viernes, 14 de febrero de 2020

LA HISTORIA DE UN GRANDE

CRISTIAN LUCCHETTI UN HÉROE DENTRO Y FUERA DE LOS CAMPOS DE JUEGO


Hay quienes se rebelan contra su destino y pelean por alcanzar su sueño. Entre esas personas está Cristian Lucchetti, el hombre más experimentado del plantel conducido por Ricardo Zielinski y uno de los máximos ídolos contemporáneos de Atlético Tucumán junto a Luis Miguel "La Pulga" Rodríguez.





Luego de sus pasos por Banfield, Santos Laguna, Racing y Boca, Laucha llegó al Decano en 2012 y, prácticamente, se quedó a vivir. Con el pasar de los años se hizo gigante bajo los tres palos de 25 de Mayo y Chile, y fue vital en el último crecimiento de este conjunto que hoy está en boca de todo el mundo futbolero.



Con más de 200 partidos con la camiseta de Atlético, un ascenso a Primera, la doble clasificación a la Copa Libertadores, a la Copa Sudamericana, a la final de la Copa Argentina y a tantas otras hazañas de las que formó parte con sus atajadas, no hay dudas de que Cristian es un hombre clave. A tal punto que sus palabras a Clarín derrochan confianza en la antesala del duelo ante Gremio de Porto Alegre, por la ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores.



"Estamos tranquilos, sí, pero al partido con Gremio lo tomamos con mucha seriedad y con mucha responsabilidad; más sabiendo lo trascendental que será este encuentro para el club. Por supuesto que también estamos con toda la ansiedad, sobre todo por las instancias que nos estamos jugando", cuenta el "1". Y agrega: "La verdad es que la ilusión que tenemos en la Copa es muy grande. Ojalá que podamos seguir avanzado; la esperanza siempre está".



No todo es fácil en la vida de Lucchetti. El arquero sufre una diabetes desde hace 15 años y debe inyectarse insulina cuatro o cinco veces al día. El simple acto de sacarse una gota de sangre para medir su nivel de azúcar se ha convertido en algo tan natural para el arquero como respirar.

Según lo que el propio arquero confiesa, su enfermedad terminó por declararse debido a las infiltraciones de corticoides para poder superar lesiones o el evitar jugar con dolor. Este procedimiento aceleró la manifestación de su diabetes. Tenía entonces 25 años. Y en lugar de acabar de su carrera, Lucchetti decidió enfrentarse a este desafío.

"Nunca fue un impedimento, en lo más mínimo. Ni tampoco fue un problema. Cuando me enteré lo tomé como que debía tener un poco más de control en las comidas o tener una vida más ordenada. Hay que tomarlo como que es una enfermedad en la que no funciona el páncreas y que hay alternativas que te permiten hacer una vida normal. Gracias a Dios no hizo que dejara de jugar; es para mí algo normal y cotidiano. Por supuesto hay ciertos controles y precauciones, pero nunca fue un problema", confiesa.

En el fútbol, la mayoría de los jugadores ya están retirados cuando cumplen 40 años. No es el caso de Lucchetti; más bien, todo lo contrario. El arquero viene a ser un estilo de Benjamin Button, el protagonista de aquella historia del hombre que nace con el cuerpo de una persona mayor y a medida que cumple años su cuerpo rejuvenece. Y si bien él niega estar en su mejor momento, afirma que "todavía le queda más para dar".

"Cumplí 40 hace unos meses. No sé si estoy en mi mejor momento pero me he sentido muy bien desde que estoy en el club. Trato de aportar siempre mi granito de arena. Algunos que tenemos más experiencias y años en el fútbol podemos aconsejar un poco a los más chicos y contarles nuestras cosas. Pero no hay un secreto de edad. Sí entrenarte y tener ganas de seguir peleándola; claro, el funcionamiento del equipo y que se den los resultados también es una motivación muy grande".

Ojo, antes de llegar a Atlético, por su cabeza también pasó por decir basta y retirarse. "Venía totalmente desmotivado. No la estaba pasando bien personalmente. Afortunadamente encontré en Atlético un club que me abrió las puertas para seguir. Y hoy estoy totalmente agradecido por todo lo que me dio. Por eso el club es una parte importantísima en mi vida. Más allá de lo que pase, siempre voy a estar agradecido".

Este presente, por suerte, es distinto para el Laucha. “Con Atlético he conseguido muchas cosas gracias a mis compañeros. Entre todos hemos ayudado a construir un sueño que hoy lo estamos viviendo. Espero que no se corte ", cierra el arquero, un luchador como pocos que tiene la ilusión de seguir haciendo historia con este equipo: Atlético, que con sus hazañas ya se ganó el respeto del continente.

POR: JUAN MANUEL ROVIRA AÑO 2018 DIARIO CLARÍN

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