos equipos de la F1 y arrancó ni más ni menos que en Benneton, que al año siguiente sería campeón del mundo con Michael Schumacher. Después de ser ladero del alemán fue en declive: pasó por Simtek, Footwork, Tyrrell, Stewart, Arrows y Minardi. más allá de dos podios, la imagen más recordada suya fue en llamas en el pitlane del GP de Alemania en 1994, cuando un reguero de nafta y una chispa provocaron un infierno del que salió ileso de milagro.
Tras el retiro en 2003, Verstappen padre prácticamente dejó su carrera para apoyar desde chico el sueño de su hijo Max, no solo con recursos. Lo 'educó' con métodos poco aceptados pero, según ellos mismos -lo dijeron en una nota conjunta-, efectivos. "¡¿Qué estás haciendo?! No manejes así o nos vamos a casa", le gritó adelante de todos los boxes del campeonato mundial de kart después de un golpazo en el casco, antes de se vuelva a subir y lo gane. También lo sacaba de la escuela en pleno invierno para hacerlo probar y hasta lo dejó solo en una estación de servicio tras perder una carrera. Durísimo.
Su madre es menos conocida, pero brilló en el mundo del kart al punto de vencer a pilotos de primer nivel a posteriori como los italianos Jarno Trulli y Giancarlo Fisichella. Christian Horner, la cabeza detrás del equipo RedBull, corrió contra ella en el Mundial Junior del '89 y no dudó en afirmar que "estaba entre los diez mejores pilotos del mundo". Soñaba con llegar a la F1, pero al casarse con Jos prefirió dedicarse a la familia. "Veo que mi hijo está cumpliendo lo que yo quería hacer y me estoy divirtiendo mucho", le dijo al medio F1 Wags.
El vínculo familiar con la competición se extiende todavía más por el lado materno. Su primo Anthony también se destacó en el mundo de las carreras de resistencia (Le Mans, Spa, Daytona...) y la versión europea del NASCAR, su tío abuelo Paul fue campeón nacional de Rallycross y su abuelo, también piloto pero amateur, llegó a presidir el Racing de Genk, un club de fútbol que juega en la Primera División belga. Hasta su hermana menor Victoria Jane -ahora influencer de moda- probó suerte de chica en las cuatro ruedas, pero sin éxito.
De todos ellos, sin dudas el más exitoso es y será Max, con un carácter durísimo forjado a los golpes y retos. Todo lo que necesitó para ganarle de mano a talentosos de su generación como Charles Leclerc y Pierre Gasly. Para ser el debutante y el ganador más joven en 70 años de historia de la categoría. Para afianzarse en un equipo grande y, finalmente, estar a un paso de volver a hacer realidad el sueño de ser campeón del mundo.
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