martes, 24 de marzo de 2020

Y NUNCA MAS SE SUPO DE EL

LA HISTORIA DE "EL TANO" PIOVOSO

Estudiante avanzado de la carrera de Arquitectura (UNLP) y deportista profesional, fue capturado por un grupo de tareas en una oficina de la Galería Williams, en La Plata, en el marco de lo que se llamó el Operativo Escoba. Aquél 6 de diciembre del ´77 fue secuestrado más de un centenar de militantes del Partido Comunista Marxista Leninista (PCML). En esta nota de investigación se reconstruye parte de la historia de militancia de Piovoso, el arquero que llegó a jugar tres partidos en nuestro club.


Galería Williams, La Plata, 6 de diciembre de 1977
En el interior de un edificio blanco y tosco plagado de pequeñas oficinas, hay un estudio de arquitectos en el que cinco jóvenes desarrollan su trabajo como cualquier día normal. Están repartidos por oficinas: por un lado, Patricia, Carlos y Lita; por otro, Antonio y Humberto. Parece ser una jornada más.
De un momento a otro, comienzan a percibir sonidos para nada frecuentes que provienen del exterior: el freno de un auto, seguido de portazos que retumban como tambores. Hasta que se oyen subir pasos apresurados. Los arquitectos se exaltan porque creen que se dirigen hacia ellos. La puerta principal del estudio se abre de golpe.
Cuatro hombres de civil y armados, liderados por un tipo alto, morocho, robusto y de unos cuarenta años aproximadamente, ingresan sin preámbulo.
-Procedimiento de rutina. – sentencia el jefe, seco, a quien se le puede descifrar una cicatriz en la cara.
Lo que era un pacífico lugar de trabajo se transformó, en cuestión de segundos, en una sala de tortura. Patricia y Lita están paradas temblando; a los demás los hacen poner de rodillas y con las manos en la nuca.
-¿Dónde está “Mingo” eh?– preguntan mientras tanto los integrantes del grupo comando que parecen tener un objetivo marcado.
De repente, caen algunos hombres más que traen a la rastra a un pibe pálido, desanimado, de pelo corto y que viste de traje, a quien sientan en una silla. Se llama Otilio. Cierran la puerta y hacen callar a todos. Reina el silencio.
Al rato se abre de nuevo e ingresa “Mingo”; como perros de caza, quienes habían irrumpido en el lugar se lanzan sobre él, y ordenan a las mujeres a darse vuelta y ponerse contra la pared. Lo muelen a palos y “Mingo” apenas puede respirar. Se escucha un entredicho entre él y Otilio.
-¿Dónde estuviste los últimos cuatro días? ¿Por qué no hablas?, ¿no ves que te estás yendo? – le anuncia un matón.
Instantes después, otro avisa que “llegaron los autos”. Al toque cazan a “Mingo” y a Otilio. Antes de irse, el jefe mira al “Tano” y ordena que también lo carguen.
La escena se desarma. Se cierra la puerta.
De Antonio el «Tano” Piovoso y Jorge “Mingo” Martina no quedarán rastros. El cuerpo de Otilio Pascua (uno de los tantos jugadores de La Plata Rugby Club desaparecidos) aparecerá, un año después, a orillas del Río de La Plata. Los tres estuvieron en el Centro Clandestino de Detención La Cacha.
El 6 de diciembre de 1977 se recuerda por el llamado Operativo Escoba, en el que grupos de tareas secuestraron en tan sólo un día a más de un centenar de militantes del Partido Comunista Marxista Leninista (PCML) en todo el país.
***
El caso de Antonio Enrique Piovoso Mengarelli es emblemático: es el único jugador de fútbol que llegó a Primera División y está desaparecido. “El tano” tuvo un efímero paso por la Primera de nuestro club en el Metropolitano del ’73 (fue un arquero que sólo jugó tres partidos en los que ingresó de suplente) y no se sabe prácticamente nada sobre las razones de su desaparición.
Se puede decir que existen dos hipótesis muy poco precisas sobre su secuestro: la primera se basa en que se lo llevaron por no “marcar” a su amigo y compañero de trabajo, Jorge Martina, alias “Mingo”, quien militaba en el Partido Comunista Marxista Leninista (al que también pertenecía Otilio Pascua); la segunda tiene que ver con que lo levantaron por estar en el lugar equivocado, como consecuencia de una “brutalidad” propia de los militares. Estas hipótesis se desprenden de las dos investigaciones periodísticas que abordaron el caso hasta el momento.
Pero analizando los testimonios que figuran en los documentos de los Juicios por la Verdad de La Plata y las fojas de la Causa Judicial n°16.419 – La Cacha, surgen algunas preguntas: ¿por qué no se llevaron a todos los presentes de la Galería Williams si en realidad ninguno marcó a Martina? O ¿basta creer en que lo llevaron simplemente por usar barba y pelo largo como indican algunas versiones?
Si se parte de la base de que Martina y Pascua, militantes del Partido Comunista Marxista Leninista, eran amigos de Piovoso desde sus primeros años en la Facultad de Arquitectura, se puede afirmar que el tano estuvo varios años vinculado al núcleo duro PCML. Más aún, teniendo que Jorge Martina, quien tenía una comprometida militancia política, llegó a ser Presidente del Centro de Estudiantes de la Facultad de Arquitectura, información aportada por su sobrino, Luciano.
Pero hay un dato al que hasta hoy no se le había dado importancia que brindó Humberto Moirano, testigo el día del secuestro en la Galería Williams y también allegado Piovoso, Martina y Pascua, que puede ser clave para reconstruir la identidad del único jugador que llegó a Primera y que aún continúa desaparecido. Humberto declaró que en alguna oportunidad con “el tano” habían “volanteado para una agrupación” (no la menciona), lo que entiende que fue una “breve militancia política”.
Lo llamativo de ese dato es que nunca se le dio relevancia a la acción de “volantear” y tampoco se la relacionó con las causas del secuestro, pero si se tiene en cuenta la investigación de Adrián Celentiano (FHCE –UNLP) sobre el PCML, queda claro que el hecho de volantear para el partido no era menor en los ’70, sino todo lo contrario: “En el movimiento estudiantil de la Universidad Nacional de La Plata se formaron muchos de los activistas del partido. Allí el PCML tuvo presencia en facultades como Humanidades, Ingeniería, Arquitectura y Bellas Artes. Hasta 1977 el partido formó agrupaciones denominadas Grupo de Resistencia Estudiantil (GRE); y distribuyó volantes que denunciaban la represión tanto en las escuelas como en las facultades. 
(…)En general, los volantes de las agrupaciones de base muestran un conocimiento detallado de las situaciones concretas y del estado de ánimo de los trabajadores, los estudiantes y los campesinos. Asimismo los textos demuestran un gran trabajo de recolección de datos, control de la redacción y elaboración práctica para la impresión. Precisamente los esmerados esfuerzos de agit prop (agitación y propaganda) contribuyeron a sumar la mayoría de los integrantes de base del PCML”. Es difícil no pensar que lo habían hecho para dicha organización.
Hay que tener en cuenta que el Partido Comunista Marxista Leninista, en los’ 70, tuvo una fuerte influencia cubana y derivó del Partido Comunista, con el que sus militantes tenían grandes diferencias por no compartir la idea de que en Argentina había utilizar el “foquismo” como estrategia de lucha, sino la inserción en los sindicatos para construir células clandestinas, aprovechando la crisis de las burocracias sindicales. Es decir que fue un partido atravesado por la violencia y la “lucha armada”, características que, aunque no determinaron su actividad política, constituían una amenaza para los militares que arrasaron con la mayoría de sus militantes, principalmente en La Plata.
Teniendo en cuenta esto, es preciso retomar también otra característica sobre el PCML que aporta Celentano en su investigación quien afirma que, entre otras, determinó el final del partido: “Muchos de los militantes tuvieron entre si un trato frecuente en sus lugares de trabajo, lo que fomentó un círculo de amistades que con frecuencia relajó los dispositivos de seguridad del partido. Precisamente, la fragilidad de esos dispositivos motivó las protestas de algunos cuadros apresados en 1975 y de los militantes de base detenidos durante la dictadura”.
¿Acaso no es pertinente pensar que el «Tano” Piovoso estaba marcado como del PCML razón por la cual no se lo llevaron porque sí?
Una pista en los jardines del bosque
En el marco del día por la Memoria, la Verdad y la Justicia, el Club Gimnasia y Esgrima La Plata realizó (el año pasado), a través de la subsecretaría de Cultura, un homenaje a sus tres deportistas desaparecidos: Antonio Piovoso, Luis Ciancio y Miguel Benancio Sánchez. En el evento estuvieron presentes los familiares.
Según Osvaldo Sagastibelza, quien forma parte de la subsecretaría que promovió las actividades enmarcadas en el mes de la memoria, en un momento los familiares de Piovoso y Ciancio se pusieron a conversar y a intercambiar información sobre “el tano” y Luis. “Después del homenaje los familiares se dieron cuenta que eran amigos entre sí”, afirmó Sagastibelza, quien agregó que al no haber mucha información sobre la vida de ambos, esa historia no está confirmada en ningún documento. Hasta hoy.
Consultado sobre lo que hasta ahora era un rumor, el hermano menor de Luis Ciancio, Gabriel, manifestó que “seguramente se hayan conocido porque mi hermano siempre fue amigo de Otilio Pascua”, con quien “compartió no sólo la secundaria, sino también la militancia”. Es decir, a través de Otilio, es inevitable no creer que el tano y Luis compartían un círculo social, atravesado por el deporte y el PCML.
Cabe destacar que Luis Ciancio fue un estudiante de ingeniería que jugó en las inferiores del Lobo y fue un cuadro político del PCML. Si bien no hay precisiones con respecto al lugar de su secuestro, se sabe que fue un año antes que lo desaparezcan a Piovoso, osea, en diciembre del ’76. Su cuerpo fue identificado por el Equipo de Antropología Forense luego de haber sido hallado entre otros 337 en el cementerio de Avellaneda.
“No es descabellado pensar que Piovoso estaba en alguna lista”, manifestó Gabriel Ciancio, quien aún continúa investigando sobre su hermano y se mostró feliz de haber podido aportar información ya que “para algunos es pasado, pero para mí reconstruir estas historias es siempre presente y una actividad fundamental”.
Vale decir que en un nuevo aniversario para hacer memoria, reclamar justicia y buscar la verdad, Gimnasia y Esgrima de La Plata, a través de la Subcomisión de Cultura, incorporó esta investigación al archivo del club, ubicado en el Estadio Juan Carmelo Zerrillo.
El paso por la Primera División
El “Tano” Piovoso jugó sólo tres partidos en los que ingresó de suplente, y en todos Gimnasia perdió. Vale decir que en los tres encuentros ingresó con el partido empatado y los diarios Clarín y La Capital de Rosario juzgaron que las derrotas desembocaron como consecuencia de sus “endebles respuestas”. El “Tano” Piovoso debutó el 19 de abril del 73 en lo que fue derrota 2 a 1 contra Argentinos en la Paternal (ingresó por Guruciaga), y su segundo partido fue el 24 del mismo mes, en el que el Lobo perdió contra All Boys 3 a 2. El último, que sentenció su final en Primera cuatro días después, fue la derrota 2-3 frente a Rosario Central en el bosque. En estos últimos dos partidos entró por el histórico Hugo Orlando “el loco” Gatti.
Por Pedro Bressa (Gentileza revista La Fragua)

FUENTE: MUNDO TRIPERO 

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