"EL TOLA DEL GOL"
En la época que los hinchas de Racing todavía disfrutaban viendo a su equipo, Néstor Tola Scotta era uno de los productores de festejos. En sus tres años desempeñándose como centrodelantero de la Academia —desde el 73, cuando llegó procedente de River como parte de pago por el pase de Enrique Wolff, hasta el 76 en que emigró al Internacional de Porto Alegre— anotó 63 goles en partidos oficiales. Integró una recordada delantera junto a Hugo Gottardi y el Ropero Roberto Díaz.
Su capacidad para definir, su potencia en los metros finales y su velocidad para encarar eran sus mejores atributos. No alcanzó la fama, ni tuvo la furibunda patada de su hermano Héctor Horacio, el Tanque, pero de todos modos dejó grabado su sello en su paso por el fútbol argentino. No sobresalía tanto por su técnica, pero sí por su fuerza y su enorme voluntad. Buen cabeceador, por su facilidad para ir arriba a buscar los centros, le pegaba a la pelota con cualquiera de sus piernas.
En la época que los hinchas de Racing todavía disfrutaban viendo a su equipo, Néstor Tola Scotta era uno de los productores de festejos. En sus tres años desempeñándose como centrodelantero de la Academia —desde el 73, cuando llegó procedente de River como parte de pago por el pase de Enrique Wolff, hasta el 76 en que emigró al Internacional de Porto Alegre— anotó 63 goles en partidos oficiales. Integró una recordada delantera junto a Hugo Gottardi y el Ropero Roberto Díaz.
Su capacidad para definir, su potencia en los metros finales y su velocidad para encarar eran sus mejores atributos. No alcanzó la fama, ni tuvo la furibunda patada de su hermano Héctor Horacio, el Tanque, pero de todos modos dejó grabado su sello en su paso por el fútbol argentino. No sobresalía tanto por su técnica, pero sí por su fuerza y su enorme voluntad. Buen cabeceador, por su facilidad para ir arriba a buscar los centros, le pegaba a la pelota con cualquiera de sus piernas.
Nacido —el 7 de abril de 1948— en una familia de futbolistas, su padre atajó en el Colón de su San Justo natal, igual que sus hermanos Angel y Juan Carlos, poco tardó en saltar del equipo de pueblo a la capital provincial. Unión se convirtió en su primera experiencia profesional y allí, en 1968 y 1969, inició con 16 goles su serie que pasaría el centenar en partidos oficiales de Primera en Argentina.
River fue el siguiente paso. Diez goles marcó Scotta con la banda roja entre el 70 y el 72. Los arqueros brasileños también lo sufrieron. Y su pico máximo en el exterior lo cumplió en el Deportivo Cali, dirigido por Bilardo y subcampeón de la Libertadores 77, inundando de goles Colombia y Sudamérica en combinación con su compatriota Alberto Benítez.
De regreso al país, continuó con su manía goleadora: 4 en Platense (1981) y 11 en Temperley (83). Así redondeó 282 partidos y 104 goles en Primera. También pasó con sus goles por el fútbol de ascenso.
Falleció un 8 de Enero del 2001 en un accidente automovilístico en Campana , así, le puso punto final a su vida de 52 años de duración. Pero quedarán intactos su recuerdo y sus goles.
FUENTE: DIARIO CLARIN
No hay comentarios:
Publicar un comentario