SADIO MANE Y EL ADIOS A UNA ILUSION
FUENTE: "EL GRAFICO"
SADIO MANÉ, la gran estrella de Senegal, fue desafectado del plantel y se perderá el Mundial de Qatar por una lesión en la pierna derecha de la que no pudo recuperarse.
En un fútbol cada vez más profesional, el senegalés de 30 años, 179 centímetros, 69 kilos, vértigo, desequilibrio y gol es una joya capaz de reunir el talento en la cancha y una profunda conciencia social.
"¿Para qué quiero diez coches Ferrari, veinte relojes con diamantes y dos aviones? ¿Qué harán estos objetos por mí y por el mundo? Yo pasé hambre, trabajé en el campo, jugué descalzo y no fui al colegio. Hoy puedo ayudar a la gente. Prefiero construir escuelas y dar comida o ropa a la gente pobre", dijo alguna vez.
Hace semanas, en la gala del Balón de Oro celebrada en París, la revista France Football lo condecoró con el premio Socrates, creado para recompensar al futbolista de mayor acción social fuera de los terrenos de juego.
¿Pruebas de su generosidad? Donó casi un millón de dólares para la construcción de un hospital de alta complejidad y una escuela en Bambali. Invirtió en el desarrollo de un programa contra el VIH en Malawi; en otro para la prevención del Covid-19 en su país y fomentó el suministro de internet 4G en su pueblo natal.
"Gracias a todos, estoy muy contento, un poco intimidado, pero feliz de hacer algo por personas en mi país para que su vida mejore", aseguró al recibir el galaradón de parte del exfutbolista Raí, hermano de Socrates.
Su recorrido comenzó en Metz, siguió en Salzburgo, tuvo su escala en Southampton hasta llegar a dos camisetas pesadas: Liverpool y Bayern Múnich.
Todo eso, fruto de la habilidad natural que enriqueció en la escuela formativa "Generation Foot" de Dakar. En su Satou natal, barrio humilde del caserío de Bambali, jugaba al fútbol con pomelos porque no había dinero para comprar una pelota.
A Satou, su madre, no le avisó cuando de forma repentina viajó de Dakar a Francia."No tenía crédito en mi tarjeta telefónica. Y la llamé al otro día. Estoy en Francia, mamá. ¿Qué Francia?, tú vives en Senegal, respondió ella. Francia, Europa, mamá. Mi sueño se ha hecho realidad".
Desde su debut en Metz de la Ligue 1, antes de cumplir 20 años, la carrera de Mané fue de menos a más y de más a más, al punto que ya ronda los 200 goles y ha sido campeón en Austria, Alemania e Inglaterra. En 2015, cuando jugaba en Southampton, hizo tres goles en 2 minutos con 56 segundos y estableció el récord en la Premier League
En el último mercado europeo protagonizó una de las transferencias más resonantes al firmar con el Bayern Múnich después de una gloriosa etapa en el Liverpool, donde festejó 6 títulos (Champions League y Mundial de Clubes 2019, entre otros) y anotó 120 goles en 269 partidos.
Mané anotó el penal decisivo que permitió a Senegal quedarse con la clasificación a Qatar tras una infartante definición con la Egipto de su compadre Mo Salah.
Un mes antes de ese partido, en febrero pasado, Mané había determinado, en otra tanda de penales y frente al mismo rival, la primera consagración de Senegal en la historia de la Copa Africana de Naciones, en la que fue distinguido con el premio al mejor jugador.
Es el máximo anotador de su país con 34 tantos en 93 participaciones. Nombrado como Futbolista Africano del Año (Gio-CAF Award) en 2019 y 2022, iba a disputar su segundo Mundial consecutivo. El apretado calendario le jugó una mala pasada y una lesión en su rodilla lo dejó afuera.
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