miércoles, 28 de junio de 2023

HISTORIAS QUE VALEN LA PENA CONOCER

¿QUIEN ERA ALDO PROIETO?

FUENTE: "LA NACION"

Con el título “Héroes igual” en la revista El Gráfico abrazó a la selección en el Mundial Italia 1990. Cuatro años después, clavó un puñal con la famosa tapa negra y la palabra “¡vergüenza!”, cuando la Argentina perdió por 5-0 ante Colombia, en el Monumental, en las eliminatorias para la Copa del Mundo Estados Unidos 1994. Así impactaba en el ámbito deportivo lo que surgía de la mente de Aldo Proietto, periodista que falleció este martes a los 78 años, a priori como consecuencia de una grave enfermedad.




Proietto inició su trayectoria laboral en Crónica en 1964 y luego se desempeñó en las revistas 7 DíasPanorama y Goles. Desde Tiempo Argentino arribó en 1983 a El Gráfico, de la mano de Ernesto Cherquis Bialo, por entonces director, y de Constancio Vigil, uno de los propietarios de Editorial Atlántida. En el emblemático edificio de Azopardo 509, fue parte de la historia del prestigioso semanario y también de su derrumbe, al no descubrir la fórmula para competir entre los medios gráficos con el diario Olé, mientras los programas deportivos en la televisión empezaban a eclipsar a las publicaciones escritas en el rubro.

Nació el 2 de febrero de 1945, y además de desempeñarse en los medios escritos trabajó en radio –De Una con Niembro, que compartió con Fernando Niembro–, y en televisión, en los canales Telefé, CVN y Fox Sports. Polémico y mordaz, provocador y encendido en los debates, incorporó el show a sus irrupciones una vez que dejó la dirección de El Gráfico, cuando la revista quedó bajo el paraguas de la empresa Torneos y Competencias, tras el Mundial Francia 1998. Las elecciones de los temas de la tapa y los enfoques de los artículos eran materia de discusiones cuando Proietto tenía las riendas del semanario. Osvaldo Orcasitas, Natalio Gorín, Daniel Arcucci, Adrián Maladesky, Luis Hernández eran los periodistas que lidiaban con los arrebatos de Proietto, en su afán de imponer ideas que podían oscilar entre la genialidad, el cinismo y la locura.

La ironía y ser punzante le generaron tanto prestigio como popularidad. También, encontronazos con deportistas y colegas. En sus raptos de furia, en particularidad cuando su idea no penetraba en sus interlocutores, aparecía el costado actoral y de frases que desataban algunas sonrisas en medio del caos y la tensión de un cierre.

La controversia fue una compañía habitual en la carrera de Proietto. Uno de los episodios más polémicos se dio cuando El Gráfico incluyó en una porción significativa de una tapa revelaciones sobre la detención a Diego Maradona por consumo de estupefacientes en un departamento del barrio Caballito en 1991. El entonces futbolista demandó a la revista por 1.000.000 de dólares mediante el abogado Daniel Bolotnicoff, y finalmente obtuvo 90.000, ya representado por Mariano Cúneo Libarona. Al tiempo, el director del semanario admitió su responsabilidad en la decisión, en el programa El equipo de primera, al que acudió el propio Maradona, y años más tarde, en otro envío televisivo, declaró: “Creo que Diego tenía razón. Fue un gravísimo error mío. Me arrepiento de haber hecho esa tapa. No correspondía; era un hecho de la vida privada. Era la época de las valijas de Amira Yoma. Había como una orden... «Hagan pelota a Maradona. Así distraemos». Lo que hice pésimo fue admitirlo. Pero uno tiene que vivir, y vivir es dar concesiones. Y con los años dije: «¿Por qué no me fui?» De qué vivía... Pero no me gustó nada esa tapa”.

Luego de sus años de trabajo en la gráfica, su figura se volvió más popular cuando compartió programas televisivos sobre discusiones de fútbol, principalmente en el canal Fox Sports. Se caracterizaba por sostener con firmeza opiniones tajantes y controvertidas, aunque también podía asociarse a un ambiente jocoso que lo tuviera como víctima de bromas.

Mucho antes, motivó algunos escraches su tarea en el Ente Autárquico Mundial, organizador de la Copa del Mundo Argentina 1978. “Fui el jefe de información oficial deportiva”, siempre decía Proietto, que llegó al cargo después de abandonar la dirección de la revista Goles (1974-1978). Desde las páginas de ese semanario, que compitió con El Gráfico, escribió artículos favorables a quienes estuvieron a cargo de la organización del torneo en la época del último gobierno militar. “Quien esté contra el Mundial será un enemigo del país”, fue uno de los editoriales más encendidos. “No me llena de orgullo y algunos dirán que tenía que saber lo que ocurría. Pero no sabía. Siempre dije que era conocido, nunca amigo, del vicealmirante Lacoste”, advirtió, aludiendo a Carlos Alberto Lacoste, responsable de la organización del certamen y vicepresidente de FIFA. “Yo trabajé porque me habían echado de Goles y tenía cinco chicos que mantener. No me arrepiento, porque estoy tranquilo con mi conciencia. Sí, triste por lo que vivió el país. Y cuando se supo todo lo que pasó, dije «qué hijos de p... estos tipos»”, señaló una década atrás, en una entrevista con Olé.

Además de su tarea estrictamente periodística, desempeñó un cargo directivo en el consejo editorial de Editorial Atlántida, dueña de El Gráfico. Hace unos años había superado un cáncer de próstata, y actualmente estaba desempeñándose en Radio 770, en el programa Cuatro de copas. Casi un mes atrás, el 29 de mayo, fue distinguido por el Círculo de Periodistas Deportivos con uno de los premios Fioravanti, en distinción a su carrera laboral. También lo fue ese día Juan Marcio “Tano” Fazzini, especialista en fútbol y automovilismo.

La noticia del fallecimiento trascendió a partir de un tuit de Jorge Rizzo, un hincha de Independiente que tuvo notoriedad por haberse desempeñado como presidente del Colegio Público de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires entre 2006 y 2022. “Genio del cinismo y la ironía”, lo caracterizó Rizzo, que a la vez lo consideró “maestro”.

Simpatizante de San Lorenzo, Proietto fue distinguido con el premio Konex en Gráfica Periodística en 1997.

martes, 27 de junio de 2023

CUANDO A DIEGO ARMANDO MARADONA LE CORTARON LAS PIERNAS

FUE UN 27 DE JUNIO DE 1994 

FUENTE: "TyC SPORTS":

Este 27 de junio se cumplen 29 años del día que le cortaron las piernas a Diego Maradona. El líder de la Selección Argentina en el Mundial de Estados Unidos 1994 dio positivo en un control antidoping y debió ser apartado del plantel. A casi tres décadas de aquel suceso, el entonces representante del Pelusa, Daniel Bolotnicoff, realizó explosivas revelaciones.




En nuestras retinas se encuentra la imagen de Maradona saliendo del campo de juego tras vencer a Nigeria de la mano de una enfermera, quien lo llevó al control antidopaje. Días después, se confirmó el positivo y, tiempo más tarde, todo saltó: accidentalmente, Diego consumió efedrina producto de una equivocación.

Daniel Cerrini, personal trainer que lo había acompañado hasta La Pampa en su puesta a punto para el Mundial, compró mal unas pastillas de venta libre para adelgazar que tenían efedrina, componente ilegal en el fútbol. Maradona juró por Dalma y Giannina que no se había drogado y desconfió de la FIFA, Havelange y Blatter, pero ya era tarde.

En diálogo con Infobae, Daniel Bolotnicoff recordó aquel histórico y negativo momento para el fútbol argentino que le tocó presenciar. Según sus declaraciones, en la contraprueba del control antidoping en Los Ángeles, "sólo nosotros respaldábamos a Diego, porque la AFA estaba alineada con la FIFA", sentenció.

A Los Ángeles viajaron cuatro representantes de la AFA: Bolotnicoff, Roberto Peidró (segundo médico del plantel), Santiago Agricol de Bianchetti (abogado de la AFA) y David Pintado (dirigente de River). El agente de Diego intentó "trazar una estrategia sobre qué hacer o qué dejar de hacer", pero no pudieron ya que el camino a LA fue directo a la contraprueba, "sin la posibilidad de hablar y sin un plan de la AFA ni nada", aseguró.

Al llegar, "en el momento de la contraprueba había un cartelito en el frasco. No parecía una irregularidad, no es que estaba adulterado, pero ese cartelito no debía estar allí. Entonces nosotros pedimos un cuarto intermedio y pensábamos mantenerlo para que fuera largo para después poder anular todo el procedimiento. Fuimos a una habitación y a los veinte minutos nos dijeron 'vengan, no se acepta el cuarto intermedio, y esto se va a resolver ahora'", recordó Bolotnicoff. Y hay más.

Volvieron a Dallas para intentar pelear una anulación de la prueba producto de ese escrito en el frasco que no debía estar allí. "Me voy a verlo a Grondona y le pido el acta de suspensión de Diego para apelarla, para meter un recurso, y ahí Grondona me dice que no, que no hay ninguna suspensión. '¿Cómo que no hay ninguna suspensión?', le pregunté, y me dijo 'no, yo lo retiré del equipo'", para que Argentina no fuera sancionada. Pero, "como dijo Diego, nos cortaron las piernas a todos, porque no podíamos hacer nada", detalló Daniel en diálogo con Infobae.

Por otro lado, Bolotnicoff destacó la nula colaboración de Pintado, algo que apoya las anteriores declaraciones de Peidró, el segundo médico del plantel, sobre que Pintado se alejó para hablar con Grondona para explicarle lo que pasaba y, al regreso, cambió su actitud de querer impedir la sanción. "La AFA se alineó a la oficialidad, para decirlo con claridad. Era la AFA, la FIFA, y nosotros, tratando de defender al jugador. Terminó, evidentemente, negociando con la FIFA de que si no había discusión y lo retiraba a Diego, no pasaba nada. Evidentemente, negoció eso", cerró Daniel.


lunes, 26 de junio de 2023

HISTORIAS QUE VALEN LA PENA CONOCER

 JAGUARE EL PRIMER PORTERO DEL  FC BARCELONA 

FUENTE: "KODRO MAGAZZINE ":

Jaguaré Bezerra de Vasconcelos se convirtió el verano de 1931 en el primer portero sudamericano del FC Barcelona, procedente del Vasco da Gama, aunque nunca llegó a debutar en partido oficial. Un jugador que abrió una curiosa lista de jugadores brasileños que han formado parte de la disciplina del FC Barcelona aunque nunca llegaron a debutar en partido oficial, como también fueron los casos de Dos Santos, Cleo, Henrique o Keirrison.




El presidente Gaspar Rosés, en su tercera etapa en el cargo, se había propuesto en 1930 como objetivo la renovación de la plantilla y la rebaja de los salarios debido a la grave crisis de afluencia de público en los estadios. Para reforzar la economía y la popularidad del club, organizó multitud de partidos amistosos en Les Corts, y decidió incorporar estrellas internacionales para hacerlos más interesantes a ojos del poco público local. No hay que olvidar que en aquella época los extranjeros no podían jugar partidos oficiales debido a la reglamentación de la época.

Así llegaron los primeros brasileños de la historia del FC Barcelona: Jaguaré, que se había exhibido días antes con el Vasco en Les Corts en dos amistosos, y Dos Santos (apodado la ‘Maravilla Negra’). Fuera quedó el tercero que pretendía el FC Barcelona, Fernando.

Jaguaré era excéntrico y malabarista, solía irritar a los rivales con acciones que denotaban superioridad, como parar con una sola mano o hacer rebotar el balón en la cabeza del delantero para volver a recuperarlo… Después de cursar su nacionalización española se intentó inscribirlo para poder disputar la liga, pero la normativa de la Federación requería un mínimo de tres años de residencia en el país.

Así que finalmente tan solo se alineó en 18 partidos amistosos, todos en 1931, y regresó a su país para jugar en el Corinthians (1934-35), pero volvió a Europa: Sporting de Portugal (1935-36), Marsella (1936-39) y Académico Porto (1939-40), su cuarta y última escala en Europa.


domingo, 25 de junio de 2023

LA HISTORIA DEL "ABRAZO DEL ALMA"

FUE UN 25 DE JUNIO DE 1978

FUENTE: "INFOABE"

Toqué el cielo, amigo. Te puedo asegurar que gracias al fútbol toqué el cielo con las manos”...




Víctor suelta la frase y las palabras quedan rebotando en el living de la sencilla casa de San Francisco Solano, después se genera un silencio profundo, de esos que se escuchan. Nadie puede tocar el cielo, pero él no puede tocar nada con las manos porque desde los 12 años no tiene brazos. Entonces, la frase tantas veces dicha por muchos, en su boca alcanza otra dimensión y se llena de una carga emotiva que conmueve. El fútbol fue el salvavidas al que se agarró con el alma Víctor Nicolás Dell’ Aquila para salir a flote de una situación que parece imposible superar.

Pasadas las 11 de la mañana del 8 de setiembre de 1967, a la espera de que sus amigos salieran de la escuela para ir a jugar un picado, al pequeño Víctor (tres días antes había cumplido 12 años) se le ocurrió la muy mala idea de subirse a una torre de alta tensión. No era la primera vez que lo hacía, le gustaba la altura y también le encantaba ver cómo bajaban los aviones para aterrizar en el aeropuerto de Ezeiza, allá, a unos 50 kilómetros de su barrio.

Pero en un momento perdí el equilibrio, y con la mano derecha agarré el cable… Yo no sabía que tenía electricidad, y al sentir la corriente, con la mano izquierda me agarré la muñeca derecha para intentar zafarmeLa descarga me carbonizó los dos brazos y me empujó al vacío: caí de espaldas de casi 15 metros de altura. Nadie se explica cómo sobreviví a eso”, cuenta hoy, a los 64 años, y tras haber construido una vida que lo enorgullece.

Poco antes de las seis de la tarde del 25 de junio de 1978, la selección argentina le hizo el tercer gol a Holanda y quedó a nada de consagrarse campeona mundial. A Víctor, por ese entonces de 22 años, se le nubló la vista de la emoción, la gloria estaba ahí nomás, y tomó una muy buena decisión: saltó a la cancha.

“Estaba en la platea que da sobre Figueroa Alcorta, En esa época era un pendejo, pesaba 50 kilos y tenía un buen estado. Cuando vi que el referí levantó la mano, pasé los pies por el alambre, flexioné y ¡tac! Caí paradito. Pero seguían jugando, el italiano (Sergio) Gonella en realidad había adicionado un par de minutos. Entonces caminé despacito y me puse al lado del palo del Pato Fillol. Y cuando el juez sí dio el pitazo final salí corriendo en busca de alguien a quien abrazar. En un momento, vi que Tarantini se arrodilló como rezando, Fillol hizo lo mismo y se abrazaron. Y ahí me mandé”, recuerda compenetrado, como si lo estuviera viviendo. “Llegué corriendo, me frené delante de ellos y las mangas de mi buzo se fueron para adelante, como si los fuera a abrazar”, completa el relato con emoción.

Ricardo Alfieri, prestigioso fotógrafo de la revista El Gráfico, logró captar con su cámara ese momento sublime. Un par de días después el talentoso periodista Ernesto Cherquis Bialo le puso el título que la ayudó a convertirse en la mejor foto del Mundial ’78 y en una imagen histórica del deporte argentino: El abrazo del alma”.

La imagen, que ganó concursos en el país y en el exterior, decora una de las paredes de la casa que Víctor comparte con su esposa Gilda en el partido de Quilmes. “Con todo cariño le dedico a Víctor mi mejor foto del Mundial 78. Ricardo Alfieri”, dice la dedicatoria del fotógrafo que murió en 1994. Esa escena marcó la vida de ambos para siempre.

En la madrugada del 9 de setiembre de 1967 al pequeño Víctor le tuvieron que amputar los dos brazos. Era eso o la muerte. Así se lo plantearon a su mamá. “A mi vieja le dijeron si me quería vivo había que hacerlo. Y ella dijo que sí, por más que sea un pedazo de carne, es mi hijo. Y quiero que viva. Nosotros lo vamos a ayudar, le contestó, textual, a los médicos”, recuerda.

A la amputación de los miembros superiores había que sumarle graves consecuencias en las piernas. Por esas horas, había pocas posibilidades de que volviera a caminar. Ocho días después de haber sido fulminado por la descarga eléctrica, Víctor se despertó en la sala de terapia intensiva del Hospital de Quilmes. “No podía entender qué me había pasado. Entonces, le pregunté al médico: ¿para qué me deja vivir? Y él me respondió: ‘Vos le tenés que devolver la vida a tu vieja'. Entendí entonces que tenía que vivir, que lo tenía que superar. Esa fue la mejor ayuda psicológica que me podían dar”, asegura.

Tuve que aprender a vivir de nuevo”, cuenta Víctor para resumir el desafío que tuvo que enfrentar siendo un chiquilín. Pero había algo que quería mantener de su antigua vida: el fútbol. A la pelota se juega con los pies, y el demostraría con el paso del tiempo que sin brazos se puede ser un buen jugador. Aunque antes de llegar a esa etapa tuvo que superar una larga y compleja rehabilitación de sus miembros inferiores.

Durante todo 1968, Víctor estuvo internado de lunes a viernes en el Servicio Nacional de Rehabilitación, donde hoy funciona el INCUCAI, en el Bajo Belgrano. Algo que lo mantenía con la guardia anímica alta en esa etapa era que el equipo profesional de River usaba las instalaciones del centro para entrenarse. “En esa época River no tenía la cancha auxiliar junto al Monumental, entonces iban a practicar ahí que les quedaba cerca”, recuerda el protagonista del Abrazo del alma.

Así fue que Víctor, fanático de Boca desde la cuna, construyó una relación de amistad con varios integrantes del plantel Millonario, entre ellos Pinino Más y el Negro Jota Jota López.

En el verano de 1969, Víctor completó la rehabilitación, volvió a su casa y a la escuela. Por las tardes se prendía en los picados del barrio y le pintaba la cara a más de uno. Su habilidad para jugar al fútbol a pesar de no tener brazos generaba admiración. Un sábado por la mañana, participando de un torneo barrial para Unión Vecinal, deslumbró a José De Negri, un uruguayo que dirigía a Sportivo Victoria de Montevideo, club que había sido invitado a la competencia.

“El uruguayo se me acercó, me felicitó por lo bien que jugaba, y me preguntó de qué equipo era. De Boca, le dije. Me preguntó entonces si quería ir a la cancha. Y después de pedirle permiso a mi papá -yo tenía 14 años-, al otro día me llevó a La Bombonera a ver Boca - Huracán. Fuimos a la platea, y al lado mío se sentó Oscar Ringo Bonavena, el boxeador que era fanático del Globo”, cuenta Víctor.

La experiencia lo maravilló y comenzó con la rutina que lo amigó definitivamente con su nueva vida. “Empecé a ir a la cancha a ver a Boca todos los domingos, y cuando jugaba de visitante en algún lugar que me quedaba muy lejos, me iba a ver a Racing o a Independiente, porque en tren llegaba enseguida a Avellaneda”, explica.

Con el paso de los partidos, Víctor fue subiendo la apuesta, ya no se conformaba con estar en la tribuna, quería acercarse más a los jugadores, poder pedir alguna camiseta, saber qué se sentía pisar el pasto. Entonces empezó a entrar a la cancha. Con una habilidad extraordinaria, el pibe saltaba los casi dos metros que medían los viejos fosos que separaban a los hinchas del césped. De tanto ir a ver a Racing me hice amigo del Mono Rubén Guibaudo, el arquero suplente, que después me hacía entrar por el vestuario y me dejaba estar al lado del banco. Es más, hasta le pateaba en las entradas en calor. Eran otras épocas”, dice.

El domingo 22 de noviembre de 1970, Racing recibió a un River plagado de juveniles con un par de experimentados como sustento. Entre ellos, el Negro Juan José López, que pese a su juventud, ya tenía una rica trayectoria. Como era habitual, Víctor fue al vestuario y gracias a la gestión de Guibaudo, se paró al lado del banco de suplentes.

A los 11 minutos del segundo tiempo, el debutante Eduardo Anzarda convirtió el primero de los dos goles que hizo para darle el triunfo a River. “Cuando vi que la pelota tocaba la red salí corriendo sin saber qué hacer, se me puso la vista en blanco, hasta que me paró Jota Jota López para abrazarme”, recuerda el Chavo Anzarda sobre su primera vez en la red. A unos 30 metros de la acción, a Víctor también lo invadió la emoción y tuvo un impulso muy parecido al que lo llevó a entrar en la final con Holanda. Y salió disparado del banco a buscar a los futbolistas de River. No conocía a Anzarda, pero se puso feliz por el Negro López. “Me salió de adentro, lo quise ir a saludar. En ese momento no me importó ser de Boca, con el Negro tenía muy buena onda, lo conocía bastante de la época de mi rehabilitación y fui corriendo para donde estaba él festejando el gol. ¡Grande Negro!, le dije”, relata Víctor sobre aquella celebración que tenía como motor el agradecimiento a alguien que lo había ayudado a atravesar días muy oscuros.

Si algo le faltaba a la escena para meterse en la historia del fútbol argentino era la cámara de Ricardo Alfieri… En un verdadero presagio, tal como que ocurriría ocho años después en la cancha de River, el fotógrafo de El Gráfico captó el momento. “Es increíble... Podría decirse que ése fue el otro Abrazo del alma”, indica Víctor con toda la razón.

La presencia de Víctor en la foto del festejo de River pasó inadvertida, incluso hasta un par de años después de la célebre imagen junto a Fillol Tarantini. Fue un redactor de El Gráfico que la encontró en el archivo y la asoció con la del festejo mundialista. Alfieri no la recordaba. Tras el hallazgo, la revista publicó una nota en su edición del 5 de agosto de 1980 titulada “La foto que nació dos veces”. Hoy la imagen del Negro López, Anzarda y Víctor comparte el living del matrimonio Dell’Aquila.

“Uno está tocado por la varita mágica. Yo lo siento así”, explica Víctor al mirar hacia atrás y repasar sus casi seis décadas y media. “El fútbol me ayudó para escapar del problema. Yo no caí en la droga ni en la bebida, pero siempre tenía que jugar al fútbol y los fines de semana ir a la cancha”, agrega este quilmeño que aprendió a vivir con su discapacidad y hace cosas que resulta difícil imaginarlas en una persona que no tiene brazos. Porque a esa falta la suplió con una técnica en la que combina la cabeza, los hombros y los pies y así pudo estudiar dibujo, ser campeón de pool, jugar al ping pong, manejar una camioneta de reparto de verduras de la década del ’70 y, obvio, jugar al fútbol.

“Mi familia me dio educación, me alimentó, me vistió, me formó, me inculcó valores, y el fútbol me devolvió la vida en otro sentido: me llenó de satisfacciones. Entrar a la cancha para pedir una foto, una camiseta, un autógrafo, para mí era muy especial porque los jugadores me hacían sentir uno más. Y pude tener una linda amistad con muchos”, comenta.

Camisetas de varios clubes firmadas por sus dueños y fotos con ídolos de todos los tiempos de Boca, como la que se sacó con Diego Maradona, conviven en la casita de Solano. En ésa que heredó de su viejo y donde crió a Mariano y a Víctor, los dos hijos que tuvo con su querida Gilda. El disfrute de la cancha también era el premio por haber trabajo toda la semana. Porque Víctor hizo de todo, tuvo verdulería, fue empleado en una empresa de colectivos y vendedor de lo que fuera. Con el ingreso de su laburo más una flaca pensión que cobra desde mediados de los ’90, Víctor se las rebusca para tener un presente digno.

Hace seis años, la foto junto a Fillol Tarantini, le dio otra satisfacción. A partir de esa imagen, Coca Cola hizo una gran campaña publicitaria previa al mundial de Brasil. Además de reencontrarse con los otros dos protagonistas de la imagen, Víctor fue invitado a la Copa del Mundo. “Fue un sueño cumplido. Siempre dije que me faltaba ir a un mundial. Y lo conseguí”, dice.

Esa frase fue la última de una charla sin desperdicio. Ahora cualquiera puede entender aquel “toqué el cielo con la manos” del inicio. La vida de Víctor está llena de hechos que parecen imposibles.

“La verdad es que yo no recordaba la existencia de la foto de Jota Jota López y el Chavo Anzarda con Víctor. Un muy buen trabajo periodístico de El Gráfico, un gran hallazgo”, se sincera Ricardo Alfieri (hijo). “Pero sí, ¡se trata del primer Abrazo del alma!”, agrega con sorpresa una vez que -en plena conversación vía celular- recibe en su mail la imagen en cuestión. Amable y bien predispuesto, Ricardo acepta repasar cómo fue el momento en que su padre captó la imagen que fuera consagrada como la mejor foto del Mundial 78. “Mi papá ya estaba jubilado, tenía entonces 66 años y no podía salir corriendo a la par de sus colegas más jóvenes al medio de la cancha a fotografiar los festejos. Tenía que encontrar otra cosa y así la vio (por la foto): el Pato Fillol y el Conejo Tarantini, arrodillados, abrazados y un joven sin brazos que llega para festejar cerca del área”, describe.

Después, sacó otras fotos y ni siquiera él mismo se acordó de ésa a la hora de elegir las tomas para la edición del día siguiente. A los pocos días, la rescató, se publicó, y luego llegó a ganar el primer premio de un concurso que había organizado Canon. Y se convirtió en un símbolo”, agrega. Al margen de la enorme satisfacción profesional que le generó la imagen a don Ricardo, también logró que se gestara un vínculo de amistad con Víctor Dell´Aquila. “Con papá sabíamos que Víctor siempre iba a ver a Boca y que entraba a la cancha, así que un domingo lo buscamos y le dijimos que pasara por casa a buscar la foto”, cuenta.

“A partir de ese momento, varias veces en el año, siempre en día domingo, Víctor se aparecía por la casa de papá a charlar. Hicimos una muy linda amistad con él, es un chico muy entrador y amigable”, asegura. Volviendo sobre El abrazo del alma, Ricardo explica que “se trata de una foto que año tras año toma más fuerza, tiene una vigencia increíble. Y eso es un orgullo para los Alfieri”.

El Chavo Anzarda se enteró de que había protagonizado una versión inédita de El abrazo del alma 35 años después. Fue ya viviendo en Tres Arroyos y gracias a Miguel Alarcón. El Pato guarda en su casa una abultada colección de revistas El Gráfico, y en una oportunidad, revisando viejos ejemplares se encontró con el número del 5 de agosto de 1980. En una de sus páginas aparecen las dos fotos tomadas por Ricardo Alfieri en las que participa Víctor Dell’Aquila.



sábado, 24 de junio de 2023

HISTORIAS DEL DEPORTE QUE VALEN LA PENA RECORDAR

CUANDO CARLES PUYOL JUGO EN EL CF POBLA DE SEGUR

FUENTE: "KODRO MAGAZINE":

El campeón del mundo Carles Puyol no debutó con el FC Barcelona en categoría senior, sino que lo hizo en 1995 con el CF Pobla de Segur, el equipo de su pueblo natal, jugando en los duros campos de tierra de la Primera Regional Catalana (sexto nivel de España por aquel entonces). Con tan solo 17 años, y de la mano del técnico Jordi Mauri, compartía alineación junto a su hermano, Josep Xavier «Putxi» y hasta consiguió el ascenso a Preferente.




La historia del Club de Fútbol Pobla de Segur es la de un club humilde, es el equipo de la segunda ciudad más grande del Pallars Jussà, fundado en 1919 por un grupo de jóvenes inquietos y ambiciosos, pero conscientes del reto de sacar adelante una asociación deportiva dotada con pocos recursos. Poco imaginaban que, un siglo después, el equipo seguiría manteniendo vivo un espíritu irreductible y la ilusión de un pueblo de poco más de tres mil habitantes. Actualmente, aún mantiene intacto el espíritu combativo por los campos de Tercera Catalana.

Sus colores: camiseta blanquirroja, por su antigua condición de «Club Athletic», y los pantalones azules son los rasgos distintivos del Pobla. Su campo merece una mención aparte, ya que es de los pocos en Cataluña que todavía es de tierra. Un defecto, sin embargo, que se convierte en ventaja para el equipo local, acostumbrado a jugar sobre la tierra dura, áspera, y donde seguro se sale con alguna rascada. Un lugar inhóspito para los rivales, que aparte del campo, también tienen que hacer frente a una afición combativa, siempre entregada y a veces incluso feroz.

Sin embargo, el rasgo que seguramente ha hecho célebre el CF Pobla de Segur es el de haber sido el equipo donde aprendió a jugar uno de los mejores defensas que ha tenido nunca el FC Barcelona: Carles Puyol. «Litos», como la llaman en el pueblo, creció y maduró como jugador vistiendo de blanquirrojo. Tal como recuerdan muchos de sus compañeros de entonces, el exjugador del Barça era un jugador polivalente, podía jugar en cualquier posición, y de hecho, su lugar natural era en la delantera. Puyol vistió la camiseta del Pobla primero en su juvenil, y posteriormente en su primer equipo.

Jordi Mauri, su descubridor, tenía contactos con el Real Zaragoza y consiguió una prueba para Puyol. «¿Cuándo empezamos?», le dijo el jugador cuando le propuso un plan específico de preparación. Durante meses, cada día a las 7.30 el técnico lo preparaba a conciencia. «Nunca conseguí llegar antes al entrenamiento que él. Tenía una ilusión tremenda, cuando lo normal es tener que pedir más, a él lo tenías que frenar», revela Mauri. Subía rampas, arrastraba palets por el campo de fútbol, reforzaba la musculatura, corrían por el bosque con Zeus, el pastor alemán del entrenador. Como carecían de pelotas medicinales, Mauri rellenó un par de medias de futbolista con 10 kilos de arena para realizar algunos ejercicios. «Cuando llamó el Zaragoza, ya estaba probando en la Masia, y se fue sin pensárselo». «Si me echan será por malo, pero no por gandul», le aseguró Puyol al entrenador.

A pesar de la ausencia de Carles Puyol, el club consiguió firmar una de las épocas más gloriosas de su historia: el ascenso a Preferente, lo que hoy llamamos Primera Catalana. Fue durante la temporada 2002-2003 y, paradójicamente, el jugador estrella de aquel equipo fue el hermano mayor del excapitán azulgrana, Josep «Putxi» Puyol. También jugaba Javi Pérez, mejor amigo de Carles Puyol. El equipo, pues, se proclamó campeón de Primera Territorial (Segunda Catalana), consiguiendo los mejores registros históricos: 74 puntos en 34 partidos, 23 victorias y solamente 6 derrotas, con el añadido de 91 goles a favor y únicamente 41 en contra.

Una temporada memorable para el club y para el pueblo, que todavía recuerda aquellos partidos que conseguían llenar el campo hasta la bandera. El equipo, además, contaba con el apoyo de una afición volcada y organizada en la Peña Bombonera, una grada de animación creada apenas un año antes y formada por los jóvenes del pueblo. Un grupo ruidoso, equipado con bombos, tambores y engalanados con camisetas, bufandas y banderas blanquirrojas, que siempre recibía al rival con una célebre pancarta que rezaba (y aún reza) «Benvinguts a l’infern (bienvenidos al infierno)». Incluso editaron un disco con los cánticos que entonaban en cada partido, y donde también hay una canción dedicada a Puyol, cuando todavía llevaba el número 24 en la camiseta del Barça y daba sus primeros pasos como futuro jugador imprescindible del equipo.

Pero todo lo que sube acaba bajando, y en el caso del Pobla, esta norma no fue una excepción. La temporada siguiente, el club, ante el reto de tener que jugar con equipos mucho más profesionales y tener que hacer desplazamientos largos (incluso en Barcelona), quedó penúltimo de la categoría y descendió. Desde entonces, el equipo ha seguido compitiendo en categorías inferiores, principalmente en Tercera Catalana, aunque durante la temporada 2013-2014 pudo jugar en Segunda.

A pesar de los pocos éxitos, el CF Pobla de Segur ha mantenido fiel a sus principios durante estos últimos años. Un equipo nutrido de jóvenes poblatans y pallareses, e incluso con algunos de los jugadores que en 2003 lograron el memorable ascenso. Un once siempre al ataque pero con una defensa sólida, que actualmente lucha por las primeras posiciones del grupo 14 de Tercera Catalana, junto con su principal rival, el CF Tremp. El derby pallarès, de hecho, es uno de los partidos más esperados en la comarca por la gran rivalidad entre las dos poblaciones, por la dureza del juego, pero sobre todo por la emoción y la intensidad que impregnan el ambiente en cada encuentro.


viernes, 23 de junio de 2023

HOY SE CONMEMORA EL DIA OLIMPICO

 LOS MOTIVOS DEL MISMO

FUENTE: "LA NUEVA"

El Día Olímpico supone la celebración del deporte, la salud y el espíritu de estar juntos. Este día, que se celebra anualmente el 23 de junio, invita a todas las personas de cualquier lugar del mundo a mantenerse activos y moverse.




Participantes de todo el mundo conmemoran de esta manera el día en el que se fundó el Comité Olímpico Internacional en la Sorbona de París, donde, el 23 de junio de 1894, Pierre de Coubertin revivió los Juegos Olímpicos de la Antigüedad.

Las celebraciones del Día Olímpico se remontan a 1947.


Meses después el proyecto recibió el visto bueno en la 42ª Sesión del COI en St. Moritz, Suiza, en enero de 1948. Los Comités Olímpicos Nacionales serían los encargados de organizar el evento y una fecha que conmemora un momento especial en la historia del Movimiento Olímpico.

El lema del Día Olímpico de este año es 'Let's Move' ('Vamos a movernos'), y con él se pretende animar a las personas de todo el mundo a hacer actividad física a diario.

Pese a que el mundo se mueve más rápido cada día, las personas se mueven cada vez menos. Un estudio demuestra que más del ochenta por ciento de las personas jóvenes no alcanzan el nivel de actividad física diaria recomendado para una óptima salud física y mental.

"En el Día Olímpico, celebramos la misión del Movimiento Olímpico de hacer del mundo un lugar mejor a través del deporte", aseguró el presidente del COI, Thomas Bach.

"Al hacer deporte, nuestro cuerpo y nuestra mente se mantienen fuertes y sanos. Practicar deporte nos inspira a dar lo mejor de nosotros mismos, a soñar, extiende la alegría y nos une. Este año, junto a la Organización Mundial de la Salud, queremos destacar el impacto positivo que tiene el deporte en nuestra salud física y mental. Queremos inspirar al mundo para moverse cada día. La actividad física y deportiva es una herramienta de bajo coste y gran impacto para cuerpos sanos, mentes sanas y comunidades resilientes", señaló.

Los Comités Olímpicos Nacionales preparan eventos creativos para involucrar a todo el mundo en el Día Olímpico —sin importar la edad, el género, su procedencia social o su habilidad para el deporte—. En algunos países este evento se ha incorporado incluso al currículo escolar.

Mucha gente organiza carreras del Día Olímpico por todo el mundo, incluida una en la capital olímpica de Lausana, donde tiene su sede el COI.

miércoles, 21 de junio de 2023

CURIOSIDADES DEL FUTBOL MUNDIAL

EL DIA QUE SE ENFRENTARON LAS DOS ALEMANIAS EN UN MUNDIAL

FUENTE. EDUARDO MARIANO RAINA MASSARO:




Un 22 de junio de 1974, la única vez que las dos Alemanias se enfrentaron en un Mundial, y él curioso destino del goleador del partido.


Fue en la Copa del Mundo de 1974, y él autor del gol terminó refugiándose, años después, en el país al cuál venció en la cancha.


Hay partidos que marcaron la historia del fútbol desde la política, y así como se puede citar él que Irán le ganó 2 a 1 a los Estados Unidos en el Mundial de Francia ‘98, o él de Argentina a Inglaterra 2 a 1 en él Mundial de México ‘86, otro de los más importantes, es sin dudas, y además de sorpresivo, él que Alemania Oriental le ganó a la Occidental, que además representaba al país organizador en el Mundial de 1974, por 1 a 0.


Ese partido, jugado por la tercera y última fecha del Grupo A del Mundial de Alemania ‘74 en el Volkparkstadion de Hamburgo ante 60.350 espectadores, y que contó como árbitro al Uruguayo (ya fallecido) Ramón Barreto, tuvo connotaciones muy especiales, como que las dos Alemanias, separadas desde 1961 por el Muro de Berlín cómo producto de la división del país tras su derrota en la Segunda Guerra Mundial en 1945 (el lado Occidental lo tomó Estados Unidos, y la parte Oriental la tomó la Unión Sovietica), y en plena “Guerra Fría” entre el mundo capitalista y el mundo socialista, coincidieran en el que fue él único partido en el que se enfrentaron oficialmente, y encima por él torneo más importante de Selecciones del planeta.


Alemania Occidental (o también llamada Federal) era claramente favorita, e incluso, no sólo a ganar el partido, sino a ganar el Mundial, con la base del fuertísimo Bayern Munich, que justamente en ese año, 1974, comenzaría un reinado de tres años como campeón de la antigua Copa de Campeones de Europa (Champions League desde 1992), con jugadores como Franz Beckenbauer, su gran figura, aunque también un goleador implacable como Gerd Müller, un arquero de gran categoría como Sepp Maier, entre otros tantos cracks.


Uli Hoeness y Hans Georg Schwartzembeck completaban el aporte de los bávaros a la poderosa “Mannschaft”.


Parecía un trámite ese partido porque los locales ya se habían liberado de la presión de no quedar eliminados en la primera ronda.


Habían vencido nerviosamente a Chile en el final con un gol de Paul Breitner (otro gran jugador, que pasó por el Real Madrid) 1 a 0, y ya en la segunda presentación, vencieron a Australia 3 a 0.


Con la clasificación en el bolsillo, recibían a la otra Alemania, la del otro lado del Muro de Berlín, en un partido que podía servir para consolidarse en el primer lugar del Grupo A de cara a la segunda fase, que en aquel tiempo era de dos zonas de cuatro Selecciones cada una en la búsqueda de la final.


Aquel 22 de junio (casualmente, la misma fecha en la que 12 años más tarde se enfrentarían Argentina e Inglaterra en México), a las 19.30 horas, comenzaba un partido extraño para todos.

Los helicópteros revoloteaban sobre el estadio, los perros olfateaban si había explosivos hasta en la sala de prensa, había francotiradores en las azoteas y se utilizaron detectores de metales entre los hinchas.
Los espectadores tuvieron que pasar hasta siete controles antes de llegar a sus lugares.


Cuando salieron los equipos a la cancha, se alinearon para los himnos y otra vez la sensación fue rara, porque además del tradicional himno alemán “Deutschland, Deutschland Úber alles” (Alemania, Alemania sobre todo), también se escuchó el “Auferstanden aus Ruinen” (Resucitados de las ruinas), que en ese entonces oficiaba de canción nacional para Alemania del Este (o Democrática), escrita en 1949 por el poeta socialista Johannes Robert Becher, quien fuera ministro de Cultura de la RDA, aunque desde 1973 se tocó en versión instrumental (el compositor fue Hanns Eisler), sin letra, desde él mutuo reconocimiento diplomático entre los dos países.
Lo cierto es que en Alemania Federal se conocía poco del fútbol de la Alemania Democrática, aunque no al revés.


Y el equipo de Alemania del Este, sin tantas estrellas, había obtenido una medalla de bronce también en la otra Alemania en los recientes Juegos Olímpicos de Munich en 1972 (repetiría podio en Montreal 1976 y en Moscú 1980), y apenas un mes antes del Mundial, para sorpresa de muchos, el modesto Magdeburgo se había quedado con la Recopa de Europa ganándole la final 2 a 0 nada menos que al Milan de Giovani Trapattoni, en el que jugaban, entre otros, “El Bambino de Oro”, Gianni Rivera y el lateral alemán (occidental) Karl Heinz Schnellinger, mundialista en México 1970.
Ese partido ante el Milan se jugó en Rotterdam y al vencer el Magdeburgo, tuvo la chance de jugar por la Supercopa de Europa ante el Bayern Munich, de Alemania Occidental, en lo que pudo ser la antesala perfecta del Mundial porque eran los dos equipos más fuertes de los dos torneos europeos, pero no pudo ser.


Así como meses antes la Federación de la Unión Soviética se negó a que su selección jugara ante Chile por la clasificación al Mundial 1974 por estar en contra del golpe de Estado de Augusto Pinochet, la Federación de Fútbol de Alemania Democrática se negó a que el Magdeburgo jugara ante el Bayern Munich por motivos políticos.
Por su parte, la Selección de Alemania Democrática debutó en el Mundial en medio de la indiferencia de los “otros” alemanes, venciendo 2 a 0 a Australia en Hamburgo, y empatando después 1 a 1 ante Chile en el Estadio Olímpico de Berlín.


De esta forma, Alemania Federal llegaba con un punto de ventaja (4 sobre 3) al tercer partido entre ellas.


Sin embargo, pese a la gran expectativa desde el fútbol a la política y a las enormes y costosas medidas de seguridad, todo resultó un fiasco.


Las acciones eran muy aburridas y el 0 a 0 parecía inexorable cuando a los 77 minutos, Jürgen Sparwasser, jugador del Magdeburgo e ingeniero mecánico de 26 años, aprovechó una desatención de Franz Beckenbauer, Berti Vogts y Horst Höttges y dentro del área sacó un remate que venció al gran Sepp Maier.


Fue una de las grandes sorpresas de la Copa del Mundo y de la historia de los Mundiales, este resultado obligó a Alemania a jugar ante Polonia, Suecia y Yugoslavia, aunque hay otros que sostienen que con esta derrota, los locales evitaron a Holanda y su “Naranja Mecánica” hasta una posible final.


Años más tarde, Sparwasser se refirió a ese gol desde un costado más político: “Era golpear al enemigo donde más le duele.


Mucha gente, entonces, lo veía así.


Si en mi lápida pusieran “Hamburgo ‘74”, todos sabrían quién yace abajo”.
Para Beckenbauer, en cambio, la lectura fue al revés: “El gol de Sparwasser nos despertó.

Sin ese gol jamás habríamos ganado ese Mundial”, aunque no hace referencia a que se salvaron de enfrentar a Holanda en la segunda fase y que aquella derrota les permitió un camino un poco menos complejo, aunque en el grupo de la segunda fase esperara la poderosa Polonia con el arquero Jan Tomaszewski, un defensor como Wladyslaw Zmuda, un crack como Kazimierz Deyna y tres temibles delanteros como Grzegorz Lato, Anderzej Szarmarch y Robert Gadocha.


Sparwasser jugó en el Magdeburgo hasta 1979, cuando a los 31 años, una lesión truncó su carrera, él había sido pieza fundamental en el ascenso a Primera en la temporada 1966/67 anotando 22 goles en 27 partidos.


También ganó la medalla de bronce en Munich ‘72 y entonces llegó a recibir una oferta del Bayern Munich para jugar allí, pero la rechazó.


“Los rumores decían que estuve recompensado en mi país por aquel gol con una casa, un coche y un premio en dinero, pero eso no fue cierto”, desmintió más tarde, a tal punto que Sparwasser aprovechó un partido de veteranos entre las dos Alemanias jugado en 1988 para fugarse a la Occidental, aunque un año más tarde se produciría la caída del Muro de Berlín. Luego, fue asistente del entrenador en el Eintracht Francfurt y más tarde, director técnico del SV Darmstadt 98.


La celebración post-partido de los alemanes democráticos incluyó una cena en el hotel y una excursión a la calle Reeparbahn, “la milla del pecado”, el foco más vivo de la prostitución en el Barrio Rojo de Hamburgo, incipiente cuna del movimiento “okupa europeo”, pero entre los integrantes del plantel no estaba Sparwasser.


“Un chofer me sugirió que me quedara en el hotel porque si me encontraban en el barrio rojo, se iba a quedar sin trabajo.


No se sabe qué habría sucedido si me encontraban.


Me quedé en mi habitación tomando cerveza.


Se dice que la Stasi (el servicio de inteligencia de la RDA) nos metió gente alrededor, pero yo no creo que haya sido así.


Eso es una estupidez.


Yo estuve 15 años viajando por todo el mundo y jugué 40 partidos internacionales en Europa.


No había más que nuestros delegados, pero nadie nos vigilaba”,
Uno de los motivos por los que se cree que finalmente Sparwasser se fugó a Alemania Federal, es que tras el Mundial, lo silbaban en todos los estadios, desconfiados por ese gol que permitió a la RFA avanzar al grupo más fácil de la segunda fase, y así llegar y ganar la final más tarde.


A diferencia de Alemania federal, Alemania Democrática avanzó a la segunda fase pero en su grupo coincidió con Brasil (perdió 1 a 0), la Holanda de Johan Cruyff y la base del Ajax tricampeón de Europa (1971, 1972 y 1973), con la que perdió 2 a 0, y finalizó su participación en la historia de los Mundiales al empatar 1 a 1 ante la Selección Argentina, el 3 de julio de 1974 en el Parkstadion de Gelsenkirchen (ganaban los alemanes con gol de Joachim Streich en el primer tiempo, pero cuatro minutos más tarde empató René Orlando Houseman, en un partido en el que debutó Ubaldo Matildo Fillol, y en el que el conjunto albiceleste aún estaba conmocionado por la noticia a la distancia de la muerte del presidente Juan Domingo Perón dos días antes).


Con caminos opuestos, Alemania Occidental sería campeona del mundo al vencer a Holanda por 2 a 1 en la final, mientras que Alemania Oriental no volvería a jugar otro Mundial y se disolvería como equipo en septiembre de 1990, menos de un año después de la caída del Muro de Berlín.


FUENTE: EDUARDO MARIANO RAINA MASSARO

FALLECIO UN IDOLO

EL ADIOS DEL "TANQUE" ROJAS:

FUENTE: "ELDESMARQUE.COM" 

Alfredo Hugo 'El TanqueRojas, ídolo de Boca Juniors de la década de 1960, ganador de la Copa de las Naciones con la selección argentina en 1964 y con paso por River PlateCelta de Vigo y Real Betis, falleció a los 86 años. En Vigo su paso fue efímero ya que solo disputó la temporada 1958/59. Fue Boca Juniors quien anunció el fallecimiento del jugador argentino. El club vigués se sumó al dolor por la muerte del delantero en sus perfiles oficiales con el protocolario pésame.




"El Club Atlético Boca Juniors lamenta el fallecimiento de Alfredo Hugo Rojas, histórico jugador xeneize, a sus 86 años. Saludamos afectuosamente a su familia y seres queridos en este triste momento. Que en paz descanses, Tanque", publicó en Twitter el club.

El exmandatario argentino Mauricio Macri (2015-2019), que presidió Boca entre 1995 y 2007 se declaró "muy triste" con la muerte de 'el Tanque' Rojas. "Un grande entre los grandes. Agradezco a la vida haber disfrutado de tu afecto y amistad. Nuestras charlas algún día seguirán. Querido Tanque, ya te extraño", escribió el político.

Nacido en 1937, Rojas inició su carrera en 1956 en el Club Atlético Lanús, su localidad natal, y en 1958 fue convocado para la Copa Mundial de Fútbol. Ese mismo año se incorporó al Celta de Vigo y pasó por Real Betis entre 1959 y 1961, año en que volvió a su país, donde firmó con River Plate, el más enconado rival de Boca Juniors. En 1962, fichó por Gimnasia y Esgrima La Plata, club en la que estuvo hasta 1964.

"Lamentamos el fallecimiento de Alfredo 'el Tanque' Rojas, destacado jugador y goleador de nuestro club durante la década del '60. Enviamos nuestras condolencias a su familia y amigos en este difícil momento. Descansá en paz, Tanque", publicó el club platense.

En 1964 ganó con la Albiceleste la Copa de las Naciones en el estadio Maracaná de Río de Janeiro y ese mismo año fue transferido a Boca Juniors, donde se convirtió en ídolo de la afición xeneize y ganó con sus compañeros el torneo argentino en 1965. Un año después jugó su segundo Mundial con la selección, y en 1967 la Copa América. Entre 1969 y 1970 jugó en el club uruguayo Peñarol y posteriormente viajó a Chile para reforzar a O'Higgins y después a Universidad Católica, su último club como jugador.

Una de las últimas apariciones públicas de 'el tanque' fue en septiembre de 2022, cuando el actual candidato a presidente de Boca Andrés Ibarra publicó una foto junto a él y Macri. "Con Mauricio Macri estuvimos charlando con el gran Alfredo Rojas, un jugador muy querido y uno de los grandes goleadores que forma parte de la historia de Boca. Siempre es un gusto hablar con vos, Tanque!", escribió entonces Ibarra.

"HISTORIAS QUE VALEN LA PENA CONOCER"

LA HISTORIA DE LOS HERMANOS BONETI FUENTE: "KODRO MAGAZINE" Ivano y Dario Bonetti fueron los únicos hermanos de la mítica plantill...