CLAUDIO PAUL CANIGGIA Y LUIS HERNANADEZ
FUENTE: KODRO MAGAZZINE:
Claudio Caniggia y Luis Hernández coincidieron en 1997 seis meses en Boca Juniors. El fichaje del internacional mexicano procedente del Necaxa fue el capricho de Diego Armando Maradona para completar un tridente que se prometía demoledor.
Los periodistas le rebautizaron como «El Pájaro», por su parecido físico con Caniggia, jugador conocido con el mismo mote, sin embargo, más allá del increíble parecido físico entre ambos delanteros y de haber sido figuras en Copas del Mundo, también tuvieron en común su vida profesional al más puro estilo nómada. Caniggia firmó por diez clubes entre los que destacaron River Plate, Atalanta, Roma y Boca Juniors, mientras que Hernández tuvo paso por once equipos como Cruz Azul, Necaxa, Tigres y, por supuesto, Boca Juniors.
“El Petrolero” llegó como uno de los cinco jugadores mejores pagados de Argentina (ganado 50 mil dólares al mes de aquella época). No obstante su continuidad dependió mucho de la federación, que en ese momento intentaba convencer al sindicato de jugadores del futbol argentino de la ampliación del cupo de extranjeros (tres foráneos de los 16 jugadores incluyendo titulares era la regla en ese momento).
Aunque es raro ver a futbolistas mexicanos en Argentina, Boca Juniors acabó fichando a «El Matador», que se ganó el interés del equipo porteño por su destacada actuación en la Copa América de Bolívia de 1997, donde fue galardonado con la Bota de Oro por ser el máximo goleador del torneo. Hernández, a pesar de haber tenido ofertas de Europa, se decantó por el equipo de La Boca el julio de 1997, al conocerse que era un capricho expreso de Maradona para el torneo argentino.
«Se interesaron tres equipos por mí: el Borussia Mönchengladbach, Mónaco y Boca Juniors, pero definitivamente decidí por Boca que fue y sigue siendo algo maravilloso. Simplemente, la impresión de estar con Cani, con Maradona, Fabri, Latorre, Bermúdez, Solano, grandes compañeros», aseguró el jugador.
El delantero nacido en Poza Rica, Veracruz, se convirtió en el primer mexicano de nacimiento, y único hasta la fecha (el nacionalizado Darío Benedetto también lo hizo), en llegar al conjunto argentino y, por lo tanto, el único también en compartir vestidor con el astro del futbol mundial.
Los registros oficiales concluyen que Luis Hernández tan solo disputó cuatro partidos vistiendo la xeneize, y no llegó a debutar en la liga argentina, por lo que solo participó en la Supercopa donde sí pudo dar muestra de sus condiciones goleadoras con dos anotaciones.
Uno de esos dos goles lo anotó para firmar su debut soñado el 24 de septiembre de 1997 formando tridente de ataque con Caniggia y Maradona. Aunque el cuadro bostero perdió 1-2 ante Colo Colo, «El Matador» pudo estremecer las redes y ganarse el abrazo del máximo genio del futbol mundial dentro de la cancha y hasta un insólito festejo fuera de ella, al cual no pudo asistir, por lo que no se salvó después de los reclamos del ’10’ y la confesión de lo que se perdió.
«Yo debuto contra Colo Colo allá en Chile, pero desafortunadamente perdimos en la Mercosur. Juego con Maradona, con Caniggia y meto el gol del empate. De regreso venimos en el chárter y todos venían ahí más o menos, pero yo venía a disgusto, pero yo había metido mi gol del debut. Eso fue un sábado; el jueves que llegó Diego Maradona, llega, estoy en el vestidor y me dice ‘Luisito, vení, sos un hijo de puta, ¿dónde estabas en el hotel el sábado? Te fuimos a buscar el Guille (Guillermo Coppola) y yo, te íbamos a festejar tu gol, íbamos a festejar tu gol'», reveló Luis Hernández.
Aunque el paso del azteca por Argentina fue fugaz, tan solo 6 meses, hizo gran amistad con Maradona, Claudio Caniggia, Nolberto Solano, Diego Latorre y Jorge Bermudez. «Mi decisión de irme a Argentina fue muy buena. No me arrepiento, al contrario. Estar en Boca fue una de las experiencias más bonitas de mi carrera. Me hice hincha de Boca y nunca me voy a arrepentir de haber tomado esa decisión», comentó el internacional mexicano.
El paso de “El Matador” fue complicado debido a que el técnico, Héctor Viera, tuvo preferencia por otros foráneos como Norberto Solano, Sergio Martínez, Óscar Córdoba y Jorge Bermúdez. A pesar de esto, él quiso continuar en el equipo y pelear la titularidad. En otra entrevista declaró: “No vine a robar, que eso quede claro a la gente de Boca. Si me hubieran dicho que me traían para no jugar, ni hubiera viajado hasta Buenos Aires. No tengo problemas en pelear un puesto, pero de esta manera es imposible”. Disputó dos partidos y marcó dos goles en su paso por “La Bombonera.” Regresó al futbol mexicano con Tigres, teniendo satisfactorias actuaciones con los felinos.
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