viernes, 31 de marzo de 2023

EL DT QUE QUIERE BOCA JUNIORS

CONOCIENDO EL PERFIL DE DIEGO MARTINEZ

FUENTE: BOLA VIP:

Diego Hernán Martínez llegó al mundo el día 16 de noviembre de 1978, cuyo estreno como profesional fue en 1997 con la camiseta de Ituzaingó, donde militó hasta 2002. Luego llegó su despegue al exterior ante el paso por Aurora de Guatemala, resaltando que otros sitios fuera del país en los cuales formó parte fueron el Deportivo Pereira colombiano (2004), Pierikos (2007-10) y Diagoras (2010-11), ambos de Grecia. Otros pasos en suelo local ocurrieron en Gimnasia de Concepción del Uruguay, dos ciclos de All Boys, Temperley y Estudiantes BA, retirándose en Caseros en 2011 en un recorrido ligado al ascenso.




Sus inicios como entrenador lo tuvieron al frente de las categorías infantiles de ni más ni menos que Boca, teniendo las categorías 2000 hasta 2004. Allí es donde hoy profesionales como Marcelo Weigandt, Agustín Almendra, Valentín Barco, Facundo Colidio, Agustín Obando, Agustín Sández, Equi Fernández, Vicente Taborda, Aaron Molinas, Gabriel Vega, entre otros, estuvieron bajo su mando. Antes del color azul y oro, Diego integró el "Proyecto Barcelona" en el cual los catalanes desembarcaron en Sudamérica para buscar "nuevos Messis" y donde realizó un master en Cataluña.

Tras un primer currículum a resaltar en la faceta de técnico, el apodado "Gigoló" (incorporado en 2021 al tener un parecido con Javier Bazterrica, personaje que en 2015 saltó a la fama tras las denuncias que recibió por estafa) volvió a su "Verde" querido y así comenzar a dirigir adultos en la temporada 2015-16. Y su carrera fue progresivamente en ascenso, ya que estuvo al frente de Cañuelas, Comunicaciones, Midland, Estudiantes BA y fue contratado por Godoy Cruz, implicando su debut en la máxima categoría para el 2020 aunque con promedio negativo, ya que no tuvo victorias, logró dos empates y siete derrotas.

La revancha la iba a conseguir de la mejor manera, ya que Martínez comandó las filas de un Tigre que llegaba como campeón de la Copa de la Superliga, eliminado en primera fase de Copa Libertadores, pero principalmente militando en la Primera Nacional. En el cuadro de Victoria lideró un equipo que dejó una gran imagen para ascender a primera a fines de 2021, debutando en la Copa de la Liga Profesional 2022 con un subcampeonato al perder la final casualmente con el "Xeneize", donde los caminos podrían volver a cruzarse si acepta el llamado de Román.

viernes, 24 de marzo de 2023

NUNCA SE SUPO MAS DE EL

EL ARQUERO DE TODOS: "EL TANO" PIOVOSO

FUENTE: "REVISTAELPASAJERO.COM.AR"

Por Walter Epíscopo - periodista

Entre las 30 mil vidas que se robó la última dictadura cívico-militar de nuestro país (1976-1983), estaba la de Antonio Enrique Piovoso Mengarelli, nombre completo con el que aparece en el listado del “Nunca Más”. 

 



Estudiante de arquitectura, le quedaba poco para recibirse. Tenía 24 años cuando aquel 6 de diciembre de 1977 un grupo armado vestido de civil ingresó a una oficina en la Galería Williams del centro de La Plata, donde funcionaba un estudio de arquitectura. No lo buscaban a él, que estaba allí por que trabajaba de dibujante. Buscaban y encontraron a un amigo suyo, pero según relatos de sobrevivientes de ese momento que quedaron tirados en el piso, también se lo llevaron por tener el “pelo largo y barba” y no “haber hablado”. Y nunca más se supo de ninguno de los dos. 

Para el mundo del fútbol, era el “Tano” Piovoso. El arquero. El que jugaba y se vestía como Hugo Gatti, pero que además llegó a reemplazarlo. Piovoso es hoy, el único futbolista de Primera División de AFA desaparecido. Pero por muchos años, el fútbol lo olvidó por completo, incluso hasta algunos compañeros. Hasta que hace unos años, su sobrino Sebastián Piovoso empezó a investigar en la familia y a hacer preguntas. Algo había pasado con un tío, pero no se hablaba mucho del tema. Investigaciones periodísticas también ayudaron a reconstruir la historia del “Tano” para que saliera a la luz. Y hoy, vamos por un poco más de este deportis- ta, que como muchos otros que también se encuentran desaparecidos, dio nuestra ciudad.

Antonio nació en La Plata, el 13 de agosto de 1953. Vivió en el histórico Barrio Gambier con su familia, en 132 entre 45 y 46. Jugó al fútbol infantil en el Club Peñarol y con edad de empezar a jugar en cancha de once, con algunos amigos fueron a Estudiantes. En el barrio jugaba de número cinco, pero tal vez, como era hincha de River, su idolatría por Hugo Gatti lo llevó al arco. A mediados de los ´60 y a pesar de su 1,77 metros (bajo para el puesto) empezó a atajar en Estudiantes donde dejó su impronta en sus años de inferiores. Cuando llegó el momento de firmar contrato no se lo ofrecieron, y a eso se le sumó una discusión con uno de sus entrenadores (compañeros hoy señalan que fue puntualmente con Rubén Cheves), y terminó cruzándose de “vereda” con sus bermudas, el pelo largo y remeras de colores. Sí, se fue a jugar a Gimnasia donde en ese momento ya estaba nada más y nada menos que su ídolo máximo: El “Loco” Gatti. El destino le ponía adelante como compañero a quien tanto admiraba a compartir un entrenamiento, un vestuario. Llegaba para jugar en Reserva pero tiempo después llegó a reemplazarlo en dos partidos en Primera.

El “Tano” tenía 19 años y un póster de los Beatles en su habitación. Le gustaba ir a comer a la Modelo los sandwich “Monstruo” con sus amigos. Usaba pantalones anchos y patilla larga, bien de la época. “Tenía mucha facha, era muy pintón”, recuerdan sus amigos. La tarde del 19 de abril de 1973 por el Torneo Metropolitano de ese año, Gimnasia visitó a Argentinos Juniors en La Paternal. A los 41 minutos del primer tiempo, el arquero albiazul aquella tarde, Daniel Guruciaga, sale lesionado y se produce el debut en Primera División del “Tano”. El Lobo cayó 2-0 (Villagra erró un penal para los platenses cuando estaban 0-0), pero Piovoso tuvo una correcta labor.

El destino le daría poco tiempo después la posibilidad de reemplazar a su máximo ídolo, dos veces en cuestión de días y en el Bosque. El 24 de junio ante All Boys, Piovoso reemplazó a Gatti a los 30 minutos del complemento en un encuen- tro donde Gimnasia cayó 3-2; y el 28 de junio en un partido nocturno y televisado ante Rosario Central, el “Tano” salió a jugar el complemento por que el “Loco” que arrastraba una lesión, no pudo seguir. Sus amigos del barrio estaban todos en la tribuna. El partido estaba 1-1 y en un tiro libre que patea desde unos 25 metros Pascuttini, la pelota fácil se le escapa entre las manos a Piovoso, decretando el 2-1 para los rosarinos cuando faltaba muy poco para el final del partido. Ese gol sería lapidario y marcaría el final de su carrera en Primera, y además ya no volvería a defender el arco del Lobo. Es más, se iría del club.

Y con los 20 años recién cumplidos a comienzos de 1974 comenzaría su recorrido por el fútbol del interior de la Provincia, y también a dedicarle tiempo a su carrera de Arquitectura. Arrancó atajando en Huracán de Tres Arroyos; también pasó Atlético Mones Cazón de Pehuajó; por Nación de Mar del Plata; y Athletic de Azul. En la semana estudiaba y trabajaba en un estudio de arquitectura donde dibujaba, y los sábados a la mañana se subía a un colectivo o directa- mente a su Citroën y agarraba la ruta para los domingos disfrutar de su pasión: Atajar.

En cada lugar donde estuvo dejó su sello. Su destreza como arquero, pero también su don de buena gente. Sus ojos azules, su simpatía y el gesto siempre alegre.

Tenía una vida intensa entre el estudio, el trabajo y jugar los fines de semana, no quedaba lugar para mucho más. Quienes lo conocieron afirman que no tenía una militancia política, solo alguna vez repartió volantes en la Facultad para ayudar a algunos amigos que si militaban y estudiaban con el, y para estar cerca de algunas chicas, “las más lindas están en Arquitectura”, decían. Esa tarde del 6 de diciembre del ´77 se lo llevaron aunque no era con el, solo “por tener barba y pelo largo”, y no “haber hablado”. Se dijo luego que se escuchó la voz del “Tano” en el centro clandestino de detención “La Cacha”, pero nunca más apareció.

El 13 de agosto pasado Antonio hubiese cumplido 67 años. Solo lo dejaron vivir 24. Su imagen vestido de arquero con el pelo largo quedó perpetuada e inmortalizada, como manteniéndose joven eternamente. Para que esté presente para siempre. Para que no lo olviden, “Nunca Más”.

Por Walter Epíscopo - periodista


jueves, 23 de marzo de 2023

DE COLECCION

ROMARIO Y EL VASCO DA GAMA

FUENTE: "KODROMAGAZINE":

Romário se incorporó por primera vez a la disciplina del Club de Regatas Vasco da Gama en 1981, concretamente en el juvenil, aunque volvió al club en tres etapas posteriores: 2000-2002, 2005-2006 y 2007. Un club con el que vivió dos de los momentos más decisivos de su carrera: su debut en la máxima categoría de Brasil, y el día que marcó su gol número 1000 goles.




En total fueron 349 partidos y 266 goles con el primer equipo del «Gigante da Colina», consiguiendo 3 Taças Guanabara (1986-1987-2000), 2 campeonatos cariocas (1987-1988), 2 Taças Río (1988-2001), 1 Campeonato brasileño (2000) y 1 Copa Mercosur (2000).

Primera etapa

Aun sabiendo que no podría disputar ningún partido oficial hasta final de temporada, Romário fichó para el juvenil del Vasco da Gama para la temporada 1981-1982. La sanción se debía a que el delantero aceptó la primera la oferta del Vasco sin consultar al Olaria (su anterior club), y este último no dio el visto bueno al traspaso.

Aquella situación atípica no gustó a nadie y menos al jugador, que incluso pensó en tirar la toalla. Los partidos de vóley en las playas eran su única válvula de escape durante ese duro periodo. No podía entender cómo los que le habían tratado como a un hijo, ahora le impedían mejorar en su incipiente carrera deportiva.

“Sabía que por el fútbol lo haría todo. Él había nacido con el balón pegado en los pies y yo fomentaba esa afición, pero llegó un momento en que no quise que perdiese el mundo de vista. Aquel golpe del pase al Vasco da Gama, no podía marcarle y le llamé para hablar con él y decirle ‘jugarás a fútbol, si estudias bien en el colegio’”, recuerda su padre.

Romário comprendió la lección que le daba la vida y el consejo de su familia, así que estudió y consiguió notas más que satisfactorias, además de casarse, con 17 años, con su primera mujer, Mónica Santoro. El estudio, el fútbol y la vida de pareja no eran incompatibles y debían ir juntos, al menos durante aquellos meses de pura resignación. Sus amigos aseguraban que todo aquello le fue muy bien. Al menos, para comprobar que las cosas no eran fáciles… A pesar de ello se proclamó tricampeón carioca en categorías inferiores entre 1982 y 1984, siendo el máximo goleador las dos últimas temporadas.

 Casi cuatro años después de su llegada y con 19 años, Romário debutó como titular en el primer equipo un 13 de febrero de 1985 ante el Santa Cruz. Un día, llamó a Edu Antunes, el entrenador, y le dijo: “Profesor, póngame en el equipo, quiero ser titular. Juego mucho más que ese camisa 10 (Roberto Dinamite) de ahí”. Tras ello, empezó a ganar cierto estatus, conquistando la Taça Guanabara y ser el máximo goleador del Campeonato Carioca con 20 goles. Aquello le valió para acceder a las convocatorias de la Sub-20 de Brasil, con la que marcó 11 goles en 11 partidos.

Aquellos fueron números suficientes para ser convocado para el Campeonato Mundial Juvenil de 1985 celebrado en Moscú. Fue allí donde afloró el primer indicio de su temperamento destructivo… fue enviado a casa antes de que pudiera pisar el terreno de juego, tras ser sorprendido orinando en el balcón del hotel del equipo en Moscú.


Dos años más tarde; tras marcar 29 goles en 48 partidos en 1986, conquistando nuevamente la Taça Guanabara, y el año siguiente coronándose campeón del Carioca y siendo su máximo goleador; la Seleção volvería a llamarle, esta vez para debutar en la absoluta en un amistoso contra la República de Irlanda. “O baixinho”, como era de esperar, se adaptó perfectamente al fútbol internacional, marcando cuatro goles en sus seis primeros partidos, incluyendo un gol para Brasil durante la celebración de la Copa América de 1987 como suplente contra Venezuela. Romário se había consolidado como el consistente heredero de Careca y como la gran arma de Brasil para ganar los Juegos Olímpicos de 1988. Durante aquella temporada previa al certamen, con 21 años, marcó 24 goles.

La URSS se impuso en la final olímpica a los brasileños, pero Romário con siete goles de camino a la final, demostró estar en su mejor momento. Algo que llamó la atención del PSV holandés, para ofrecerle el gran salto a Europa. De esta forma, puso punto final a su primera etapa en el Gigante da Colina, donde permaneció hasta 1988. Antes de irse ganaría el Campeonato Carioca y su primera Taça Río.

La segunda etapa

«¿Compañeros? ¡Joder! Los compañeros, que se jodan. Si vienen a hablar conmigo sobre el tema de si puedo o no salir de noche los mando ya sabéis dónde. No les tengo que dar explicaciones sobre estas cuestiones. Cuando salgo de la ciudad deportiva soy el dueño de mi vida y hago lo que quiero. Mi vida privada es mía. Y si queréis, cuando salga, os llamo y os digo estoy en tal o tal bar. Yo no me escondo. Hace 18 años que juego al fútbol y la noche siempre ha sido amiga mía. El día que el presidente vino a ficharme le comenté que la noche me encanta y que cuando no salgo, no marco. El día del Palmeiras salí por la noche, llegué a las siete de mañana al hotel luego, marqué tres goles. Desde entonces no he vuelto a salir más y los goles no llegan, así que habrá que empezar a salir por las noches. Salí el jueves, salí ayer, saldré hoy y la próxima semana creo que haré igual. Y a quien no le guste…».

Aquellas declaraciones marcaron el punto final de su carrera con el Valencia en España, y de 1997 a 2009 Romário volvió a los terrenos de juego de Brasil, a excepción de los 100 días que pasó jugando en el Al-Sadd SC de Catar, y de su paso por Estados Unidos y Australia.

Así pues, en el año 2000 fue contratado por el Vasco da Gama, viviendo en sus filas una extraordinaria primera temporada, durante la que ganó el Campeonato Brasileño, nuevamente la Copa Mercosur, siendo el máximo goleador en ambos eventos. Al finalizar la temporada fue galardonado como el Futbolista Sudamericano del Año. Permanecería hasta 2002, cuándo fichó por el Fluminense.

 

Tercera etapa

A finales de 2004 volvió al Vasco da Gama y, en 2005, con 39 años de edad, fue nuevamente el máximo artillero del Campeonato Brasileño gracias a los 22 tantos que marcó durante la competición. Su siguiente destino profesional fue la United Soccer League estadounidense.

 

Cuarta etapa

Romário a los 41 años marcó el domingo 20 de mayo de 2007 el gol número 1000 de su carrera profesional, en un partido de la segunda jornada del Campeonato Brasileño que su equipo, Vasco da Gama, disputó contra Sport Club do Recife y que ganó por 3 a 1. Esta cifra está discutida por la FIFA, organismo que otorga al brasileño algo más de 930 tantos, discutiendo así, goles anotados en amistosos. En octubre de ese año, cumplió un nuevo hito al actuar como jugador-entrenador del Vasco da Gama.

El 15 de abril de 2008 anunció su retirada del fútbol profesional a los 42 años de edad tras ser considerado uno de los mejores jugadores de la historia y haber marcado más de 1000 goles. Ese mismo día declaró: «Se acabó. Mi tiempo ya pasó», ante las cámaras de televisión durante la fiesta de lanzamiento del DVD «Romário es gol», que celebra su exitosa carrera de más de dos décadas. Aún le quedaron fuerzas para descolgar las botas y debutar con el club favorito de su padre, el America-RJ.

 

miércoles, 22 de marzo de 2023

HISTORIAS QUE VALE LA PENA LEER

PAUL GAISCONE UNA CARRERA QUE FUE DE LA MANO CON LA TRAGEDIA

FUENTE: "KODROMAGAZINE":

Paul John Gascoigne, también conocido como Gazza, es descrito por el Museo Nacional del Fútbol como “el futbolista inglés con más talento natural de su generación”. Su fútbol era sinónimo de estilo y explosividad, de momentos de invención escandalosa que pocos jugadores serían capaces de replicar en un campo de entrenamiento, y mucho menos de tener la osadía de intentarlo en un partido.




Gascoigne representó a la selección nacional de Inglaterra entre 1988 y 1998, con la que jugó 57 veces y marcó diez goles. Formó parte de la expedición que alcanzó el cuarto puesto en la Copa Mundial de la FIFA de 1990, en la que se hizo famoso por sus lágrimas tras recibir una tarjeta amarilla en la semifinal contra Alemania Occidental, lo que significaba que habría sido suspendido para la final en caso de que Inglaterra hubiera ganado el partido. Con su país en plena ‘Gazzamania’, Paul se aprovechó de ello para alcanzar el número 2 de la lista de éxitos musicales de Reino Unido con ‘Fog on the Tyne’, una canción en colaboración con el grupo Geordie Lindisfarne.

Posteriormente, también ayudaría a los anfitriones a llegar a las semifinales de la Eurocopa de 1996, en la que marcó un gol contra Escocia, descrito en 2013 como “uno de los goles más emblemáticos de la historia reciente del fútbol”. “Pude ver venir a Colin Hendry, así que le pasé el balón por encima de la cabeza y disparé. No puedes enseñar a los niños eso, fue puro instinto. Entrenaba con Andy Goram todos los días, así que sabía cómo superarle. Sabía que tenía que golpear bajo. ¡La sensación cuando marqué fue magnífica! Estoy tan contento de haber marcado ese gol…”. Fue el protagonista de celebraciones icónicas como la de la “silla de dentista”, realizada en aquella misma Euro, y la del “flautista” con el Rangers en 1998, una referencia a la Orden Protestante de Orange.

En la última parte de su carrera, y especialmente tras su retirada, su vida se vio dominada por graves problemas mentales y emocionales, en particular por el alcoholismo. Ha sido encarcelado o recluido en numerosas ocasiones y sus luchas aparecen regularmente en la prensa británica. A menudo ha intentado vivir sin alcohol, aunque los programas de rehabilitación solamente le han proporcionado un alivio temporal. Sus problemas personales acabaron con su carrera de entrenador, y no ha vuelto a trabajar en el fútbol desde que fue destituido como entrenador del Kettering Town en 2005.

En 2019 se declaró inocente ante un jurado inglés de la acusación de abuso sexual que pesaba sobre él por haber besado a una mujer en un tren sin consentimiento, según informaron medios ingleses. El exjugador, por aquel entonces de 51 años, fue arrestado y durante la entrevista policial a la mañana siguiente, afirmó que le dio a la mujer un “beso en los labios para tranquilizarla porque sentía lástima por ella” porque la insultaron verbalmente por su peso. Finalmente, fue absuelto de los cargos que se le imputaban.

Paul Gascoigne nació en Gateshead, condado de Durham, el 27 de mayo de 1967. Su padre, John (1946-2018), era transportista, y su madre, Carol, trabajaba en una fábrica. Su nombre fue un homenaje de sus padres a Paul McCartney y John Lennon, de los Beatles.

Paul estudió en el Breckenbeds Junior High School y luego en el Heathfield Senior High School, ambos en la zona de Low Fell de Gateshead. Los ojeadores se fijaron en él cuando jugaba en el Gateshead Boys, aunque no impresionó en una prueba en el Ipswich Town. Posteriormente, fichó por el Dunston Juniors, y siguió realizando otras pruebas de acceso para acceder a las categorías inferiores del Middlesbrough y el Southampton, que tampoco acabaron en éxito. Tras todos los fracasos se propuso lo más difícil, hacer las pruebas para fichar por su club favorito, el Newcastle. Era todo o nada, y en 1980 por fin la suerte le sonrió. El presidente del Newcastle por aquel entonces, Stan Seymour Jr., lo describió como “George Best sin cerebro”.

Aunque Gazza tuvo éxito en el campo de fútbol, su infancia estuvo marcada por la inestabilidad y la tragedia. Al principio, su familia vivía en una sola habitación en el piso superior de una casa de protección oficial con un baño compartido, y se tuvo que mudar varias veces durante sus primeros años de vida. Cuando tenía diez años, Gascoigne fue testigo de la muerte de Steven Spraggon, el hermano pequeño de un amigo, que falleció en un accidente de tráfico. Por esa época, su padre empezó a sufrir convulsiones. Gascoigne empezó a desarrollar obsesiones y tics, y fue llevado a terapia, pero pronto abandonó las sesiones de terapia después de que su padre expresara sus dudas sobre los métodos de tratamiento.

El joven Gascoigne encontró paz jugando a las máquinas recreativas, en las que solía gastar todo su dinero, y también empezó a robar en tiendas para financiar su adicción. Experimentó una nueva tragedia cuando un amigo, al que había animado a unirse al Newcastle United desde el Middlesbrough, murió mientras trabajaba para el tío de Gascoigne en una obra.

Jack Charlton, campeón del mundo y su primer entrenador en el Newcastle, afirmaba que Gascoigne era “un poco gordito” y que su aspecto era cualquier cosa menos el de un futbolista. Charlton no se preocupaba demasiado al principio, ya que creía que ese peso daría a Gascoigne una fuerza extra en el campo de fútbol y así fue. También observó que el joven mostraba signos tempranos de ser propenso a las meteduras de pata y a las bromas. Su opinión cambió radicalmente cuando vio que Paul empezó a engordar mucho más de la cuenta debido a su adicción a la comida basura. Le dio dos semanas para ponerse en forma o dejar el equipo. Gascoigne pasó diez días corriendo, con una bolsa de basura de plástico negro envuelta en su cuerpo y consiguió equilibrar su físico.

Como capitán y estrella del equipo juvenil del Newcastle que ganó la Copa Juvenil de la FA de 1984/85, atrajo cada vez más peticiones de los medios de comunicación locales para que fuera incluido en el primer equipo. Jackie Milburn, nada menos, lo describió como un “genio”. Jack Charlton finalmente lo seleccionó en el banquillo contra su rival local, el Sunderland, al final de la temporada 1984/85. Sin embargo, sería en una victoria por 1-0 contra el QPR, el 13 de abril de 1985, donde Paul debutaría en el primer equipo. Sustituyendo al goleador George Reilly, Gazza, de 17 años, demostró de inmediato su entusiasmo por el juego, queriendo participar en todo, e incluso consiguiendo marcar; solamente para que el árbitro anulara el gol. Al final de la temporada se le ofreció su primer contrato profesional, que firmó sin dudarlo, y las salidas de Chris Waddle y Jack Charlton hicieron que Paul se convirtiera en un habitual del primer equipo.

 Fue el nuevo director técnico Willie McFaul quien le dio su primera titularidad, en el partido inaugural de la temporada 1985/86 en el Saint James’ Park contra el Southampton. Gascoigne vivía para tener el balón en los pies y, a menudo con sus compañeros gritándole que pasara el balón, intentaba encarar a todos sus rivales. Jugando junto a veteranos profesionales como Glenn Roeder, David McCreery y Peter Beardsley, el joven se desenvolvía a las mil maravillas y no tardó en poner de manifiesto sus impresionantes habilidades. Poseía una visión de juego extraordinaria, una excelente capacidad de regate, y sus pases y disparos eran ejemplares. Gascoigne estaba cerca de ser el centrocampista completo y, una vez establecido en el equipo, sus potentes carreras desde el centro del campo se convertirían en su mejor arma.

El primer gol de Paul con las Urracas llegó en casa contra el Oxford United y terminó la temporada con unos más que meritorios 9 goles en 31 partidos de liga. A medida que la reputación de Gascoigne crecía, acababa recibiendo regularmente un trato duro, y durante la victoria por 4-1 en casa contra el Birmingham City a finales de la temporada, su lado petulante se hizo evidente. Después de haber sido pateado de un lado a otro durante casi todo el partido, finalmente se enfadó y le dio un puñetazo a Robert Hopkin (el principal infractor) a la vista del árbitro, que lo expulsó de inmediato. A pesar de esta aberración, su entendimiento con Peter Beardsley ayudó a llevar a un equipo por lo demás mediocre al 11º puesto de la Primera División y parecía que las dos estrellas formarían la columna vertebral de un nuevo equipo.

A pesar de las predicciones de muchos expertos sobre la inminente perdición de Tyneside, la temporada 1986/87 fue recibida con expectación por los aficionados del Newcastle. El impresionante estado de forma de Paul Gascogine, junto con las espléndidas actuaciones de Peter Beardsley en la Copa Mundial de México 1986, fueron las razones de ello. Sin embargo, no lograron emular su anterior undécimo puesto, y Gascoigne tuvo una temporada limitada por las lesiones e, inevitablemente, por las suspensiones, jugando solamente 24 partidos y marcando 5 goles, mientras el Newcastle terminaba en un humilde 17º puesto, solamente cinco puntos por encima de la zona de descenso. Al final de la temporada se marchó Peter Beardsley y Gascoigne recibió sus primeros honores internacionales, al ser seleccionado para la selección sub-21 de Inglaterra. El sustituto de Beardsley, Mirandinha, el primer brasileño que jugó en la primera división inglesa, sirvió para apaciguar a los aficionados. Paul, desinteresadamente, se encargó de actuar como profesor de inglés de Mirandinha y, como resultado, una corriente de improperios del confuso brasileño surgía de la más simple de las preguntas. El bromista hacía de las suyas.

Sobre el terreno de juego, la relación de Gascoigne con Mirandinha era menos divertida. El brasileño parecía no anticiparse al juego de Gazza, lo que provocaba que Paul lanzara pases gloriosos al vacío o pasara a Mirandinha cuando estaba rodeado de jugadores contrarios. Pero, sin duda, la estrella de Gascoigne estaba en ascenso y, como principal amenaza en el equipo del Newcastle, Gazza recibió un “tratamiento especial”.

Su enfrentamiento con Vinnie Jones, del Wimbledon, en Plough Lane es ahora legendario, ya que un fotógrafo captó la famosa imagen de Jones manoseando a Gascoigne en “una zona delicada de su anatomía”, y los dos jugadores se convirtieron en estrellas casi de la noche a la mañana. Gazza lideró a un grupo variopinto de jóvenes y profesionales experimentados hasta alcanzar el octavo puesto en la temporada 1987/88, su mejor posición desde el ascenso de 1984. El propio Paul contribuyó con 7 goles en 35 partidos de liga, lo que le valió el premio al Jugador Joven del Año de la PFA en 1988. Sin embargo, al igual que Beardsley y Waddle antes que él, sus ambiciones superaron con creces las del club y rechazó una ampliación de contrato, poniéndose en el mercado a pesar de que aún le restaba un año en nómina Urraca. Su siguiente destino sería el Tottenham Hotspur.


viernes, 17 de marzo de 2023

EL FUTBOLISTA QUE SE CONVIRTIO EN LEYENDA

LA HISTORIA DE DARIO DUBOIS

FUENTE: CIELOSPORTS

Imaginen la siguiente secuencia. Partido de ascenso en el fútbol de la Argentina, canchas en malas condiciones y en la salida de Victoriano Arenas aparece uno de los defensores con una larga caballera de rulos y el rostro maquillado, cual si fuera uno de los integrantes de Kiss. Ese tipo intimidante fue Darío Dubois, un rebelde, un fanático pero por sobre todo un luchador contra los estigmas y las etiquetas.




Dubois no era "un loquito" que se pintaba la cara, fue muy cuerdo desde siempre y eso lo hizo denunciar dirigentes que prometían y no cumplían. “El presidente de Juventud Unida (Juan José Castro) nos ofreció plata para perder, para que ellos ganen y para que él entrara en una reelección de San Miguel. Rata inmunda, jugamos gratis e igual queremos ganar y nos ofrecen plata; igual, no la vamos a recibir… pero es un político, qué se puede esperar de él?“, dijo en 2003 a Radio Belgrano.

Ese fue Dubois, un luchador del ascenso, uno más de la resistencia metalera pero sobre todo un tipo auténtico que, con el correr del tiempo, se transformó en un personaje de culto. Documentales sobre su persona hay en Brasil, Inglaterra y cuanto espacio para rarezas en el fútbol se encuentren. Dubois falleció un 17 de marzo de 2008, pero antes del final vale la pena repasar algunos momentos y explicar a que venía ese maquillaje que lo acompaño en sus tiempos de Victoriano.

Dubois, que nunca pudo vivir del fútbol ("pero siempre jugué en Primera, soló cambiaban las letras", declaró algunas vez), comenzó a jugar en el Club Social y Deportivo Yupanqui de la ciudad de Buenos Aires, en 1994, y después vistió las camisetas de Atlético Lugano, Midland, Deportivo Riestra, Laferrere, Cañuelas y Victoriano Arenas de Valentín Alsina. Se retiró en 2005, obligado, porque no pudo costearse una operación tras romperse el cruzado. Así es, fue y será el ascenso: ganas sí, plata no.

Tres momentos inolvidables de Dubois

Guerra contra el sponsor

En 1995, jugando para Lugano un sponsor le ofreció al plantel 40 pesos extra por partido ganado. El equipo sumó tres victorias al hilo pero la plata no aparecía entonces decidió llevar una cinta negra para tapar la marca, pero con la ansiedad del partido se olvidó de su idea. Cuando ingresó decidió ir por más, aprovechando el barro se tiró sobre el mismo y cubrió la casaca de tierra mojada. "La camiseta quedó toda cubierta de barro. El sponsor se cagaba de risa de nosotros y no nos pagaba. Yo, con esa guita, viajaba", declaró.

El robo al árbitro coimero

En otro de sus partidos el árbitro le sacó la segunda amarilla y del bolsillo cayeron 500 pesos. El defensor se arrojó al suelo y salió corriendo al vestuario con el motín: "Me seguían todos: el árbitro, los jugadores, el cuerpo técnico… Adentro de la manga le dije al juez: este es el premio que vos me sacas por echarme".

Su posición económica "desastrosa"

"No me gusta jugar al fútbol. Lo hago porque es muy competitivo y me entreno mucho. No como carne roja, no fumo, no tomo alcohol ni drogas. Nunca lo hice. Además, la poca plata que gano me ayuda. Mi posición económica es desastrosa”, contó en otra entrevista, y se definió como “un payaso que se pinta la cara, pero que se mata por la camiseta. Lo hago para darme polenta y algunos rivales se asustan, con eso los mató".

El final y el nacimiento de su leyenda

Una fanática contó alguna vez que un día de lluvia tocaba en su banda ‘Tributo Rock’, después de las 17, en un centro cultural de Merlo. Pero había un problema: el club no quería que vaya ningún jugador al recital, porque creían que se drogarían y tomarían alcohol. Por ese motivo, decidieron retrasar el horario de entrenamiento, para que nadie pueda ir. Ante eso el “loco” fue a entrenar, pasaron unos minutos y se fue vestido de futbolista a tocar con la banda. Estaba arriba del escenario con la camiseta del entrenamiento toda sucia, el short de fútbol y los botines puestos.

La de Dubois fue una historia de apego a los principios, la de un tipo apegado a sus convicciones. Luchando entre tantos, en medio de un pobreza agobiante, los inicios del marzo de 2008 y con 37 años Darío fue víctima de un robo en La Matanza, ese espacio donde millones buscan la paz en medio del caos, dos balas cruzaron el cuerpo de Darío buscando quedarse con una plata que no había. Una bala fue a su estómago y otra en a su pierna. Fue operado en ocho ocasiones pero no fue suficiente. Darío murió como vivió: peleando y resistiendo, como el metal indica.


jueves, 16 de marzo de 2023

EL SUEÑO FALLIDO

EL MILANO CITY FC

FUENTE: "KODROMAGAZINE"

El Bustese Milano City Football Club fue un club de fútbol de la Serie D italiana de Busto Garolfo, municipio de la ciudad metropolitana de Milán, en la región de la Lombardía. Su nacimiento se remonta a la temporada 2016/2017 cuando el ASD Bustese Calcio se salvó in extremis en el último partido de promoción para evitar el descenso a la categoría Eccellenza, máxima categoría del Calcio amateur italiano controlada por la Lega Nazionale Dilettanti (Liga Nacional Amateur).




Es entonces, cuando un grupo de empresarios deciden dar un gran impulso al ASD Bustese Calcio, ofreciendo recursos económicos e influencia empresarial para el crecimiento de la estructura del club y del estadio Municipal Roberto Battaglia, con el objetivo de convertir en un futuro a los “granata” en el tercer club más influente de la capital lombarda. Una vez cerrado el acuerdo (fácil y en cuestión de días), nace el Bustese Milano City Football Club, uno de los proyectos más ambiciosos del fútbol modesto italiano. Hay que tener en cuenta que el ASD Bustese Calcio estaba en un momento muy delicado, y su venta lo salvó de la bancarrota.

El Bustese Calcio nació durante la posguerra, en 1946, cuando un grupo de jóvenes que dirigían el Bar Branca, formaron el primer club de fútbol de Busto Garolfo (13.752 habitantes), con una sociedad de participación popular. El primer presidente fue Domenico Branca. El equipo se sirvió solamente de jóvenes del país, que jugaron con gran entusiasmo y compromiso… pero con muy poca técnica, como explica el propio club.

La evolución del plantel fue bastante problemática y después de haber pagado el precio de la inexperiencia, también a nivel directivo, la asociación “granata” en los años de 1948 a 1954 se convirtió en un punto de referencia del fútbol amateur italiano, ascendiendo dos categorías, ganando 2 campeonatos (Terza y Seconda Categoria) y la Copa de Lombardía en 1950. Las memorables “batallas de Calcio” con el Corbetta, Inveruno, y sobre todo con el Snia Varedo, fueron las mejores del club. El año 1963 se refundó como Unione Sportiva Bustese.

La historia de profesionalización del US Bustese Calcio comenzó la temporada 2007/2008, cuando Giancarlo Piatti asumió la presidencia del club, llevando al equipo entrenado por Ferdani de la Prima Categoria (séptimo nivel de Italia) a la liga Promozione (sexto nivel), en el grupo de la Lombardia, y cambiando su nombre a ASD Bustese. Los dos años siguientes el equipo se ubicó en el 11º lugar del campeonato, pero por fin durante la 2010/2011 por fin llegaron los resultados esperados, conquistando un gran quinto lugar que les permitió jugar los play-offs de ascenso, que finalizaron después de la histórica victoria 4-3 en el campo del Bienate que les permitió ascender a Eccelenza (quinto nivel).

La temporada 2011/2012 finalizan en un decepcionante duodécimo puesto, similar al del 2012/2013 (13). En la temporada 2013/2014 los “granata” se colocan con un respetable séptimo sitio final. La siguiente temporada consiguen sus mayores gestas históricas: el ascenso a la serie D después de un campeonato sin derrotas, la segunda Copa de Lombardía de su historia, y poder jugar la final nacional de la Coppa Italia de su categoría, donde consumaron la única derrota de toda la temporada, siendo superados por los Apulianos de Francavilla. La temporada 2016-17 los lombardos consiguen salvar el descenso a Eccelenza en el último partido de la promoción de descenso.

Desgraciadamente, y a causa del Coronavirus, al final de la 2020/2021 el club se disuelve, poniendo punto final al sueño de conseguir ser el tercer club de Lombardia…


 


miércoles, 15 de marzo de 2023

PARA RECORDAR

CUANDO BOCHINI JUGO EN SPORTIVO BARRACAS 

FUENTE: "KODROMAGAZINE"

Ricardo Bochini dejó el retiro después de 714 partidos en Independiente, el 25 de febrero de 2007, cuando decidió defender la camiseta del Club Sportivo Barracas Bolívar en un partido oficial correspondiente a la zona 57 del Torneo del Interior frente a Deportivo Argentino de Pehuajó.




«El Bocha», ídolo de Diego Armando Maradona, fue el líder de los Diablos Rojos entre 1972 y 1991, un período durante el cual el club de Avellaneda conquistó dos Copas Intercontinentales, cuatro Libertadores, tres Interamericanas y cuatro torneos vernáculos.

Bochini se retiró el 5 de mayo de 1991 a causa de una violenta entrada de Pablo Erbín en el Independiente-Estudiantes disputado en la antigua Doble Visera. Mientras Erbín se iba al vestuario expulsado antes de una salida caótica que lo obligó a escaparse en un patrullero, el Duende fue retirado en camilla.

 Para concretar el homenaje, y al tratarse de un campeonato oficial del Consejo Federal, Bochini firmó con el Barracas Bolívar, y el 15 de febrero, diez días antes de su debut, la Asociación del Fútbol Argentino autorizó la transferencia.

«Esto es lo más lindo que a uno le puede pasar. Después de haber dejado de jugar en el 91, pensé que no iba a volver a jugar un partido de estos. Estoy muy contento, lo estoy esperando como uno de esos partidos frente a Racing, River o Boca, cuando teníamos que jugar y poner todo, eso es lo que uno va a hacer en el estadio de Bolívar», advirtió en la previa del partido el crack argentino.

Ya en el estadio, el sueño de Barracas Bolívar estuvo a punto de truncarse por un hecho insólito, ¡Bochini se había olvidado el DNI en su casa! “Si no trae el documento no juega”, amenazó el árbitro Fernando Álvarez. Una fotocopia salvó la noche, con tribunas atiborradas esperando al astro.

Dirigido por Claudio Daniel Brizuela, Barracas Bolívar alineó a Bochini como titular con 53 años de edad. El plan inicial era que tan solo jugara apenas 20 minutos, pero al final acabaron siendo 43 antes de ser reemplazado por Sebastián Hauche.

El Bocha se lució tirando un sombrero, intentando dos caños y hasta asistió a su compañero Luciano Ruiz en un gol que fue anulado por posición adelantada. Fue una noche inolvidable para Bochini: “Mis hijos nunca me habían visto jugar personalmente, cuando podía hacer una jugada gritaban mi nombre y me hacía acordar a la cancha de Independiente. La verdad es que podría haber jugado mejor, es bravo con pibes que están en competencia permanente. Pero haber entrado a la cancha y disfrutado la mayor parte del partido fue algo maravilloso”, declaró post partido.

Barracas Bolívar se impuso por 2-1 a Deportivo Argentino de Pehuajó, clasificó a la siguiente instancia como líder de su grupo y quedó afuera a manos de Sportivo Bragado en la primera eliminatoria por el tercer ascenso, ya sin Bochini en sus filas.

 

martes, 14 de marzo de 2023

HISTORIAS INSOLITAS

EL DIA QUE BOCA JUNIORS JUGO CON LA CAMISETA DEL MILAN

FUENTE: "KODROMAGAZINE"


 El 26 de junio de 1963, Boca Juniors enfrentó a Universidad de Chile en el estadio de La Bombonera en la fase de grupos de Copa Libertadores. Los chilenos llegaron con camiseta azul, Boca por ser local debía cambiar los colores, pero no tenían las casacas suplentes a mano.




La alternativa fue usar un juego de casacas que el AC Milan les había regalado, protocolarmente tras el traspaso del peruano Víctor Benítez al club «rossonero». En el entretiempo los directivos de Boca Juniors pudieron facilitar unas nuevas camisetas amarillas, y el resultado fue la victoria 1-0, con gol de Alberto Mario González a los 47′.

 Formaciones de los equipos de aquella noche:

Boca Juniors: Antonio Roma, Edson Dos Santos, Silvio Marzolini, Orlando Pecanha de Carvalho, Antonio Rattín, Julio Novarini (Carmelo Simeone 39), Oreste Corbatta, Angel Clemente Rojas, Norberto Menéndez, José Sanfilippo, Alberto Mario González. DT: Arcadio López.

Universidad de Chile: René Pacheco; Humberto Donoso, Sergio Navarro, Hugo Villanueva, Carlos Contreras; José Moris, Osvaldo Rojas; Carlos Campos, Ernesto Alvarez, Rubén Marcos, Leonel Sánchez. DT: Luis Alamos.

domingo, 12 de marzo de 2023

SE FUE UN GRANDE

NOS DEJO EL BETO PASCUTTI 

FUENTE: "PAGINA 12":

Alberto "Beto" Pascutti, uno de los futbolístas emblemáticos del fútbol del ascenso, falleció el sábado a la noche como consecuencia de una descompensación cardíaca. Tenía 64 años y una extensa y celebrada trayectoria en clubes del ascenso. Alguna vez había dicho que no hizo carrera en Primera División A porque no le gustaba mucho entrenar. "El ascenso no es parte de mi vida, es mi vida", reforzaba el exquisito 10 su forma de sentir el fútbol.




El Beto brilló en El Porvenir (donde le hizo hacer al centrodelantero Cañón Landaburu decenas de goles), salió campeón con All Boys, ascendió con Morón y logró algo que pocos futbolistas consiguen: ser ídolo en equipos con una gran rivalidad. Al Beto se lo quiso en All Boys, Morón y Chicago (como técnico), eternos rivales del Ascenso.

En una temporada en que All Boys se fue al descenso, el Beto fue contratado como director técnico cuando quedaban pocos partidos para la finalización del campeonato. El albo de Floresta prácticamente tenía su destino marcado. Pascutti hizo una gran campaña, pero no alcanzó y All Boys se fue al descenso en el último partido. La hinchada lo sacó en andas de la cancha. 

Pascutti era un volante ofensivo elegante, habilidoso y con una notable pegada, pero además ponía la pierna fuerte cuando el partido así lo requería.

El Beto resultó un jugador "distinto" en las categorías de ascenso. Integrante de un podio de cracks, junto a José Luis 'Garrafa' Sánchez (ex Banfield y Deportivo Laferrere), el mítico Trinche Carlovich (Central Córdoba) y Miguel Angel Colombatti (ex Deportivo Morón, luego pasó por Racing).

Curiosamente, a pesar de que forjó su rica carrera futbolística en el ascenso, el  mediocampista inició su trayectoria en Primera División A: debutó en Chacarita Juniors en la temporada 1977, cuando la entidad de San Martín lograba sumar para escaparle a la parte baja de la tabla.

Luego, con el descenso a la Primera B, el volante continuó en el conjunto 'funebrero' hasta 1980 para pasar luego a Banfield, donde permaneció solamente en 1981.

Posteriormente, Pascutti hilvanó -quizás- lo mejor de su carrera y exhibió su jerarquía en El Porvenir, donde estuvo tres años (1983, 1984, 1985), con 10 goles en 71 partidos.

Sus condiciones le valieron ser transferido a Quilmes, otro equipo en el que se destacó con 9 tantos en 55 cotejos (1985-1986).

A medida que fue creciendo en edad, Pascutti fue adquiriendo características de líder, dentro y fuera de la cancha. De allí que la mayoría de los equipos se pelearan por conseguir su concurso.

Así, Deportivo Morón militaba en la Primera B y recurrió al 'Beto' para que participe en la campaña del Deportivo Morón, que ascendió a la B Nacional (1989-1990) superando en un sprint a Nueva Chicago.

También fue jugador de Tigre y vivió otro momento de gloria en su carrera cuando fue contratado por All Boys, al que llevó a la B Nacional con su enorme jerarquía en la temporada 1992-1993, con un golazo incluido ante Deportivo Armenio (2-1) en la penúltima fecha. Casi sobre el final del partido, la tomó en la banda izquierda de la cancha, se sacó un rival de encima y desde bastante lejos del área rival clavó un zapatazo junto al poste del arco que da espaldas a la avenida Alvarez Jonte.

En total jugó 275 partidos y anotó 35 goles en tres distintas categorías del fútbol argentino.

Como entrenador pasó por Tigre (ascendió a la Primera B Nacional a mediados de los '90), Nueva Chicago, All Boys, Juventud Antoniana de Salta, Almirante Brown, Aldosivi de Mar del Plata, Sarmiento de Junín, Talleres de Remedios de Escalada, Sportivo Italiano y Tiro Federal de Rosario, entre otros varios clubes.

El fútbol de las grandes luces y millones acaso ni siquiera se entere de la partida del Beto Pascutti. Para los que tuvieron el privilegio de verlo inventar gambetas algún sábado en un tribuna de madera, la noticia es un trago amargo. La pelota está de luto.

sábado, 11 de marzo de 2023

PARA LOS MEMORIOSOS

EL CORCK CITY FOOTBALL CLUB DE LOS 90

FUENTE:"KODROMAGAZINE"

El Cork City Football Club es un club de fútbol irlandés, con sede en la propia ciudad que le da nombre, fundado en 1984. No solo fue uno de los primeros clubes de Irlanda (y el primero de Cork) sino que también fue pionero en contar con un equipo de futbolistas profesionales.




El club irlandés ganó su tercer título de la LOI Premier Division, y su primer doblete de la FAI Cup, durante la temporada 2017. Aunque el club descendió a la LOI First Division el 2020, consiguió el ascenso de nuevo a la máxima categoría al ganar el título de 2022 de la segunda división irlandesa.

Los colores tradicionales del club son el verde y el blanco con ribetes rojos, y el escudo es una variante del escudo de Cork. Los partidos en casa del City se juegan en Turners Cross.

Es difícil para los aficionados jóvenes entender cómo era el fútbol de la Liga de Irlanda en Leeside hace 30 años: una época de elegantes equipaciones, Copas Mundiales y tangos; sin banda ancha, sin circunvalaciones y solamente para espectadores de pie; fútbol de invierno con apenas una brizna de hierba en el campo en febrero, y un equipo de fútbol tenaz y con talento que envejecía junto con pocos trofeos para marcar su contribución.

Antes de la temporada 1992-1993, en la que consiguió su primer título de liga, el club había estado cerca de conseguir otros valiosos títulos. En 1989 perdió la final de la Copa FAI contra el Derry City. En 1991, el Dundalk les derrotó en la última jornada de la temporada en Turner’s Cross y les arrebató el título. Luego llegó 1992, cuando un gol de Dave Tilson dio la Copa FAI al Bohemians y condenó al City a otra campaña insatisfactoria. Pero no todo fueron decepciones en el pasado, ya que en 1988 el equipo ganó la Copa de la Liga y la Munster Senior Cup.

A principios de la década de 1990, el Cork City se mantuvo invicto durante muchos partidos de liga, ocupó posiciones altas en la clasificación, conservó la Munster Senior Cup durante cuatro años y disputó varios encuentros en competiciones europeas. El partido europeo más destacado fue la eliminatoria de la Copa de la UEFA contra el Bayern de Múnich, en la que el Cork City se impuso a los alemanes por 1-1 en Musgrave Park, antes de caer por 0-2 en los últimos minutos en Baviera.

En 1993, el Cork City se proclamó campeón de la primera división de la Liga de Irlanda por primera vez, tras una complicada eliminatoria entre tres equipos. O’Mahoney dimitió y el club se trasladó a un nuevo estadio en Bishopstown al final de la temporada.

Damien Richardson tomó el timón y la temporada 1993/94 comenzó con la remontada del City de tres goles en contra para vencer al Cwmbran Town galés en la Liga de Campeones de la UEFA. En la siguiente ronda, sufrió derrotas por un gol en casa y a domicilio ante el Galatasaray turco. Ese año, el City se proclamó subcampeón de liga.

La temporada 1994/95 fue muy variada para el Cork City. Tras un buen comienzo de temporada, las presiones financieras obligaron a Richardson a dimitir y, al no desarrollarse Bishopstown según lo previsto, los partidos se trasladaron a Cobh, Turners Cross y un viaje forzoso a Tolka Park. Noel O’Mahony fue nombrado de nuevo entrenador, pero la lucha por el título se vino abajo. Sin embargo, esa temporada el club obtuvo éxitos en la Munster Senior Cup y en la League of Ireland Cup.

Al comienzo de la temporada 1995/96, Rob Hindmarch tomó las riendas, pero el club estaba en apuros. El estadio se hundía, se llamó al administrador judicial y el club se quedó «sin techo». Los esfuerzos por salvar la situación se tradujeron en la instalación de una nueva junta directiva y el traslado de nuevo a Turners Cross. Con fondos limitados, el Hindmarch había salido adelante, pero el descenso seguía amenazando, y una eliminación de la Copa FAI supuso el nombramiento de Dave Barry. El equipo terminó noveno en la liga y, por primera vez en cinco años, perdió la Copa Munster, ante el Waterford Crystal, un equipo juvenil de Waterford.

En 1996/97, el City terminó cuarto. El club también perdió por poco la Copa de la Liga, al caer inesperadamente ante el Galway United, de la primera división. La afluencia de público empezó a aumentar y se recuperó la Munster Senior Cup. La temporada siguiente, el Cork tuvo una buena actuación en la Copa InterToto y el equipo mejoró hasta el tercer puesto de la liga. El reinado de Dave Barry alcanzó su punto álgido ese año, cuando el City ganó la Copa FAI de 1998. El Cork comenzó la temporada siguiente con ocho victorias consecutivas, pero al final tuvo que conformarse con el segundo puesto, ya que tres derrotas ante el campeón, el St Patrick’s Athletic, le costaron muy caras. Tras quedar subcampeón por segunda temporada consecutiva en 1999/2000, Barry dimitió para ser sustituido por Colin Murphy.


 


viernes, 10 de marzo de 2023

EL HOMBRE DEL SILENCIO

HUGO VILLAVERDE EL DE LOS LENTES DE CONTACTO 

FUENTE: "CURIOSIDADESDELFUTBOL.WORDPRESS.COM":

Esa noche, en el viejo estadio de Independiente, yo estaba con mi padre y mi hermano en la tribuna de la visera. El rival era Rosario Central. En un momento, un jugador visitante escapó a toda velocidad por la banda izquierda. Se le apareó un muchacho flaco, de larga cabellera y que lucía el dorsal 2 en la casaca roja. Desde las gradas, se oyó una voz: “¡Abajo, Villa!”. Obediente, el jugador rojo se dejó caer con la pierna extendida, en un movimiento no exento de gracia; y, con precisión quirúrgica, le extirpó el balón al atacante rival y lo sacó a un costado. “Je, je –dijo la misma voz –No perdona”.




Esa noche, Hugo Villaverde entró en mi universo futbolero. Como en el colegio me ponían en la defensa, empecé a observarlo y a copiarlo. Y cuando los Reyes me trajeron la camiseta roja, pedí que le pusieran un 2 en la espalda.

Durante muchos años, pude ver a este defensor genial sostener el ataque de su equipo desde su posición de último hombre, en un rol silencioso y pocas veces reconocido; acorde a su carácter taciturno y sus pocas palabras. Llevo grabada en la memoria la imagen de este hombre haciendo visera con las manos, como un centinela, cuando, en los segundos tiempos, Independiente atacaba hacia el arco del oeste.

Había nacido en Santa Fe, el 27 de enero de 1954. Dio sus primeros pasos futbolísticos en Sunchales, hasta que fue transferido a un grande de la Provincia: Colón de Santa Fe. El costo de su pase se saldó con un juego de camisetas. Debutó en la primera rojinegra en 1973. En el equipo sabalero conoció a su amigo Enzo Trossero. Con él formó una zaga central de la más famosas y eficientes de la época. Ambos se consolidaron cuando fueron transferidos a Independiente. Se complementaban a la perfección. Trossero era rubio, zurdo y temperamental, con dotes de líder. Pateaba tiros libres y penales, y pasaba al ataque con frecuencia (es uno de los defensores con más goles convertidos de la historia) Villaverde, o Villa, como se le empezaba a decir; era derecho, de pelo oscuro y callado. Jamás pasaba a la ofensiva y no convirtió un solo gol en toda su carrera. Trossero consiguió jugar en Francia e integró la plantilla argentina en España ’82. Pero nada de esto hubiera sido posible sin Villaverde, que le cuidaba las espaldas. No he podido averiguar cuántos partidos jugaron juntos, pues coincidieron en Colón, Independiente y la Selección; y en una función donde el conocimiento es fundamental para la coordinación de los movimientos. Yo creo que se entenderían sin hablarse. Hasta trabajaron juntos como entrenadores.

Pero me he ido por las ramas e interrumpido el decurso del relato. En 1976, Independiente incorpora a este defensor y se reencuentra con Trossero, que había llegado un año antes. A partir de ese momento, Hugo crece en su juego hasta alcanzar niveles asombrosos. Independiente se caracterizaba por su estilo superofensivo. Y en esa estrategia, el rol de Villaverde era fundamental. Su exactitud para cerrar por detrás de toda la defensa y clausurar todos los caminos que conducían hacia el arco rojo, su precisión para cruzar a derecha o izquierda, deslizándose por el suelo para interceptar, lo convirtieron el mejor líbero del momento. Se destacaba tanto por su juego aéreo como por su plasticidad para rechazar de chilena.

Durante el Nacional de 1978, que Independiente conquistó brillantemente, Villaverde fue elegido por sus propios compañeros como el mejor del equipo. Su brillante desempeño mereció el reconocimiento de Menotti, que lo convocó a la Selección.

Ya por entonces no lo llamaban Villa. Como el hombre jugaba con lentes de contacto, la hinchada lo rebautizó Magoo, por el viejo cegatón de la caricatura.

Su paso por la Selección no hizo justicia a su capacidad. Debutó contra Bulgaria y protagonizó la gira que durante 1979 se realizó por Europa. Formó la dupla central con Passarella. En el partido contra Holanda (0-0), por el 75º aniversario de la FIFA, convirtió un penal en la definición. Fue una de las escasas veces que pateó al arco contrario. Se destacó contra Italia (2-2). En el partido contra Irlanda jugó con su eterno compañero Enzo Trossero. En Hampden Park, el día que Maradona metió su primer gol con la albiceleste, se lesionó de gravedad. Estuvo varios meses fuera de las canchas. Su experiencia internacional terminó en 1980, cuando volvió a lesionarse en un partido contra Irlanda jugado en cancha de River. Menotti llamó otra vez a Luis Galván, que había jugado muy bien en 1978, pero que estuvo muy flojo 4 años más tarde. Los memoriosos juran que, con Magoo en la defensa, otro gallo hubiera cantado para la celeste y blanca en 1982.

Villaverde permaneció fiel a la casaca roja durante 10 años más. Su presencia era tan importante que sus compañeros de defensa jugaban más tranquilos y mejoraban notablemente su rendimiento cuando estaba él. A sus reconocidas virtudes, los años le agregaron mayor oficio y sapiencia para ordenar a su equipo y frenar al contrario. Una tarde, contra Ferro Carril Oeste, un delantero rival cortó un pase y se encontró con la pelota picando cerca del área de Independiente. Goyén, el arquero, dio cuatro pasos al frente hasta que lo frenó el ademán imperioso de Magoo. Así impidió el remate de vaselina. Una noche, en Mar del Plata, contra River; Francescoli salió en contraataque y enfrentó a Villaverde. Hugo, sin necesidad de contacto físico, lo cruzó cortando campo y lo obligó a desviarse y alejarse de la valla.

Se ha dicho más arriba que nunca convirtió goles. En realidad, hizo uno solo. Fue en 1976, en la Copa Interamericana ante Atlético Español de México.

Otra característica de Hugo Villaverde es que casi nunca concedió reportajes. Unos pocos a medios escritos y ninguno a la radio o la televisión. Los hinchas que se cansaron de aplaudir sus intervenciones no le conocen la voz. Cuando le iban a sacar fotos individuales, se negaba: “Mejor sacá una con los otros muchachos”, sugería. Su carácter le impedía hacer otra cosa que cultivar el bajo perfil y, aunque eso le ahorró muchas polémicas, lo privó de hacerse más conocido, sobre todo en el exterior.

Jugó 437 partidos de Liga (380 en Independiente) y 6 partidos internacionales. Participó en la obtención de 7 títulos con el equipo de Avellaneda: Nacionales del ’77 y del ’78; Primera división del ’83 y ‘88/’89. ; Copa Interamericana del ’76; Libertadores e Intercontinental del ’84.

Cuando se retiró, muy pocos nos dimos cuenta. Un día se lesionó, lo suplió Monzón y ya no volvió al primer equipo. Independiente salió campeón ese año, pero no se lo vio en ningún festejo. Se fue calladamente, con la tranquilidad del deber cumplido.

Los que lo vimos jugar no olvidamos su estampa, su coraje, la manera particular de poner los brazos junto al cuerpo para correr. Porque así de imborrables son las huellas que dejan los héroes que llenaron nuestra juventud.

"HISTORIAS QUE VALEN LA PENA CONOCER"

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