VIDA Y OBRA DE VITAS GERULAITIS
FUENTE: "BLOG.20MUTOS.ES"
Vamos a cerrar la semana hablando de un jugador de tenis que fue muy famoso en los 70 y los 80 y que tuvo un triste final. Es Vitas Gerulaitis.
Vytautas Kevin Gerulaitis nació el 26 de julio de 1954 en Brooklyn, Nueva York. Sus padres eran inmigrantes lituanos que no dejaron de usar su idioma natal para dirigirse a sus hijos: Vytautas, más conocido como Vitas, y Ruta.
Profesional desde 1971, de juego diestro y con 1,83 de estatura, Gerulaitis era un rapidísimo tenista, muy peligroso en la red. Famoso por su leonina melena (que le hizo ganarse el apelativo de ‘el León Lituano’), Gerulaitis era también uno de los más queridos jugadores del circuito por su caballerosidad y buen carácter.
Su primer gran año fue 1977, cuando alcanzó las semifinales de Wimbledon (torneo que había ganado en dobles dos años antes) y sobre todo, por ganar el Open de Australia, imponiéndose en la final al británico John Lloyd en cinco sets.
Un par de meses después, el febrero de 1978, alcanzó su máximo puesto en el ránking mundial, el número 3.
En 1978 repitió como semifinalista en Londres, y al año siguiente se quedó a las puertas de ganar en casa, el US Open, tras caer en la final ante John McEnroe, en tres sets.
Su tercera y última ocasión para ganar un Grand Slam llegó en 1980, en Roland Garros, donde fue derrotado en la final ante el superespecialista y legendario tenista sueco Björn Borg, también en tres sets.
Se retiró en 1986 y se convirtió en narrador de tenis en televisión, y durante una temporada fue entrenador de otro legendario tenista estadounidense, Pete Sampras. Además, tenía una fundación con su nombre y una academia de tenis.
Pero como os decía, la mala suerte acabó con este fanático del rock que llegó a tener escarceos con la cocaína. El 17 de septiembre de 1994, cuando Gerulaitis se encontraba en casa de un amigo en Southampton, Nueva York, cuando un fallo en la instalación de la bomba de calor de la piscina provocó un escape de monóxido de carbono que afectó a la casa de huéspedes en la que el extenista dormía. Tras no presentarse para la cena, una sirvienta fue quien encontró su cadáver a la mañana siguiente. Tenía 40 años.
Un juicio posterior se abrió contra el trabajador que llevaba el mantenimiento del sistema de calor de la piscina y su empresa, pero ambos fueron absueltos.
En la actualidad, un centro de tenis y una calle en Vilna, la capital de la Lituania de sus padres, llevan su nombre.
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