viernes, 31 de mayo de 2024

HISTORIAS QUE VALEN LA PENA CONOCER:

 EL NO FICHAJE DE GARRINCHA A JUVENTUS:

FUENTE: "KODRO MAGAZINE"

Manuel Francisco dos Santos, conocido como Garrincha o Mané Garrincha, pudo haber recalado en las filas de la Juventus de Turín. El futbolista brasileño que jugó como extremo derecho y fue catalogado como el mejor regateador en la historia del fútbol, estuvo muy cerca de recalar en la Serie A italiana. Hubiera sido el mayor fichaje de la historia del fútbol por aquel entonces, la estrella del Mundial de 1962 llegando a la poderosa escuadra italiana.



El periódico brasileño O Globo fue el primero en anunciar la oferta bianconeri un 5 de septiembre de 1964, aunque el interés de la Juventus por Garrincha era muy anterior a ese rumor. La primera vez que los italianos intentaron fichar a la estrella fue en 1962, durante el Mundial de Chile. La estrella fue recomendada por Paulo Amaral, entrenador de la Seleção en la Copa del Mundo de 1958, que había ido a trabajar a la Vecchia Signora. El carioca, que ya había trabajado con el extremo en el Botafogo, también ayudó a convencer al cuerpo técnico brasileño de que su habilidad para el regateo no era una forma de burlarse de los rivales y que podía ser un jugador importante en el equipo.

El entonces entrenador de la Juve, Giampiero Boniperti, fue enviado a Chile durante el Mundial. El ídolo juventino llegó a afirmar que Umberto Agnelli, propietario de la Fiat y presidente del club, estaba dispuesto a llegar a los extremos para fichar a Garrincha. Los italianos ofrecieron 500 millones, además de 165 millones por Amarildo. La pareja también era buscada por la Roma, que había enviado representantes a la Copa del Mundo.

 Garrincha fue la estrella del bicampeonato de Brasil, elegido mejor jugador del torneo. Y, semanas más tarde, Paulo Amaral fue anunciado como entrenador de la Juventus, lo que aumentó el acecho al jugador estrella. Transformado en supervisor, Boniperti llegó a afirmar: «Un delantero de la calidad de Garrincha es necesario para cualquier equipo. Le he visto jugar en los dos últimos Mundiales y sé lo mucho que vale tenerlo en un equipo». Con la reducción del límite de jugadores extranjeros en Italia, Mané se convirtió en el único objetivo de los bianconeri.

Sin embargo, el Botafogo se mantuvo firme en retener a su estrella. Y, como no hubo acuerdo en 1962, Boniperti volvió a negociar con Garrincha al año siguiente. En una gira de los blanquinegros por Europa, el italiano fue a París para hablar con los directivos de Río. Aprovechó la retirada del Internazionale, que tenía prácticamente cerrado el fichaje por 700 mil cruzeiros, pero se echó atrás porque no pudo vender a sus extranjeros a buen precio. Durante el mismo periodo, el Milan también ofreció al Santos una fortuna por Pelé.

Cuando el Botafogo regresó a Brasil, los directivos del Juventus y del Internazionale siguieron observando a Garrincha. El problema fue que ambos clubes pidieron una reducción del valor solicitado por la estrella. Los albinegros llegaron a reducir su petición a 490 millones de cruzeiros, pero los italianos no cubrieron la oferta. Esa temporada, el que acabó yendo a Italia fue el propio Amarildo, negociado con el Milan como alternativa a Pelé. Sin embargo, el dinero de la venta no fue suficiente para que el Botafogo contratara a Vavá, una petición del entrenador Danilo.

En 1964, los ataques se reanudaron, como informó O Globo en la imagen de arriba. De nuevo, no pasó nada. Mané ya vivía su declive con la camiseta blanquinegra, con problemas físicos. Al año siguiente, el último intento de la Juve ofreció aún más por la estrella, pero pidió garantías sobre sus condiciones de juego. Al no haber firmado ningún acuerdo con los italianos, el ostracismo del número 7 comenzó con su traspaso al Corinthians en 1966, donde jugó poco.

«Yo era hincha del Flamengo, pero en el Botafogo me di a conocer y ahora adoro a Botafogo. En 1963 quiso ficharme la Juventus. Me ofrecían 150.000 dólares en el acto, un chalet y un automóvil. Los dirigentes de mi club pedían un millón de dólares por el traspaso y este no se hizo. En 1965, después de haber sufrido dos graves lesiones de rodilla me vendieron al Corinthians, y mi pase a Europa fue totalmente descartado», así lo aseguró la propia leyenda brasileña en 1980.

El interés de la Juventus por Garrincha también quedó registrado el abril de 1964, en un pequeño reportaje sobre el jugador realizado en la revista Hurrà Juventus.

"SIN OBLIGACION" SE PUEDE COLABORAR CON:  cafecito.App/bjorgeomar


jueves, 30 de mayo de 2024

DE COLECCION

COSTA RICA EN EL MUNDIAL DEL 90:

FUENTE: "KODRO MAGAZINE":

El lunes 11 de junio de 1990 el Mundial de Italia dio la bienvenida a la debutante Costa Rica, un punto de inflexión que marcaría para siempre la historia del fútbol y el deporte tico. Esa tarde, en el Luigi Ferraris de Génova, los pupilos de Velibor “Bora” Milutinović no solo debutaron en un Mundial, sino que se impusieron por 1-0 a Escocia, con gol antológico de Juan Cayasso, que definió con la izquierda dentro del área rival tras un pase de Jara a los 49 minutos de partido.




Aquel Grupo C donde quedaron encuadrados no podía ser más complejo: Brasil, Escocia y Suecia. Tres rivales temibles para un equipo desconocido y al que la prensa internacional le auguraba “lógicas” goleadas en contra. Costa Rica llegó al Mundial de Italia como segundo país clasificado, el primero fue Estados Unidos (aunque acabó en segunda posición por la diferencia de goles), de la Confederación Norte, Centroamérica y el Caribe de Fútbol (CONCACAF). El hecho de que Belice no participara en esas eliminatorias por una serie de deudas que mantenía con la FIFA y que México fuera marginada debido a un caso de adulteración en la edad de varios futbolistas juveniles allanaron el camino de la Tricolor.

Italia 90 supuso la primera página de oro de las seis participaciones de Costa Rica hasta día de hoy en los Mundiales de fútbol.

La selección de Costa Rica llegó a disputar la friolera de 25 partidos de preparación para la cita mundialista de Italia, la mayoría de los cuales fueron amistosos y otros tantos tuvieron lugar en las Copas Camel y Marlboro en Estados Unidos, registrando un total de 10 victorias, cuatro empates y 11 derrotas, con 41 goles a favor y 28 en contra. Los primeros 14 de los 25 encuentros fueron dirigidos por el técnico Marvin Rodríguez, que guio a la Tricolor a su primer boleto mundialista, al doblegar 1-0 a El Salvador el 16 de julio de 1989 en el Estadio Nacional.

Sin embargo, el rendimiento del técnico en esos partidos no fue positivo, ganando tan solo 12 de 28 puntos en disputa, producto de conseguir cinco victorias, dos empates y siete derrotas. Los últimos dos reveses contra el Chivas de Guadalajara mexicano, por 3-0, y ante la Unión Soviética, por 2-1, durante la Copa Marlboro de Los Ángeles, California, le costaron el puesto en el banquillo de la “Sele” 100 días antes del verano italiano, por decisión de la dirigencia de la Fedefútbol, presidida por Isaac Sasso.

En su lugar fue designado el técnico yugoslavo, de origen serbio, Velibor “Bora” Milutinović, quien había dirigido con muy buen hacer a la Selección de México en el Mundial del 86 al llevarla al quinto partido. El estratega asumió el banquillo tico a solamente 90 días del debut en Italia 90.

Sus 11 amistosos de cara a la cita mundialista ofrecieron un balance final de 5 triunfos y 2 empates. El serbio dirigió tres amistosos menos que los 14 que condujo Rodríguez, de septiembre de 1989 a febrero del 90.

Curiosamente, Costa Rica se midió con 11 clubes italianos entre 1988 y 1990, sumándole dos giras de preparación en suelo italiano. El primer desplazamiento se celebró en octubre de 1989 y el siguiente antes de jugar la Copa del Mundo, entre mayo y junio del 90.

Fue así como se midió tres veces a la AS Roma (1-0, 2-1 y 1-2) y en una ocasión al Torino (0-2), Lazio de Roma (1-2) y el Inter de Milán (2-2). También se midió a siete conjuntos de ese país que jugaban en las Series C y D. Sus rivales fueron, de 1989 a 1990, los equipos Nuova Vigor (4-0), Lodigiani (0-0), Valle de Aosta (6-1), Valle de Lemme (9-0), Livorna (2-1), Cúneo (2-1) y el combinado Mondovi-Valeo (4-0).

A nivel individual, Hernán Medford fue el mejor anotador de la Tricolor en los 25 encuentros amistosos antes del Mundial italiano del 90, con siete goles, seguido por Roy Myers con seis.

La pequeña localidad de Mondovi era un pueblo rural, campesino, antiguo, apacible y de clima moderado situado en la provincia del Cuneo, en la región de Piamonte. Se convirtió en el cuartel general de Costa Rica (salvo breves escapadas a Finale Ligure, en Savona) ofreciéndole un clima excelente y plácida tranquilidad a los ticos, pese a ser un lugar turístico. 23.000 habitantes y a 559 metros sobre el nivel del mar. La elección de la cálida Mondovi también tuvo que ver con su proximidad con Turín y Génova, ya que los partidos de aquel grupo C se jugaron en el Luigi Ferraris y en el recién inaugurado Delle Alpi). Sus principales calles fueron adornadas con banderas de Costa Rica y las plazas tuvieron grandes letreros alusivos al Campeonato Mundial.

La Federación Costarricense de Fútbol vio en el Hotel Park di Mondovi de cuatro estrellas el sitio ideal para alojarse: servicios de baño, sauna, piscina y campo de tenis; restaurante, tienda, cafetería, bar y hasta adaptaron una sala como centro de oraciones para rezar antes de cada encuentro. Se reservaron en el segundo piso 15 habitaciones dobles para los jugadores y el cuerpo técnico, así como dos “suites” para los jefes de la delegación. No fueron alojados ni aficionados ni periodistas, con el fin de garantizar al plantel la mayor tranquilidad posible.

Con figuras como el portero Luis Gabelo Conejo y los delanteros Claudio Jara, Juan Cayasso y Hernán Medford, todo estaba dispuesto para la gran cita.

El éxito contra la Escocia de Andy Roxburgh fue solo el primer acto de la actuación de una generación de jugadores llenos de orgullo y entrega, que vieron multiplicada su ambición después de la victoria por 1-0 ante los escoceses, con 30.867 espectadores como testimonios. Los ticos jugaron con su habitual camiseta roja, pantalón y medias blancas formando con esta alineación:Luis Gabelo Conejo, Roger Flores, Ronald González, José Cháves, Mauricio Montero, Germán Chavarría, Óscar Ramírez, Roger Gómez, Héctor Marchena, Claudio Jara (Hernán Medford 86’), y Juan Cayasso, el goleador del encuentro.

 En la primera parte ninguno de los dos equipos practicó fútbol ofensivo, aunque hubo varias ocasiones para ambos. Cayasso sacó un remate en el minuto 6 que se fue ligeramente desviado. En el 18 Roy Aitken sacó un disparo que pasó por un costado de la portería de Conejo. Buena oportunidad para Escocia, equipo que por momentos tomó el control del partido. Hubo también otras dos jugadas donde Richard Gough y Stuart McCall se acercaron al área de Gabelo de forma muy peligrosa, pero no definieron de la mejor manera y sus remates salieron desviados. La presión de Escocia generó una de las jugadas más recordadas por todos los costarricenses en Italia 90. Era el minuto 39 y Mo Johnston, extremo de la derecha, recibió un gran pase retrasado y sacó un remate de zurda que Gabelo envió al tiro de esquina de forma espectacular. Gran parada del guardameta tico, que se acabaría convirtiendo en el mejor de su equipo, y la primera parte terminaría 0-0, y sin mucho trabajo para el colegiado argentino Juan Carlos Loustau.

El único gol del partido llegó en el arranque del segundo tiempo cuando Costa Rica tomó el control del encuentro, Óscar Ramírez combinó con Héctor Marchena, este avanzó con el esférico, aprovechó que el “Machillo” se desmarcó y entró al área, sirvió a Claudio Jara quien de tacón dejó a Cayasso de cara a gol y este no falló ante la salida del guardameta Jim Leighton. Jugada brillante, con golazo final y locura en el Estadio Luigi Ferraris de Génova. Aunque Escocia intentó la remontada de todas maneras, Luis Gabelo Conejo y su muralla defensiva mantuvieron su portería imbatida.

En su segundo partido, ante Brasil en Turín el 16 de junio, los ticos sorprendieron con una camiseta albinegra a franjas verticales, pantalón y medias blancas, en homenaje al Club Sport La Libertad, club pionero del balompié costarricense. Este curioso hecho hizo que la afición italiana lo interpretara a su manera como un guiño a la Juventus y se volcara con los ticos desde el primer minuto.

 Aunque perdieron por la mínima con gol de Müller, su histórica victoria ante Suecia por 1-2 en el tercer partido les dio el pase a octavos, donde fueron finalmente eliminados en Bari por la Checoslovaquia del tanque de 1,93 cm Tomáš Skuhravý, que les destruyó con un hat-trick demoledor. A pesar de que el resultado final fue de 1-4, los ticos se fueron ovacionados de San Nicola, que tuvo una asistencia de 47.673 espectadores. Cerca de 300 seguidores costarricenses despidieron con aplausos y lágrimas a sus ídolos en una cita histórica. La curiosidad final de la participación de Costa Rica en Italia 90 es que usaron 2 camisetas distintas del uniforme titular confeccionado por la marca Lotto.

"SIN OBLIGACION" SE PUEDE COLABORAR CON UN: cafecito.App/bjorgeomar


miércoles, 29 de mayo de 2024

HISTORIAS QUE MERECEN SER CONTADAS

ALBERTO PARSECHIAN EL ARQUERO QUE ATAJABA, PATEABA PENAS Y SOLIA ATAJR CON UN CLAVEL ROJO:

FUENTE: "DELASCENSOVENGO.BLOGSPOT.COM

Alberto Parschian fue arquero de Sportivo Palermo, Ferro, Temperley, Atlanta, Independiente de Trelew y Deportivo Armenio, donde representó al equipo que tenía el mismo origen que él. En el club de la colectividad jugó 12 años, hasta los 36, cuando decidió colgar los guantes de arquero y dedicarse a ser entrenador.




El loco”, como lo apodaban por lo que hacía dentro del campo de juego, debutó en 1969, a los 22 años, en Sportivo Palermo, que militaba en Primera C. En 1970 pasó a vestir la camiseta de Temperley, donde se quedó hasta 1972. Tras un paso de un año en Independiente de Trelew llegó a Ferro, donde permaneció hasta 1976. Ahí vistió por primera vez la camiseta de Armenio, hasta que en 1982 fue a atajar a Atlanta. En 1983 volvió al conjuto hayastansi, donde se retiró luego de dos temporadas y empezó a ejercer su nueva profesión: diretor técnico. Al mando del conjutno tricolor logró el único ascenso a Primera A en la historia del club.


Parsechian fue, según cuenta la historia, el segundo arquero en patear un penal (el primero fue Héctor Alterio en 1931): “Fue en 1972, cuando jugué el Campeonato Nacional para Independiente de Trelew contra Vélez y el arquero era Norberto Peratta. En total pateé 13 penales en mi carrera y convertí 11″ . También fue el primer arquero en jugar con camiseta de mangas cortas.



En una oportunidad atajó con una flor en la boca; fue en un partido en el que Armenio visitaba a El Porvenir, que venía de consagrarse campeón, y los hinchas del club de Gerli arrojaban papelitos y flores a modo de festejo. Ante esto, Parsechian respondió agarrando el clavel más rojo y colocándoselo en la boca, y así atajó durante todo el partido. Algunos hinchas se reían, otros lo aplaudían y la gran mayoría lo insultaba. Pero él no lo hacía con la intenció de provocar, sino para “quitarle un poco de drama a todo lo que rodea al fútbol”.


Otra razón por la que se ganó su apodo fue en un partido frente a All Boys. Luego de interceptar un corner, y al ver que uno de sus compañeros le pedía la pelota junto al lateral, impactó la pelota de volea de tal manera que esta dio contra el travesaño y le cayó al pie a su compañero. Los hinchas del club de Floresta se preguntaban: “¿Quién es este loco?”.

Por Andrés Yacoubian (@andiyaco)

"SIN OBLIGACION" SE PUEDE COLABORAR CON UN:  cafecito.App/bjorgeomar

martes, 28 de mayo de 2024

DE COLECCION:

 RUBEN SOSA EL PRINCIPITO QUE CONQUISTO EUROPA

FUENTE: "KODRO MAGAZINE"

Rubén Sosa, apodado como «El Principito», es considerado como uno de los mejores futbolistas surgidos en Uruguay durante la segunda mitad del siglo XX. Durante su extensa carrera profesional, que tuvo lugar de 1982 hasta 2005, el exinternacional uruguayo disputó 687 partidos y marcó 221 goles en clubes de hasta 5 países. En su palmarés encontramos una Liguilla Pre-Libertadores, una Copa del Rey, una Bundesliga, tres campeonatos de Uruguay y una Copa de la UEFA, además de reconocimientos de máximo goleador de la Primera División de Uruguay de 1998 y de la Copa Libertadores de 1999 o el Premio Pirata d’Oro al futbolista del año del Inter de Milán de 1993.




Con la selección de Uruguay ganó la Copa América de Argentina 1987 y la celebrada en su país de origen en 1995, además de ser subcampeón en Brasil 1989. También participó en el Mundial de Italia 1990, en Copa América Ecuador 93, así como en las eliminatorias del Mundial de Estados Unidos de 1994. Como juvenil jugó el Campeonato Mundial Juvenil en 1983. Disputó un total de 46 partidos, marcando 15 goles, que le valieron para ser el goleador de las Eliminatorias sudamericanas de 1989 y el mejor jugador de la Copa América de 1989.

Nacido en Montevideo un 25 de abril de 1966, para él y su familia nada fue fácil al comienzo. “Yo tenía 10 hermanos y mi vieja me decía, el que no viene a la 1 no come, entonces veníamos rápido. Cuando dejé el baby fútbol en Potencia, estudiaba poquísimo porque quería ayudar a mi vieja y a los 13 años empecé a matar pollos, a trabajar. Me acuerdo de que yo decía, esta es mi pretemporada, yo voy a ser futbolista”, recuerda el jugador. A los 14 debutó en la Sexta de Danubio y a los 15, Sergio Markarian lo puso en Primera división.

“Yo era un inconsciente que le gustaba correr atrás de la pelota, le quería ganar a Maradona y a todos los fenómenos. Cuando debuté en Primera estaba como loco para jugar y yo jugaba contra grandes jugadores y ya veteranos que tenían más de 30 años, pero no miraba la edad. Es como decía Markarian, cuando sos bueno no hay pasaporte, hay que meterte en la cancha. Te tienen que cuidar, porque no es meter por meter. Markarian me ponía 15 o 20 minutos, yo quería jugar más, hasta que entré de titular y no salí más”.

Cuando cumplió la mayoría de edad se fue al Real Zaragoza, después de tres años con su primer club profesional, Danubio, en Uruguay. En las tres temporadas anteriores, Zaragoza había terminado sexto, séptimo y décimo en la máxima categoría española. Sosa contribuyó con cinco goles en 17 partidos para ayudar a su nuevo equipo a alcanzar un cuarto puesto en su primer año. “Fue difícil el primer año porque entrenaban distinto ellos, en las montañas, con nieve, corría 100 metros en la montaña y yo con 18 años no tenía mucho músculo, era flaquito. Los primeros meses no le hacía un gol a nadie, era otro ritmo. Jugué contra Hugo Sánchez, Míchel, Butragueño, eran profesionales mayores. Ahí tenía un buen entrenador también, Luis Costa, que era de Zaragoza, que hizo lo mismo que Markarian, me cuidó y de repente a veces me dejaba descansar y me metía en el segundo tiempo, y después cuando vio que estaba físicamente bien, que estaba fuerte, empecé a jugar de titular”.

No solo el Real Zaragoza superó al Atlético de Madrid para obtener un puesto entre los cuatro primeros, sino que también llegó hasta el final en la Copa del Rey, derrotando al Barcelona de Terry Venables en la final. Sosa marcó el único gol del partido contra los catalanes, logrando meter un tiro libre raso tras una ligera desviación en la barrera defensiva. Fue el primer trofeo doméstico del Zaragoza en 20 años.

Esa fue la mejor temporada para Sosa y el conjunto maño durante su paso de tres años por La Romareda. Aunque el Zaragoza no saboreó más éxito durante ese período, Sosa, entonces con 22 años, se había establecido como uno de los nombres más emocionantes y prometedores del juego. Marcó 18 goles en la liga en su última temporada en España, lo que le valió un traslado a Lazio.

El pase de Danubio a Zaragoza lo hizo el presidente de la Franja, el ingeniero Héctor Del Campo, junto a un abogado. Cuando terminó el contrato en el club español, empezó a representarlo Francisco Casal. “Paco me preguntó si quería ir para Italia, era el boom en los 90. Por supuesto, le dije”. Fue en Italia donde la carrera de Sosa realmente despegó. Había sido parte del equipo de Uruguay que ganó la Copa América de 1987 y ahora, un año después, estaba a punto de comenzar a ejercer su oficio en lo que entonces era la liga más importante del mundo. “En Italia me dijeron de hacer el pasaporte comunitario para jugar un par de años más y dije que no, me voy, ‘sono uruguaiano’ les decía. Me sentía un embajador de Uruguay porque respetaba a los chicos que salían de acá. Uno de los primeros fui yo, después fueron el Pepe Herrera a Cagliari, el Enzo, el Pato Aguilera la rompió».

A pesar de su estatura baja y robusta, Rubén Sosa tenía una explosión de velocidad que lo hacía especialmente efectivo en el Calcio. Además, su toque con el pie izquierdo era algo impresionante. Sosa podía ejecutar los toques más delicados por encima de un portero que avanzaba o disparos de larga distancia que parecían capaces de romper un larguero.

En un momento en que Diego Maradona estaba brillando en el Napoli, Sosa hizo su propio nombre en la Lazio, especialmente como especialista en tiros libres. Marcó ocho goles en la Serie A en cada una de sus dos primeras temporadas para los gigantes de Roma, junto a estrellas como Luigi Di Biagio y Paolo Di Canio.

En la Copa América de 1989, Sosa marcó cuatro goles mientras Uruguay terminaba segundo detrás de Brasil. Fue votado como el mejor jugador del torneo por delante de Maradona, Romário, Bebeto y el propio El Príncipe, Enzo Francescoli.

Sosa aumentó su cantidad de goles con 11 y 13 en su tercer y cuarto año en Roma. Sin embargo, no hubo trofeos para El Principito ni para la Lazio antes de unirse a Internazionale en 1992. Los Biancocelesti no terminaron más arriba del décimo puesto en la Serie A mientras Sosa estuvo en el club.

Desde su llegada a la Serie A, Sosa nunca había formado parte de un equipo que desafiara por el título. Todo eso cambió en su primer año con el Inter. Impulsado por la presencia de estrellas como Walter Zenga, Giuseppe Bergomi, Nicola Berti, Matthias Sammer y Totó Schillaci, El Principito comenzó a jugar el mejor fútbol de su carrera. En lugar de achicarse en su nuevo entorno entre jugadores de renombre, Sosa demostró que pertenecía y que podía ser un pez gordo en lo que ya era un estanque bastante grande.

Inter había vendido a sus tres leyendas alemanas: Andreas Brehme, Lothar Matthäus y Jürgen Klinsmann, el verano en que llegó Sosa después de terminar en octavo lugar en 1991/91. Demostró ser un reemplazo más que capaz para Klinsmann, marcando 20 goles en su primera temporada.

Inter quedó segundo detrás de sus rivales locales, AC Milan, dirigidos por Fabio Capello y contando con el talento de jugadores de clase mundial como Franco Baresi, Paolo Maldini, Demetrio Albertini, Ruud Gullit, Dejan Savićević, Frank Rijkaard, Jean-Pierre Papin y Marco van Basten. En términos futbolísticos, era una vergüenza de riquezas que tenían a su disposición sus vecinos cercanos.

En 1993/94, Inter cayó a un decepcionante 13.º lugar en la Serie A, a pesar de agregar a su propia contingencia holandesa al equipo. Llegaron un joven Dennis Bergkamp y el centrocampista Wim Jonk. Sosa volvió a ser el máximo goleador del club en la liga con 16 goles. «Dennis era un chico muy cerrado, un holandés típico, con una técnica bárbara, que vino muy jovencito al Inter. Era muy tímido, no se reía, y cuando festejaba apenas abría los brazos, mientras que yo hacía un festejo a toda alegría con “el avión” (risas). Pero era un campeón, no era fácil sacársela y, así como podía errar un mano a mano, hacía un gol increíble o salía de dos o tres marcas con gran facilidad. Fue un jugador estupendo».

Inter se había clasificado para la Copa de la UEFA. Con Sosa y un influyente Bergkamp llevando los hilos, llegaron hasta el final y levantaron el trofeo. Inter venció a Austria Salzburgo 2-0 en el global en la final a doble partido. Sosa disfrutó de una gran relación con los aficionados de Inter, como mencionó en una entrevista muchos años después de retirarse. «Tengo grandes recuerdos de mi tiempo en Inter, de jugar en un escenario como San Siro. Los aficionados solían cantar mi nombre cuando marcaba goles, y ese fue uno de los equipos más importantes para mí».

 En la escena internacional, Sosa y Uruguay sufrieron unos años estériles. Salieron de Italia 90 en octavos de final, perdiendo 2-0 contra los anfitriones. Sosa fue omitido del plantel de Uruguay para la Copa América de 1991 por el entrenador Luis Alberto Cubilla. La Celeste no logró avanzar más allá de la primera fase de grupos en Chile.

Cubilla aún estaba a cargo para el torneo de 1993. Esta vez llevó a Sosa a las finales en Ecuador, pero el jugador de 27 años no disputó ni un minuto en el campo. El equipo de Cubilla fue eliminado en penales por Colombia en los cuartos de final. Afortunadamente, para Sosa, su historia en la Copa América no terminó ahí.

El verano de 1994, recién comenzado la danza de fichajes de todos los años, el Real Madrid con Jorge Valdano como nuevo entrenador, andaba tras los pasos de un delantero de nivel. Sonaban algunos nombres como Eric Cantona (Francés) y Rubén Sosa (Uruguayo). Comenzaron los rumores, el representante del jugador lo daba por hecho. Fuentes del propio Real Madrid lo daban por cerrado el traspaso. Se habían reunido y pactado el fichaje por aproximadamente 500 millones de pesetas (cerca de 3,5 Millones de dólares de hoy en día).

 Al final ni fichaje ni nada, e incluso Sosa fue multado en el Inter por sus declaraciones, y además se quejó públicamente de la actitud de Ramón Mendoza, presidente del Real Madrid. Así pues, la temporada 1994/95 sería la última de Sosa en Italia. El nuevo entrenador Ottavio Bianchi llevó al Inter a un respetable sexto lugar en la Serie A con Sosa nuevamente como máximo goleador del club, aunque con solo ocho goles. Sin embargo, no pudieron defender con éxito su corona de la Copa de la UEFA, ya que Sosa falló el penalti vital en Villa Park después de que el Inter empatara 1-1 en dos partidos con el Aston Villa de Ron Atkinson. El lanzamiento de Sosa golpeó el larguero y rebotó al otro lado de la línea. Villa marcó su último penalti y eso fue todo. La aventura del Inter en la Copa de la UEFA había terminado y Sosa partió hacia Alemania en el verano de 1995.

Ottmar Hitzfeld llevó a Sosa a la Bundesliga, persuadiéndolo para unirse al campeón defensor Borussia Dortmund. Aunque solo pasaría un año en Alemania, Sosa ganó su primer título de liga doméstica allí. Junto a Jürgen Kohler, Andreas Möller, Karl-Heinz Riedle y Stéphane Chapuisat, Sosa se encontró siendo utilizado como jugador de plantilla. Disputó 17 partidos (ocho como titular) para el Dortmund de Hitzfeld, contribuyendo con tres goles. El Dortmund fue eliminado de la Liga de Campeones en los cuartos de final, derrotado 3-0 en el global por un Ajax inspirado por Jari Litmanen.

 Hablando de su experiencia en la Bundesliga, Sosa dijo: «Es un fútbol rápido, creo que fue más un impacto físico para mí que técnico. Pero veo que hay muchos aficionados. Los aficionados son apasionados por el fútbol. Fue un año hermoso para mí, porque ganamos el campeonato alemán».

Sosa ganó su último trofeo en el fútbol internacional como parte del plantel de la Copa América de 1995 dirigido por Héctor Núñez. Principalmente, fue utilizado como suplente en las primeras etapas de la competencia, ya que Núñez había decidido sobre una pareja de ataque titular compuesta por Francescoli y Daniel Fonseca. Sin embargo, Sosa había ganado su segunda medalla de oro de la Copa América. Lamentablemente, nunca volvería a representar a su país, terminando con un respetable registro de 15 goles y 46 apariciones para Uruguay.

Después de solo un año en Alemania, Sosa regresó a LaLiga, uniéndose al recién ascendido CD Logroñés. Aunque ya superaba los 30 años, jugó 35 partidos en la máxima categoría y marcó siete goles. Sin embargo, no pudo evitar que el club descendiera directamente a la segunda división. Con eso, se cerró el capítulo europeo de la carrera futbolística de Sosa.

En 1997, Sosa regresó a su tierra natal, uniéndose al club que había apoyado de niño: Nacional. Tres títulos uruguayos seguirían en sus cinco años en Nacional en 1998, 2000 y 2001. Sosa volvió a disfrutar de su fútbol y de la adoración de los aficionados de Nacional. En 1999, aunque Nacional solo llegó a los octavos de final de la Copa Libertadores de ese año, Sosa fue el máximo goleador del torneo con seis goles.

Le siguió un traslado al club chino Shanghai Shenhua en 2002. Allí, Sosa ganó un título de liga, aunque sería retirado de los honores del club debido a hallazgos de amaño de partidos más de diez años después. El delantero regresó a Uruguay para jugar intermitentemente durante los próximos años en Nacional y Racing Montevideo, finalmente poniendo fin a su carrera profesional en 2006, a la edad de 40 años.

SIN OBLIGACION SE PUEDE COLABORAR CON UN:cafecito.App/bjorgeomar

sábado, 25 de mayo de 2024

DE COLECCION

CAFU EN EL ZARAGOZA

FUENTE:"KODRO MAGAZINE" 

Cafú llegó por primera vez a Europa con 24 años el enero de 1995, recién nombrado mejor jugador sudamericano y convirtiéndose en el primer fichaje de invierno de la historia del Real Zaragoza. Pese a llegar con la condición de campeón del mundo y haberlo ganado todo con el São Paulo de Telê Santana, la limitación de tres extranjeros en el once inicial y el estado de forma del internacional español Belsué le impidieron jugar con regularidad, aunque sumó la Recopa de Europa a su palmarés.




«Tengo un recuerdo fantástico de Zaragoza, increíble. Estoy muy agradecido al club porque fue el primer club que me abrió las puertas de Europa. Y ahí fuimos muy felices con la familia y con la familia del Zaragoza también, con todos. Fui a Europa para aprender una cultura diferente, para jugar un fútbol diferente. Porque en Brasil ya lo había ganado todo con el São Paulo y con la selección y tenía muchas ganas de jugar en España, Italia o Inglaterra y conocer también otros idiomas y a otra gente, otro fútbol. Me vinieron a buscar porque necesitaban un jugador más que pudiera jugar por la izquierda y por la derecha porque por la derecha teníamos peso, pero por la izquierda teníamos pocos jugadores y hacía falta uno que pudiera hacer las dos posiciones. Era increíble cómo jugaba ese equipo, cómo nos hacía jugar. Jugábamos muy bien al fútbol porque teníamos jugadores de una calidad increíble».

En aquella campaña, en la que el Real Zaragoza se encontraba inmerso en tres competiciones: Liga, Copa y Recopa,y Víctor Fernández vio en Marcos Evangelista de Morães un verdadero salto de calidad para la plantilla, y consiguió lo que el Real Madrid no pudo dos años antes. Cafú se convertiría así en el quinto extranjero del equipo aragonés, que ya contaba con Cáceres, Poyet, Esnáider y Franco. Aquel era un equipo construido a base de oficio y con los roles automatizados en cada línea. En su posición, el capitán Alberto Belsué, se encontraba en un fantástico estado de forma que incluso le permitió hacerse un hueco en la Selección Española que participó en la Eurocopa de Inglaterra de 1996. Por eso, y por alguna que otra lesión, la figura de Cafú nunca llegó a brillar en la capital del Ebro como lo haría años más tarde en Roma o Milán.

 Cafú acabó disputando 1.160 minutos en total repartidos en 19 partidos entre Liga, Copa y Recopa, donde fue protagonista únicamente en la vuelta de semifinales frente al Chelsea. Pese al deseo de que permaneciera en el club, el jugador decidió volver a su Brasil natal, donde pasó primero por el Juventude antes de recalar en el Palmeiras. «Jugué poco porque claro, solo podían jugar tres extranjeros y, además, por delante tenía a Belsué, que era el capitán e internacional. Así que como a mí lo que me gustaba era jugar y tenía muchas ganas de hacerlo, pues me volví a Brasil para poder jugar. Me fui al Palmeiras».

Allí conquistaría otro Campeonato Paulista antes de volver para su segunda aventura europea en la Roma, con la que conquistaría el Scudetto en 2001 y tres años más tarde, en 2004, con el Milán, con quien también alzaría la Champions y el Mundial de clubes en 2007. Además, volvería a ganar el Mundial con Brasil en 2002. Numerosas gestas junto al logro de haber entrado en el Mejor Once de la Historia del Fútbol de L’Equipe.

"SIN OBLIGACION" SE PUEDE COLABORAR CON UN:  cafecito.App/bjorgeomar

 

viernes, 24 de mayo de 2024

HISTORIAS QUE VALEN LA PENA CONOCER

VIDA Y OBRA DE JORDI LARDIN DEL RCD ESPANYOL:

FUENTE: "KODRO MAGAZINE"

Jordi Lardín es uno de los jugadores más emblemáticos de la historia del RCD Espanyol, recordado por ser uno de los delanteros más efectivos y rápidos que han vestido la camiseta perica. Único representante del club en la Selección Española de los Juegos Olímpicos de Atlanta de 1996, donde participó en 4 partidos bajo las órdenes de Javier Clemente.




Tras debutar en el primer equipo del CE Manresa, la temporada 90-91, en Primera Catalana (con tan solo 17 años), fue incorporado al juvenil blanquiazul aquel mismo año, pese al interés del FC Barcelona. Fue fichado, junto a su compañero David Gallego, por José Manel Casanova y Daniel Solsona. «El presidente y el gerente del Manresa me dijeron que el Barça preguntó por mí, les pidió que me lo comentaran y que no firmara por el Espanyol. Pero preferí fichar por mi actual club porque veía más posibilidades de llegar a Primera y porque mi padre era periquito», aseguraba el jugador a la revista Don Balón en 1994.

Su gran proyección y capacidad goleadora en el juvenil de División de Honor (sub-19) durante la temporada 1991-1992, llegando a los 26 goles, le llevarían en una misma temporada a debutar en el CE Hospitalet (filial perico por aquel entonces) y primer equipo. El debut en Segunda B llegó gracias a Ramón Moya en un partido ante el Hércules; y en el primer equipo de mano de Javier Clemente (en su segunda etapa en el club), que lo convocaría para dos partidos de la Copa de la Generalitat (actual Copa Catalunya), siendo el de su debut contra el Igualada.

El técnico vasco se hizo cargo del banquillo del RCD Espanyol los veinte últimos partidos de Liga de aquella temporada, consiguiendo diez victorias y cuatro empates que certificaron la permanencia. Además, se tomó como personal el futuro de Jordi en el club, ofreciéndole un contrato hasta 1994 con una cláusula de 300 millones de pesetas. El club de Sarriá propuso a Clemente continuar, pero en junio de 1992, la Real Federación Española de Fútbol le ofreció dirigir a la selección española y no dudó en aceptar la oferta.

Su esperado debut en la máxima categoría del fútbol español llegaría la temporada 1992-1993, concretamente el 6 de septiembre de 1992, y de la mano de José Manuel Díaz Novoa, en la primera jornada del Campeonato Nacional de Liga, que enfrentó en el Estadio de La Romareda al Real Zaragoza y al RCD Espanyol.

Jordi empezó como titular en un partido que finalizó con victoria local por 2-1, y disputó los primeros 72 minutos. Su primer gol, o doblete, llegaría casi dos años después, el 4 septiembre de 1994, en Sarrià, al anotar dos goles en los minutos 53 y 60, en un encuentro que clausuró con el resultado de 4 a 2, ante el Real Oviedo. El reconocimiento final como una de las mayores promesas españolas de principios de los 90 sería el inicio de sus convocatorias con la Sub-21 española, con la que llegaría a disputar 15 partidos y marcar un gol.

 Tras el descenso de los de Sarrià a la Segunda División A, la temporada 1992-1993, pasó a ser indiscutible en las alineaciones, bajo la tutela de José Antonio Camacho, y posteriormente se convirtió en uno de los más destacados del equipo, ya en el retorno perico a la Primera División para la temporada 1994-1995. Fue el gran artífice del ascenso en el partido clave, disputado a las 4 de la tarde de la Diada de Sant Jordi de 1994, cuándo anotó un doblete a los 8 minutos de haber empezado el partido ante el Cádiz.

Su velocidad y facilidad para el desmarque le valdrían el apodo de «Speedy», aunque su capacidad goleadora también fue uno de sus puntos fuertes. La campaña 1994-1995 anotó 12 goles, aumentando este registro en 5 para la siguiente temporada. Memorables sus grandes actuaciones y goles contra el Real Madrid durante la temporada 1995-1996. Primero en Liga, ganando en el Bernabéu (por última vez hasta día de hoy), por 1-2, marcando ambos goles (Mundo Deportivo lo bautizó en portada como «Lardinazo»), y posteriormente el 11 de enero de 1996 en los octavos de final de la Copa del Rey ante el Real Madrid, en el que el conjunto perico goleó al Madrid por 4-1, con una actuación estelar.

Tras llegar a su máximo nivel de forma, Valencia y Atlético de Madrid pelearon por su fichaje el mayo de 1997. El presidente valencianista, Roig llegó a un acuerdo total con el delantero, adelantando 75 millones de pesetas, e intentó que el RCD Espanyol le aceptara una rebaja considerable de la cláusula de rescisión del jugador:2.000 millones de pesetas. Sin embargo, el Atlético acabaría alcanzando el acuerdo total con los catalanes, y el Valencia perdería el dinero. El extremo permanecería en el Vicente Calderón hasta el descenso del club colchonero a la Segunda División A. Fue en aquella época cuándo debutaría con la Selección Española absoluta, en noviembre de 1997 ante Rumanía.

Posteriormente, sería cedido al RCD Espanyol, con la esperanza de que recuperase su buen juego de antaño. Sin embargo, jugó pocos partidos en su vuelta, y volvió a la disciplina del Atlético para ser cedido al Xerez. Sus números finales como perico fueron 163 partidos y 47 goles en su primera etapa, que tuvo lugar entre 1992 y 1997, y 8 partidos en su breve vuelta en 2001.

"SIN OBLIGACION" SE PUEDE COLABORAR CON UN:  cafecito.App/bjorgeomar

jueves, 23 de mayo de 2024

HISTORIAS QUE VALEN LA PENA CONOCER

RACHID DAOUDI, LEYENDA DEL WYDAD ATHLETIC CLUB

FUENTE. "KODRO MAGAZINE"

Rachid Daoudi era un mediocampista con gran potencia y precisión de tiro, además de poseer una privilegiada zurda que le llevó a ser leyenda en el Wydad Athletic Club, y formar parte de la selección de Marruecos del Mundial de Estados Unidos de 1994. Uno de los jugadores con más talento de la brillante generación de futbolistas marroquís de los 90, entre los que también destacaban Naybet, Hadji y Bassir.





Nacido en Fès el 21 de febrero de 1966, Rachid se mudó posteriormente con su familia a la ciudad de Casablanca, concretamente al barrio de Bourgogne, el año 1973. Tras acceder a las categorías inferiores del Wyad Athletic Club, se formaría como futbolista en él hasta llegar a ser una de sus máximas estrellas. Desde su debut con el primer equipo en 1988, Rachid ganó los campeonatos de liga de las temporadas 1989/1990, 1990/1991 y 1992/1993, la Copa del Trono en 1989 y la Copa Árabe en 1990. Aunque el título más prestigioso que consiguió con la camiseta del Wyad fue la Champions League Africana de 1992.

Los aficionados de la liga marroquí fueron testigos de los espectaculares disparos y goles antológicos de “Duweida”, apodo con el que era conocido. Su último trofeo durante la primera etapa en el Wyad fue la Copa Afroasiática en 1994. Después de este último trofeo, se mudó al club saudita Al-Shabab, donde ganó dos campeonatos, la Copa del Príncipe Heredero y la Liga de Campeones Árabe. Posteriormente, probaría suerte en Europa con el club portugués Tersanci, donde jugaría 20 partidos, y marcaría 2 goles. La temporada 1996-1997 puso rumbo otra vez a Casablanca para volver al Wydad, donde volvería a conquistar una Copa del Trono, gracias a un gol suyo en el partido decisivo.

El Xerex CD de la Segunda División A de España fue su siguiente destino europeo, allí disputó 27 partidos y marcó 2 goles. Más tarde vendría su paso por el Al Ain de Emiratos Árabes Unidos, que finalizó tercero en la Liga de Campeones de la AFC, el Al Wasl del mismo país, con el que disputó la final de la Copa de los Emiratos, el Al- Ahly de Qatar y nuevamente retorno al Wydad en 2002 para ganar la Copa del Trono. Rachid Daoudi concluyó su carrera futbolística con el Al-Suwaiq Club Omaní en 2006 a la edad de cuarenta años.

En cuanto a su carrera con la selección de Marruecos, sumó 53 internacionalidades entre 1989 y 2001, marcando 8 goles. Participó en la Copa Africana de Naciones de 1992 y en la Copa del Mundo de 1994. Ganó la medalla de plata en los Juegos de la Francofonía con el combinado marroquí en 1989.

"SIN OBLIGACION" SE PUEDE COLABORAR CON UN:  cafecito.App/bjorgeomar

miércoles, 22 de mayo de 2024

HISTORIAS PARA CONOCER:

JAN URBAN EL MAXIMO GOLEADOR EXTRANJER DEL OSASUNA

FUENTE: "KODRO MAGAZINE"


Jaworzno Urban sigue siendo el máximo goleador histórico del Club Atlético Osasuna con 184 partidos disputados y 58 goles. El jugador polaco promedió 0,28 goles por partido alcanzado un total de 45 en todos sus encuentros en Primera División.




Tras ganar con el Górnik Zabrze polaco tres Ligas y una Supercopa, y debutar con la selección polaca, dio el salto a la liga española. Así, en agosto de 1989 firmó por el Club Atlético Osasuna,​ donde pronto se convirtió en uno de los jugadores más destacados y carismáticos del equipo. En total fueron seis temporadas en las que el exdelantero internacional y mundialista polaco se ganó el cariño del Sadar con gestas como el 0-4 en el Bernabéu, el 30 de diciembre de 1990 (hat-trick, el primero de su carrera, y una asistencia), o la victoria en Copa de la UEFA por 2-3 ante el Stuttgart, equipo que acabaría ganando la Bundesliga esa misma temporada, el 6 de noviembre de 1991 (dos goles y una asistencia).

Jan fue el primero de la lista de futbolistas polacos que aterrizaron en Pamplona durante los años 90: Roman Kosecki, Ryszard Staniek, Jacek Ziober o Miroslav Trzeciak. «Tuve suerte de llegar en un momento en el que el equipo estaba jugando bastante bien, el año del 0-4 hicimos una temporada histórica, con un cuarto puesto en Liga. El año de la UEFA nos eliminó el Ajax de Bergkamp, que acabó campeón, y les jugamos de tú a tú los dos partidos. El 0-4 fue algo histórico para todos, siempre estará en la historia de Osasuna como uno de los partidos más destacados. Recuerdo que, cuando tenía que venir el Barcelona o, sobre todo, el Real Madrid, veíamos durante la semana que se iban lesionando jugadores. Los jugadores bromeábamos con que aquí no quería venir nadie y en eso tiene mucho que ver cómo es El Sadar y la afición. Osasuna, y no solamente en la época en la que yo jugué en Osasuna, ha sacado partidos e incluso ha salvado la categoría por el ambiente de El Sadar, que lleva en volandas al equipo y a veces paraliza al rival», relata Urban.

Jan Urban que también disputó el Mundial de México de 1986, acabó fichando en 1995 por el Real Valladolid, para posteriormente pasar por el CD Toledo, el VfB Oldenburg alemán y se retiró en el Górnik Zabrze en 1998.


NOTA: SIN OBLIGACION SE PUEDE COLABORAR CON:  cafecito.App/bjorgeomar

martes, 21 de mayo de 2024

HISTORIAS QUE VALEN LA PENA CONOCER

LA EVOLUCION DEL SENSACIONALISMO DEPORTIVO EN ESPAÑA

FUENTE: "KODRO MAGAZINE":

El enésimo episodio sensacionalista de la prensa española, con la privacidad de Florentino Pérez como gran víctima, fue la máxima expresión de un tipo de periodismo sensacionalista que se lleva perfeccionando en España desde hace muchos años. Una detrás de otra van cayendo todas las caretas, para permitirnos ver el verdadero rostro de la gran mayoría de cabeceras periodísticas de España. Más allá de sus autodefiniciones y autoconvencimientos enfermizos, nos muestran cuanto ruin se puede llegar a ser para conseguir poder, dinero o simplemente llamar torpemente la atención por unos miserables minutos de gloria.




A continuación analizamos algunos de los casos más curiosos que nos ha «regalado» el sensacionalismo español.

 

La portada de Johan Cruyff crucificado en Don Balón

Mal gusto, genialidad, pieza de coleccionista o total despropósito para experimentar con la provocación. Que cada uno defina a su manera la portada escogida por el mítico semanario Don Balón el 14 de febrero de 1977 con Johan Cruyff, en aquel momento jugando en el FC Barcelona, emulando a Jesucristo colgado en una cruz.

Cruyff había sido expulsado en un partido ante el Málaga por el colegiado Melero González, en una de las polémicas más sonadas de la década. Aquella expulsión provocó graves incidentes en el Camp Nou y una suspensión por un partido (ampliada después a tres) del jugador holandés. El Juzgado número 13 de Barcelona decretó el secuestro preventivo de la publicación. El periodista José María García dimitió como editor consejero de la revista que, en el número siguiente, tuvo que pedir perdón. Actualmente es el ejemplar de la extinta revista Don Balón más buscado por los coleccionistas.

 

Ser notorios a cualquier precio, aunque se acabe haciendo lo contrario de lo que se predica

Una popular revista española basada en opiniones personales sobre fútbol y celebrities, en su número 75, emitió un especial en clave de «humor ácido» para el Mundial de Rusia de 2018. La edición generó gran polémica y revuelo, especialmente en Colombia, ya que se hizo un vergonzante símil entre los jugadores convocados por José Néstor Pékerman con narcotraficantes, bajo el nombre «El once de los narcos».

Dentro de esa alineación se mencionaron a Pablo Escobar, Griselda Blanco, Carlos Lehder, Gonzalo Rodríguez Gacha, Miguel Rodríguez Orejuela, Gilberto Rodríguez Gacha, Pacho Herrera, Fabio Ochoa, Jorge Ochoa, Juan David Ochoa y Jhon Jairo Velásquez, alias Popeye, ex jefe de sicarios de Escobar. Personajes que destrozaron familias enteras, y gran parte de la historia moderna de Colombia a base del tráfico de drogas, balazos, bombas y miles de muertes.

Debido al revuelo e indignación que generó, en especial entre los colombianos, la revista acabó pidiendo disculpas en su cuenta de Twitter. «Pedimos disculpas a los colombianos que se han sentido ofendidos por nuestra Antiguía 2018. No era en ningún caso nuestra intención. Siempre hemos querido tratar al país con cariño y respeto. En la Antiguía de 2014 publicamos el 11 de Gabo. Más tarde, le dedicamos un número. La Antiguía no es un contenido serio. Está hecha con un tono ácido y en ella no siempre destacamos cosas positivas. Esta vez ha sido así. Pero la distancia y el efecto de ciertas series de televisión nos han jugado una mala pasada. Lo sentimos», esgrimió el medio español añadiendo sorna al asunto.

Si el efecto deseado era la difusión de su especial fue todo un éxito en redes sociales, además muchos medios de comunicación de Latinoamérica se hicieron eco de ello: Infobae, Caracol TV o Futbolred entre muchos otros.

 

La criminalización del fútbol en las escuelas

Si lo que se trata es de provocar e intentar sacar a la gente de sus casillas sin ningún tipo de pudor ni freno, hay una televisión autonómica en España que se lleva la palma. Esta cadena en 2018 flirteó con la idea de que el fútbol provoca violencia entre los niños, para ello puso todos sus recursos para mostrar el caso de un colegio que prohibió algo tan sagrado, inocente y bonito como el fútbol en la hora de recreo.

Esta vergonzosa historia empezó el 24 de octubre de 2018 cuando la televisión autonómica hizo pública una noticia con el siguiente titular: “La hora del patio sin fútbol: la iniciativa de una escuela para evitar peleas”. Se usaron los testimonios de niñas y niños contrarios la práctica del fútbol para intentar argumentar la decisión tomada por el colegio…

 

El «todo por la pasta» sigue evolucionando

El sensacionalismo en la prensa española no solo se articula con noticias o contenidos polémicos en radios, podcasts, programas de televisión, prensa escrita o Internet, también lo hace con los últimos trucos en malas artes en el ámbito de la programación. Dos de los diarios deportivos más importantes del país des de hace pocos meses utilizan «links fantasmas», una técnica que consiste en redirigirnos automáticamente a la web de un anunciante cuando clicamos encima del titular de una noticia, obligándonos a consumir publicidad (como si de un error del navegador se tratara) y posteriormente a retroceder para acceder correctamente a la noticia… Una evolución aún más retorcida del odioso «clickbait».

 

"HISTORIAS QUE VALEN LA PENA CONOCER"

LA HISTORIA DE LOS HERMANOS BONETI FUENTE: "KODRO MAGAZINE" Ivano y Dario Bonetti fueron los únicos hermanos de la mítica plantill...