viernes, 27 de mayo de 2022

HISTORIAS PARA NO OLVIDAR

CUANDO ATLANTA QUISO SOBORNAR A CHACO FOR EVER 

FUENTE: "XENEN.COM.AR"

Una historia, tan curiosa como olvidada. Sucedió en medio del Nacional 1973Atlanta y Chaco For Ever compartieron el Grupo B de aquel campeonato. Dos clubes no solo distanciados geográficamente, sino también en sus realidades: los bohemios eran la gran revelación del campeonato. Un equipo sólido que se sabía de memoria:  Hugo Carballo; Baby Cortés, Pecoraro, Rico y Héctor López; Ribolzi, Onnis y Gómez Voglino; Pappalardo, Rubén Cano e Ibáñez. For Ever estaba disputando su segundo torneo nacional en forma irregular.




Por la 10º fecha, debían enfrentarse ambos clubes en Resistencia. Partido entresemana. En Villa Crespo se habían prendido luces de alarma: luego de un arranque notable, el equipo venía de una derrota en Tucumán ante Atlético y una igualdad, llena de dudas, con Sportivo Desamparados en el Kolbowsky. For Ever, la fecha anterior, había caído 1 a 0 ante el gran Huracán de Menotti en el Ducó.

Para un sector de la dirigencia bohemia, el partido ante For Ever implicaba un riesgo mayor. En una primera instancia, la dirigencia bohemia consultó a su par forevista si contemplaba la posibilidad que el partido se disputara en Buenos Aires, lo cual fue rechazada. Ese mismo núcleo dirigencial bohemio decidió necesario comprar voluntades.

El plantel bohemio arribó al aeropuerto de Corrientes (el de Resistencia estaba en obras de refacción) y concentró en la capital contigua a Resistencia. Allí vivía Ramón Villanueva, arquero y capitán de Chaco For Ever. Con sus 29 años, seis temporadas en el club, era un referente del equipo. En la tarde del martes 13 de noviembre de 1973 recibió una llamada telefónica en su domicilio. Le ofrecían tres millones de pesos a repartir para vender el partido. Villanueva quedó en contacto con la voz misteriosa, pero acto seguido se comunicó con Abraham Rabinovich, presidente de Chaco For Ever, explicando la situación. El titular forevista aconsejó que invitara al desconocido a su casa y grabara la conversación. En la conversación, que se hizo pública, quedaba al descubierto el arreglo: los jugadores Atilano González (número 3) y Marcos Oribe Fretes (número 5), debían estrecharse la mano en el círculo central. Si esto sucedía, el arreglo estaba consumado.

Todo lo que sucedió en la tarde de aquel miércoles 14 de noviembre de 1973 fue un compendio de sospechas. El diario Norte de Resistencia hizo pública la sospecha del entrenador forevista José Rodolfo Lestani sobre Atilano González, quién había estado conversando con Pipo Rossi, entrenador de Atlanta. Lestani alineó al marcador paraguayo luego que confesara si lo habían tocado o no. Atilano, al borde del ataque de nervios, expresó que sólo lo había llamado para saber si le interesaba pasar a Atlanta la temporada siguiente.

El partido fue un compendio de golpes, fricciones y sospechas. Por ende, no hubo apretón de manos en el círculo central. Para colmo de males, el árbitro Claudio Busca tuvo una actuación espantosa. Tan mala que generó sospechas en la dirigencia local, que en el entretiempo se dirigió al vestuario para increparlo y exigirle que dirija en forma imparcial. El partido finalizó igualado 1 a 1, goles de Oscar Palavicino y Horacio Ibáñez.

El jueves 15, el presidente Rabinovich llamó a conferencia de prensa. Lo hizo obligado ante las situaciones vividas los días anteriores. En la misma, hizo escuchar a la prensa la conversación del arquero Villanueva y el misterioso interlocutor. La grabación no tenía caracter de prueba en AFA, por eso Chaco For Ever decidió no realizar la denuncia.

Atlanta clasificó al cuadrangular final junto a Rosario Central, River Plate y San Lorenzo. Nunca los bohemios estuvieron tan cerca de un campeonato de Primera División. Atilano González, en 1975, pasó al Racing Club de Avellaneda.

 

* El agradecimiento a Carlos Ortíz, profundo investigador de la historia forevista, por su ayuda en la investigación de éste artículo.

jueves, 26 de mayo de 2022

SU HORA MAS GLORIOSA

CUANDO CENTRAL CORDOBA DE ROSARIO TOCO EL CIELO CON LAS MANOS

FUENTE: "XENEN.COM.AR"/CARLOS AIRA

Hace 85 años, Central Córdoba de Rosario tocó el cielo. Se consagró campeón de la Copa Beccar Varela 1933, un torneo internacional de primera división, derrotando en memorable final a Racing Club. Un momento único para la tradicional institución del barrio Tablada de la mano de un mito del fútbol argentino: Gabino Sosa. Una historia que merece ser recuperada.




11 de febrero de 1934. En los inmensos tablones de Alvear y Tagle, una mezcla de emoción y incredulidad embargó a quienes habían llegado desde Rosario en ese tren embanderado en azul y rojo. Si bien el partido no había finalizado - y no se sabía que podía ocurrir porque enfrente había un gigante como mucho poder - Central Córdoba se plantó y mostró su escuela en Buenos Aires. Habían sido los jugadores de Racing quienes no quisieron continuar el partido; como pibes caprichosos molestos porque les cobraron dos penales en contra en una misma tarde. Once días mas tarde, la Liga Argentina de Football consagró campeón a los Charruas de la Copa Beccar Varela 1933. Ahí llegó el festejo en Tablada. Medido pero vital. Un título aún festejado en el sur rosarino.

En 1931, el fútbol argentino se partió en varios pedazos. El profesionalismo llegó a Buenos Aires, Rosario y Santa Fe. Todas las plazas se acogieron en forma independiente y lejos del amparo de la Asociación Argentina Amateur de Football, de escaso poder, pero dueño de la filiación FIFA. Hacia fines de 1933 la fusión era necesaria. No sólo pensando en la Copa del Mundo del año siguiente, sino porque estaba claro que no se podía continuar así. Bajo ese marco unificador, la Liga Argentina de Football - el profesionalismo porteño - invitó a las ligas de Rosario, Córdoba, Santa Fe y el profesionalismo uruguayo a participar de la Copa Beccar Varela, instaurada el año anterior.

Adrián Beccar Varela fue una prenda de unidad que encontró el fútbol porteño dentro del marco de división de los años veinte. Abogado, hijo de una tradicional familia de San Isidro, llegó al fútbol sin conocer nada del juego ni los clubes. Tan sólo porque se entendía que los destinos debían ser conducidos por hijos de aquella aristocrática elite. Presidente de la disidente Asociación Amateurs de Football, con la unificación de 1927 quedó al frente de la creada Asociación Amateurs Argentina de Football. Renunció a la misma en 1929, cuando el profesionalismo era una realidad. Su abolengo no le permitía estar a cargo. Viajó hacia Europa, donde encabezó el lobby que permitió a Uruguay organizar la Copa del Mundo al año siguiente. Murió sorpesivamente, en Madrid, el 9 de junio de 1929.

La Copa Beccar Varela 1932, su primera edición, estuvo limitada al profesionalismo porteño y se disputó finalizada la temporada oficial. Racing Club se consagró campeón venciendo en un triangular final junto a Boca Juniors y Tigre.  Para la Copa de 1933, la Liga Argentina de Football entregó cuatro plazas a Montevideo, dos a Rosario y una a Santa Fe y Córdoba. Hubo que hacer un corte clasificatorio en Buenos Aires y Rosario. En Capital se realizó un torneo a cuatro fechas donde los ocho clubes con más puntos jugaban la Beccar Varela. Quedaron fuera grandes como Boca Juniors, River Plate o el campeón de la temporada, San Lorenzo de Almagro. Por su parte, en la Chicago argentina, Central Córdoba y Nacional (actual Argentino) quienes dejaron fuera a los tradiconales Newells y Rosario Central.

Ya estaban los dieciseis equipos: IndependienteRacing ClubAtlantaEstudiantes de La PlataTigreFerro Carril OesteVélez SarsfieldPlatenseNacional (Montevideo), PeñarolSud AméricaDefensorCentral CórdobaNacional (Rosario), Gimnasia (Santa Fe) y Belgrano.

Los charrúas del barrio Tablada ingresaron al profesionalismo rosarino con un gran equipo. Campeón 1931 goleando 4-0 a Tiro Federal en la final. El campeonato rosarino de 1932 fue extenuante. Disputado a tres ruedas, Central Córdoba repitió el título propinándole una goleada inolvidable a Rosario Central: 8 a 0 en Barrio Tablada, la tarde que se consagró campeón.

Detrás de aquel equipo, un duende que manejaba los hilos. Era Gabino Sosa, el Payador de la RedondaJulio Rodriguez es investigador de la historia de Central Córdoba. Autor de la deliciosa biografía de Gabino. Consultado sobre su figura, expresó: “Gabino fue un personaje pintoresco del fútbol rosarino. Todos lo querían copiar. Pero luego fue una especie de maestro. Un formador de enorme cracks que luego jugaron en los mejores equipos del país“.

Rodríguez nos mete en la vida y obra del crack de Tablada: “Llegó al club en 1916, cuando Central Córdoba recién hacía pie en la Liga Rosarina. De alguna manera formó una escuela de futbolistas. No sólo en Central Córdoba sino también en los combinados de la ciudad. Era el jugador a imitar. Gabino es la esencia del potrero de la ciudad. El formó a los jugadores de divisiones inferiores que lo miraban y admiraban, por ejemplo Vicente de la Mata. Fue uno de los primeros grandes gambeteadores; esa característica le valió la convocatoria a la Selección Argentina, participando en el Sudamericano de 1921, primer título continental de nuestro fútbol, y la famosa tarde del gol olímpico en cancha de Sportivo Barracas”

Para Central Córdoba, la Beccar Varela comenzó el domingo 7 de enero. Esa tarde enfrentó a Platense en cancha de River Plate. Escaso público se hizo presente. Con juego atildado y cohesionado, Central Córdoba derrotó 2 a 0 a Platense. Al público porteño le sorprendió el nivel de Gabino Sosa. Con el título “Don Gabino continúa moviendo las tabas“, Ultima Hora dio cuenta de su calidad a los 33 años y de la recia marca de sus rivales: “El negro, pese a sus años, sigue siendo un elemento de calidad y aunque reserva las pocas energías que le están quedando, tiene de tanto en tanto algunos de esos chispazos que le consagraran como un jugador de excepción. Lástima que algunos muchachos de Platense no quisieron acordarse de los buenos momentos que habrán pasado hace años viéndolo jugar y apelaron a lo prohibido para contenerlo”. 

En Cuartos de Final, el azar emparejó a Central Córdoba con Atlanta. Tal vez el más accesible de los siete rivales posibles. Para más suerte, en el sorteo también ganó la localía. El encuentro se disputó el domingo 14 de enero en el Parque de la Independencia, y nuevamente, terminó con victoria charrúa 2 a 0.

Central Córdoba semifinalista de la Beccar Varela. Ya era un gran mérito para un equipo que no tenía chapa en Buenos Aires. Otro equipo santafesino había pegado un batacazo. Fue Gimnasia de Santa Fe, los Pistoleros, que derrotaron 4 a 0 a Estudiantes de La Plata. Por su parte, Racing le ganó 5 a 1 a Belgrano de Córdoba en el cemento rojo. Defensor e Independiente igualaron 0 a 0 en el Centenario de Montevideo. No había penales en aquellos días; se jugó un nuevo partido, en el cual los Diablos Rojos vencieron 1 a 0.

El sorteo emparejó a los santafesinos por un lado y los grandes de Avellaneda por otro. Curiosamente, el duelo no se disputó en la provincia de Santa Fe sino en Villa Crespo. Domingo 28 de enero. Una gran barra de hinchas bohemios se acercó al cajoncito de la calle Humboldt para alentar al Gimnasia santafesino. Según Ultima Hora: “Central Cordoba volvió a brindar una exhibición de alto valor, como la hecha en el field de River contra Platense. Atacó a base de ese juego que le es tan propio, elegante y rendidor a la vez y consiguió  vencer la resistencia del goalkeeper correntino Mors en dos oportunidades. Con ello se adjudicó el match”.  Tan grato fue el juego de los rosarinos que los propios hinchas de Atlanta que los fueron ver perder terminaron ovacionando a los muchachos de Gabino.

Racing Club fue el otro finalista de la Beccar Varela. Luego de igualar 3 a 3 con Independiente en el Gasómetro, terminó goleando 4 a 1 en Alvear y Tagle. La Asociación quiso mover la fecha del partido que coincidía con el primer día de Carnaval. Pero los clubes decidieron disputar la final el 11 de febrero. Se esperaba una recaudación importante, sobre todo porque público de Racing tenía interés en ver un equipo que goleaba con una delantera notable: Demetrio Conidares - Vicente Zito - Alberto Fassora - Eduardo Leoncio y Roberto Bugueyro. Era un duelo de estilos. La Academia, potencia arrolladora. Central Córdoba, juego afiligranado y elegante. Por un lado, el pase corto como religión; del otro, el pelotazo vertiginoso hacia los wines.

Finalmente, llegó el domingo 11 de febrero. Julio Rodríguez nos mete en corazón y alma la previa rosarina: “El club fletó un tren completo que salió desde la estación donde se fundó con entradas agotadas. Más de mil quinientas personas viajaron en un tren que tenía en la locomotora una bandera argentina y otra del club. Un rasgo de identidad de un club fundado por ferroviarios. El plantel concentró en el hotel Central Córdoba de Retiro. Ahí había concentrado en la previa de los partidos ante Platense (2 a 0, en River Plate) y Gimnasia de Santa Fe (2 a 0, en Atlanta)”. 

En Última Hora dio cuenta de como llegaron ambos equipos a la final: “Tanto los rosarinos como los muchachos que se encuentran bajo las órdenes de Marinetti han seguido durante la última semana un eficaz método de entrenamiento que les ha hecho adquirir su mejor estado físico, lo que les habilita para rendir una performance de acuerdo con la expectativa que ha suscitado el encuentro”.

Más de treinta mil personas concurrieron a Tagle y Alvear. Cinco mil charrúas se hicieron presentes en Buenos Aires. En su Gabino, Julio Rodríguez dio cuenta de la emoción de la jornada: “El convoy salió a las seis de la estación Central Córdoba y pisó Retiro en el mediodía. El calor reinante no hizo mella en la mayoría de los viajantes trajeados, con cofias y embanderados con la azul y roja, quienes iniciaron la peregrinación a pie rumbo al estadio millonario“.

A las 17:30, los dos capitanes se reunieron en el círculo central junto al árbitro Manuel Sobreira. De un lado, el mítico Gabino Sosa, del otro el tucumano Demetrio Conidares. La Academia formó con Juan Bottaso; Rodríguez, Arturo Scarcella; Pedro Pompey, Ángel Serramía, Antonio
De Mare; Demetrio Conidares, Vicente Antonio Zito, Alberto Fassora, Eduardo Leoncio, Roberto Bugueyro.

Por su parte, Central Córdoba lo hizo con Ernesto Funes; Andrés Garramendi, José Busano; Lorenzo D’Uva, Germán Gaitán, Ricardo Solero; Telmo Collins, Tomás Constantino, Gabino Sosa, Antonio Morales, Guillermo Fernández.

Julio Rodríguez nos cuenta la importancia vital que tuvo Germán Gaitán en aquel equipo: “Se había lesionado Félix Ibarra, centrohalf del equipo. Fue así que la dirigencia contrató a Gaitán, jugador de Provincial, quien llegó para jugar los partido de la Beccar Varela y fue un jugador determinante de aquel equipo”. 

El trámite fue trepidante. Con duelos entre guapos, como el protagonizado por Arturo Scarcella y Telmo Collins. El defensor racinguista - duro entre duros - tenía un apodo que intimidaba: Pepe, el herrero. El delantero, nacido en Armstrong, no le hacía asco al choque. Este duelo será determinante en el partido.

Racing se puso en ventaja apenas iniciado el partido por intermedio del tucumano Demetrio Conidares. Córdoba dio vuelta el partido con goles de Tomás Constantini. Telmo Collins, puntero derecho charrúa, malogró un penal, atajado por Juan Bottaso, la mítica Cortina Metálica. Igualó Vicente Zito, la Bordadora de la Academia, a los ocho minutos del segundo tiempo. El partido estaba para cualquiera; hasta que al final del encuentro, el árbitro uruguayo Sobreira cobró otro penal para los rosarinos. Los jugadores de Racing no lo podían creer. Hicieron una sentada, como había hecho Gimnasia meses atrás, cuando fue despojado de un campeonato en cancha de San Lorenzo. Pero no tenían nada que discutir. A un grande se le podían cobrar dos penales en contra. Racing se fue del campo de juego.

A pesar del resultado Central Córdoba dio una justa vuelta olímpica encabezada por Gabino Sosa. Desde las tribunas una ovación saludó las camisetas azulgranas. Era merecido, sin importar el fallo del Tribuna de la Liga de Football Profesional, los charrúas de Tablada eran justos campeones del torneo. En el vestuario, Gabino Sosa expresó emocionado: “En nombre de mis compañeros y en el mío propio, hemos cumplido de la mejor manera posible  el encargo honroso que se nos confió. Rosario merecía el título que vinimos a buscar y creo que lo hemos ganado en buena ley. Racing jugó sin declinar y por ello nuestro esfuerzo es meritorio. Ahora tiene la palabra la Liga, y si hay que jugar de nuevo, ¡Haremos el esfuercito!

El cronista de Ultima Hora destacó, una vez más, la actuación del veterano crack: “Fue la figura más sobresaliente de la cancha, teniendo en cuenta que ya es un hombre que anda cerca de los cuarenta años. Gabino Sosa, con la justeza que le caracteriza para el pase y la disposición que le imprime a los ataques, se ha consagrado como uno de los mejores delanteros del momento. Viejo Gabino, ¡Todavía sos un crack!”.

La prensa porteña debió recular en sus pasos. Como Julio César Marini, muy influyente en aquellos días, quién escribió: “Era uno de los que no creían que Racing pudiera perder ante Central Córdoba por ver en el equipo de Avellaneda mayor ajuste, técnica y garra para un lance de esta naturaleza. Pero he de reconocer que los rosarinos hicieron una gran presentación y que a pesar de que los avances hacia la valla de Racing fueron menos frecuentes que los del team contrario a la de Central Córdoba, estos llevaban mayor peligro”.

“Días más tarde se reunieron los representantes de las diversas federaciones que disputaron el torneo. Los medios daban por ganador a Central Córdoba y repudiaron la actitud de los jugadores de la Academia. Finalmente, para sorpresa de muchos, decretaron que el partido no continuaría y Central Córdoba se consagró campeón, señaló Rodríguez.

A 85 años de un campeonato aún celebrado. La fiesta de los humildes. Central Córdoba de Rosario, campeón en Buenos Aires.

 

miércoles, 25 de mayo de 2022

EN EL RECUERDO

"EL PASTOR DEL GOL " MARIO BEVILACQUA

FUENTE: XENEN.COM.AR




1.- Mario Alberto Bevilacqua nació en La Banda, provincia de Santiago del Estero, el 31 de octubre de 1963.

2.- Formado en el fútbol amateur del Club Mitre de su provincia.  Delantero de área, zurdo, con olfato goleador y gran pegada.

3.- A comienzos de 1983 llegó a Talleres de Córdoba recomendado por su co-provinciano Luis Galván. Llegó a prueba y sin muchas expectativas. Su debut se produjo el 13 de marzo de 1983. Primera fecha del Nacional. Talleres de Córdoba goleó 5 a 1 a Estudiantes de Río Cuarto. Bevilacqua abrió el marcador a los 41 minutos de juego. Su equipo formó: Chocolate Baley; Enrique Moreno, Beccérica, Oviedo y Topolino Riquelme; Barrionuevo, Ariel Moreno, Bujedo y Romero; Bevilacqua y Tedini. DT: Daniel Willington.

4.- Entre 1983 y 1984 armó una delantera muy recordada junto a Oscar Tedini, Daniel Valencia y Angel Guillermo Hoyos. En 1984 se le descubrió una dolorosa escoriosis en la columna. Estuvo a punto de abandonar el fútbol. Según sus propias palabras “puse todo en manos de Dios“. Pudo recuperarse y desde aquel momento, puso por delante su fe religiosa. De allí el apodo de Pastor, que lo acompaña desde aquellos días.

5.-  Tuvo cinco ciclos en Talleres. El primero finalizó en enero de 1986, cuando fue transferido al Filanbanco de Ecuador. No se adaptó a la vida en Guayaquil y rescindió contrato antes que termine la temporada. En total, jugó 8 partidos, con 2 goles.

6.- Regresó a Talleres luego de la Copa del Mundo México 1986. Fue su mejor momento. Un goleador espectacular. Dueño de mortíferos tiros libres. En la temporada 1987/88 peleó la cima de la tabla de goleadores. Convirtió 17 goles, quedando a sólo uno de José Luis Rodríguez, artillero de la temporada.

7.- Su capacidad goleadora motivó que lo contratara River Plate. Agosto de 1988. Dirigido por César Luis Menotti, no encontró lugar en un equipo plagado de estrellas. En la temporada con la banda roja jugó 14 encuentros, marcando 5 goles.

8.- En la temporada 1989/90 volvió a Talleres. Un equipo que terminó tercero en el campeonato, conformando una delantera sensacional junto a Amadeo Gasparini y el Toti Iglesias. Terminó nuevamente segundo en la tabla de goleadores, con 16 conquistas, siete menos que el goleador Ariel Cozzoni.

9.- En junio de 1990 fue transferido al Club Deportivo Español. Su relación con el presidente Francisco Ríos Seoane nunca fue la mejor. Tanto que tuvo sonoros conflictos con el mandatario. En uno de ellos recurrió a la justicia ordinaria para cobrar una deuda. Una regla no escrita del fútbol es no concurrir a la justicia para zanjar este tipo de conflictos. El propio Pastor expresó que esa decisión determinó el futuro de su carrera. En Español disputó 26 partidos, señalando 10 goles.

10.- Talleres cobijó nuevamente al goleador. Su cuarto paso. El club del Barrio Jardín ya no tenía los grandes jugadores de otros años. Tuvo un buen Apertura 1991 pero se cayó en el Clausura 1992. Luego de estar parado durante casi un año - algunos hablan de un pase de facturas por el juicio a Español - regresó a Talleres en 1993, para jugar el campeonato de la B Nacional. Fueron 16 partidos con tan sólo un gol. Allí puso fin a su carrera como futbolista profesional.

11.- Mario Bevilacqua es el máximo goleador de Talleres de Córdoba en campeonatos AFA, con 75 goles en 269 partidos. Contando toda su carrera profesional, el Pastor convirtió 91 goles en 317 encuentros.


viernes, 20 de mayo de 2022

COMO FUERON LAS ULTIMAS HORAS

EL DECESO DE OSCAR TRONCOSO EX BOCA Y RIVER 

FUENTE: INFOBAE

El vicepresidente de River Plate, Patrick Noher, salió desesperado gritando: “¡Trossero se nos muere, Trossero se nos muere! ¡Una ambulancia por favor!”. Enseguida acudieron al vestuario visitante los médicos de Rosario Central para sumarse a los de River, pero el panorama ya se tornaba irreversible. La ambulancia llegó enseguida y a los pocos minutos Oscar Trossero estaba en el Hospital Freire, a pocas cuadras del estadio rosarino. Sus compañeros quedaron entre esas cuatro paredes, donde habían sido testigos de una situación dolorosa e increíble. Los más exaltados golpeaban los armarios, en medio de un ataque de nervios.




Había sido una hermosa tarde de primavera ese 12 de octubre de 1983, con un sol pleno que ayudaba a ir a la cancha en un día no laborable. El Gigante de Arroyito estaba repleto y el cuadro local se impuso a River por 2-1 sin mayores complicaciones. Los hombres de la visita enfilaron hacia el vestuario con el gesto tradicional de aquellos días: cabezas gachas y algún reproche al aire por una actuación floja. River se estaba acostumbrando a perder y eso resultaba tan peligroso como extraño para quienes se adaptaron al éxito.


Oscar Trossero fue uno de los primeros en desvestirse e iba a ducharse, en medio de un camarín de caras largas, donde nadie suponía estar en la antesala de la tragedia, como la evoca el Vasco Julio Olarticoechea; “En ese momento yo estaba a dos duchas de distancia de la de él y de golpe vimos como súbitamente se desplomaba. Pensamos que era un simple desmayo luego del esfuerzo por los 90 minutos disputados, pero enseguida nos dimos cuenta de que era algo peor”.


River no era River allá por la primavera del ‘83. Su alma venía sufriendo un golpe tras otro y no solo en lo deportivo, donde atravesaba uno de los peores momentos de su historia. La obtención de la Copa de Oro de Mar del Plata, en el verano del ‘82, era el último recuerdo de una fiesta. El gol de Ramón Díaz ante Gatti fue suficiente para levantar el trofeo y gozar al tradicional rival. Pero allí parecieron quedar las risas y los festejos. 


El inevitable éxodo de figuras tras el Mundial de España (Passarella, Kempes y el propio Ramón), más la partida de un inmenso ídolo como el Beto Alonso, peleado con el entrenador Alfredo Di Stéfano, fue empobreciendo al plantel, que realizó un opaco desempeño en los dos torneos de esa temporada, apenas maquillado por haber eliminado a Boca en la fase de grupos de la Libertadores, antes de caer en forma estrepitosa con Peñarol y Flamengo en la ronda semifinal, donde no pudo contar con Fillol, lesionado en la clavícula. Además, en septiembre había fallecido Vladislao Cap, su flamante director técnico.


Las últimas palabras de Oscar Trossero fueron de queja por la mala suerte que estaba persiguiendo al equipo ante otro resultado ajustado en contra. Inmediatamente abrió la ducha y apenas recibió el chorro de agua helada sobre su humanidad, se tomó la cabeza y cayó al suelo. A partir de ese instante, la locura y desesperación ganaron a todos. 


Los doctores Roberto Paladino y Seveso comenzaron con los masajes cardíacos, la respiración boca a boca e incluso las inyecciones, pero no daba ningún signo de recuperación. “De ahí lo subieron a una camilla. Nos dimos cuenta de que le costaba reaccionar y rápidamente se lo llevaron para un hospital”, recuerda el Vasco Olarticoechea como si fuera ayer aunque pasaron 39 años.


El desenlace, que nadie quería saber, ya era una realidad, y así lo contó el doctor Roberto Paladino: “Cuando me di cuenta de la situación, corrí hacia él y en un primer momento parecía que reaccionaba. No fue así. Estaba muy pálido y tanto su pulso como su ritmo cardíaco estaban paralizados. Prácticamente estaba muerto desde el primer momento, aunque recurrimos al último intento, que fue trasladarlo. Todo fue terriblemente inútil”.


Lentamente el sanatorio comenzó a poblarse de curiosos. Con el dolor a cuestas, también asistieron sus compañeros, como lo recuerda Olarticoechea: “Antes de volvernos para Buenos Aires pasamos por allí y nos confirmaron que había fallecido. Fue un momento durísimo y obviamente no lo podíamos creer, porque hasta menos de una hora antes habíamos compartido una cancha…”


Las lágrimas de los muchachos del plantel, absortos ante la crueldad del destino, eran el marco del desencanto. La noticia ya corría por las radios, los canales de TV y las redacciones de todo el país. Oscar era oriundo de Gödeken, una ciudad ubicada a 50 kilómetros de Venado Tuerto y por la cercanía con Rosario, varios de sus familiares habían concurrido al estadio y se trasladaron al hospital, dándole un cuadro aún más desgarrador, sobre todo por el llanto desconsolado de su madre. A las 21:45 partió la ambulancia con su cuerpo rumbo a su pueblo y pocas horas más tarde, con destino a las instalaciones de River Plate.


Esa tarde, en Buenos Aires, el partido más atractivo de la jornada había tenido lugar en el Estadio Monumental, donde Boca hizo de local ante Independiente. El capitán de los Rojos era Enzo Trossero, quien había sido compañero en Nantes de Oscar, con quien no solo compartía el apellido, sino una amistad. Así recuerda aquel duro atardecer: “Nos hicimos muy amigos y las familias también. El primero en llegar a su departamento en la zona de Núñez, para ver a Stella su esposa, fui yo, porque estaba en la zona luego de nuestro partido. Al salir con mi auto, escuché en la radio la noticia de su fallecimiento. Una situación dramática, porque al rato llamó un hermano de él desde Rosario, que lo había acompañado a la cancha. Fue una pérdida tremenda”.


Aneurisma cerebral. Ese fue el motivo que desencadenó la repentina tragedia en aquel vestuario rosarino. River informó que se le habían realizado todos los estudios de rutina y que fue algo repentino y sin antecedentes. Las entrañas del Monumental, que sufrían por lo deportivo, volvían a derramar lágrimas, como un mes antes por Angelito Labruna, ahora por Trossero, que fue velado allí durante la mañana y la tarde del jueves 13, mientras por la capilla ardiente desfilaban muchas personalidades del fútbol. El entrenador José Varacka, junto a Américo Gallego, Eduardo Saporiti y Emilio Commisso, entre otros, encabezaron el cortejo que llevó el ataúd, envuelto en la bandera de River, hasta el vehículo que desandó el camino hacia Gödeken, su tierra natal, donde fue enterrado.


Desde allí había comenzado a soñar con el fútbol. A los 14 años se inició en las Inferiores de Boca, en el famoso predio de La Candela, para alcanzar el debut en primera división en 1972. No pudo consolidarse y pasó a Racing un año más tarde, donde quedó en el recuerdo por marcarle 3 goles a River en una misma tarde del ‘74. En 1975 llegó a Unión, donde pudo explotar su capacidad goleadora, que incluso lo llevó a estar en la Selección que se preparaba para el Mundial ‘78. Emigró a Francia, donde logró destacarse en Mónaco, Nantes y Montpellier hasta el momento de regresar en el verano del ‘83 para colocarse la camiseta de River, inesperadamente, la última de su carrera.


Dejó un grato recuerdo en todos sus compañeros. En esa sintonía van las palabras del Vasco Olarticoechea: “Era un tipo sano y joven, que se cuidaba muchísimo. Tengo la imagen de alguien metódico y ordenado en su vida. Realmente daba gusto estar con él, porque era muy simple y tranquilo, de perfil bajo. Escuchaba más que lo que hablaba dentro del plantel. No compartimos mucho tiempo, apenas diez meses, pero ese era su perfil. Corría y era un delantero potente dentro de la cancha. Fue una gran tristeza su pérdida”.


Su esposa Stella no quiso que se practicara la autopsia, porque sentenció en aquellas horas febriles que lo mejor era dejarlo tranquilo. Y así uno espera que esté Oscar Víctor Trossero, descansando en la paz de su tierra natal, tras haber sido protagonista de muchos goles, varias alegrías y una inmensa tristeza en el ambiente del fútbol argentino

jueves, 19 de mayo de 2022

RECUERDOS QUE NO SE OLVIDAN

CUANDO ENZO PEREZ FUE ARQUERO EN RIVER PLATE

FUENTE: INFOBAE

River Plate tiene una vasta y rica historia en la Copa Libertadores al ser uno de los máximos ganadores de la competencia. Además de sus cuatro trofeos (1986, 1996, 2015 y 2018 -imponiéndose en la final ante su clásico rival, Boca Juniors-), una de las noches que más serán recordadas se produjo el 19 de mayo de 2021.




Producto de un brote de coronavirus dentro del plantel comandado por Marcelo Gallardo, el Millonario tuvo que jugarse su futuro en el certamen continental con sólo 11 jugadores de campo, ningún suplente y con Enzo Pérez, que padecía una molestia muscular, parado debajo de los tres palos.


Dentro de las 15 bajas por COVID-19 se encontraban los cuatro arqueros del plantel profesional (Franco Armani, Enrique Bologna, Germán Lux y Franco Petroli). Además, Leo Díaz, figura ante Boca Juniors en el Superclásico por el torneo local, no había sido inscripto. Sin embargo, el mediocampista fue uno de los héroes de la jornada para lograr un épico triunfo por 2 a 1 ante Independiente Santa Fe con los goles de Fabrizio Angileri y Julián Álvarez.


A un año de esa epopeya, ¿dónde están el mítico buzo verde y los guantes que utilizó Enzo Pérez esa noche en el Monumental?


La indumentaria que lució el ex Benfica de Portugal y Valencia de España, que suele atajar en los picados de los entrenamientos, se encuentra actualmente en exhibición en el Museo River Plate (ubicado al lado del Antonio Vespucio Liberti).


El buzo, que fue furor en las ventas por Internet -incluso salió a la venta un muñeco del futbolista con todo el atuendo de arquero-), hoy se puede apreciar en la planta baja del recinto ubicado en Av. Presidente Figueroa Alcorta al 7509 junto a otras importantes camisetas, como las de Atilio Peruzzi, el capitán del River campeón de 1920 (también están sus canilleras), una camisa de Ángel Labruna, una remera del Beto Alonso y una muy particular, ya que es una camiseta que se utilizó en una sola oportunidad durante una gira por Israel.


Los guantes, que se los prestó su por entonces compañero de equipo Poroto Lux, también pasaron a la historia. Los mismos están exhibidos desde noviembre del año pasado luego de que el club le realizara un sentido reconocimiento al emblema del plantel del Muñeco.


Su guante izquierdo está enmarcado y exhibido en el primer piso del museo junto a unos utilizados por Franco Armani. “Atajo yo, Marcelo”, es la frase que se destaca junto al escudo de la institución y una fotografía del ex Estudiantes de La Plata y Godoy Cruz con algunas de sus estadísticas de esa noche ante los colombianos. Esas palabras no son al azar, son las que esbozó el número 24 para pedirle al DT ser el guardián de la portería durante esa extrema situación. También se puede apreciar su firma sobre la prenda en cuestión.


El guante derecho, por su parte, está en la casa de Enzo Pérez. El mismo también fue enmarcado y entregado al deportista durante la velada en la que fue reconocido por el club de Núñez.


“Es emocionante y no caigo. Todo lo que hemos pasado durante estos 90 minutos... Agradezco a mis compañeros y a todos aquellos que me dieron un consejo. Quiero felicitar el compromiso y las ganas que pusieron mis compañeros. Es un triunfo histórico, que va a quedar en el mundo del fútbol. Y quiero agradecerle a toda la gente por los mensajes de cariño, afecto, de respeto y apoyo que he tenido en estas horas”, comentó en su momento el subcampeón del mundo con la selección argentina.


Desde su desembarco en River Plate en junio de 2017, Enzo logró ocho títulos: dos Copa Argentina, dos Supercopas locales, una Liga Profesional, un Trofeo de Campeones, una Copa Libertadores y una Recopa Sudamericana. 


En total disputó 171 partidos, en los que marcó seis goles y brindó cinco asistencias. “Todos saben el amor que tengo por este club. Yo sólo vine por una cosa, que es ponerme la camiseta de River. Obvio que han pasado muchísimas cosas, se han logrado cosas muy importantes en la institución. No quiero ser ni ídolo, ni referente, todo lo que se ha dado es a través del tiempo. Y uno se lo puede ganar o no, pero realmente no busco eso. Vengo a disfrutar, a ponerme la camiseta de River, algo que hoy en día sigo disfrutando y sintiendo de la misma manera”, añadió.


Fue tal el furor que despertó el buzo verde utilizado por Enzo Pérez que durante una subasta realizada por la Fundación River Plate, una persona llegó a pagar 7 millones de pesos por esa prenda autografiada (no fue la utilizada en el partido) y unos guantes negros.


miércoles, 18 de mayo de 2022

CUANDO EL FUTBOL SE TRANSFORMO EN FRAUDE

EL DOCUMENTAL "KAISER"

FUENTE: "KODROMAGAZINE":

“Kaiser!”, es un documental estrenado en 2018 que nos relata la vida de Carlos Henrique Raposo, un deportista brasileño que durante 26 años engañó al mundo del fútbol fichando por diferentes clubes, sin saber (supuestamente) golpear un balón. Un caso imposible de replicar hoy en día, ya que la vida del futbolista actual, además de contener mucho sacrificio, está totalmente ligada a Internet, quedando toda su trayectoria registrada en mayor o menor medida.




La historia de Carlos “Kaiser”, llegó a la pantalla grande para mostrar los secretos de este estafador brasileño que se abrió paso en el fútbol profesional a base de mentiras. Como cuentan en el documental algunos jugadores como Bebeto o Renato Gaúcho, Kaiser logró engañar a directivo, clubes, periodistas e incluso miembros de la mafia para que creyeran que era un jugador talentoso, algo que solo fue posible por la falta de información de la época de los 80, algo que se podría ampliar al resto de décadas anteriores. “Todos los equipos a los que me uní celebraron dos veces: cuando firmé y luego cuando me fui”, bromea Carlos “Kaiser”, a los 55 años.

El falso futbolista hace alarde durante todo el documental de su vida glamorosa y de su innumerable cantidad de encuentros con mujeres. “Era adicto al sexo, como Michael Douglas. Me acostaría con al menos tres mujeres por día”, asegura. El film del director Louis Myles, cuenta todo sobre este hombre criado en las favelas de Botafogo por una madre alcohólica, quien aprendió a confiar en su ingenio para ser jugador en más de 10 clubes de Europa y América sin tener “nada” de talento para el fútbol. Y ponemos “nada” entre comillas porque sí es cierto que entrenó y no desentonó lo suficiente para que lo echaran en el primer entrenamiento. “La escala de su fraude es enorme.

El “Kaiser” obtuvo contratos profesionales con algunos de los clubes más grandes de Sudamérica, junto con los mejores jugadores de todos los tiempos”, explicó Myles a The Sun. Actualmente, el protagonista de esta historia, quien supo compartir equipo con leyendas como Rocha, Renato Gaúcho, Romário, Branco y Bebeto entre otros, dirige un gimnasio y se autodenomina Personal Trainer. Atrás han quedado sus años de sexo, dinero y fama, una verdadera vida de película.

 

martes, 17 de mayo de 2022

HISTORIAS QUE EMOCIONAN

GUNNAR NORDAHL, EL BOMBERO GOLEADOR DE SAN SIRO

FUENTE: "KODROMAGAZINE":

Gunnar Nordahl sigue siendo a día de hoy el tercer máximo realizador en la historia del fútbol italiano, tan solo por detrás de Silvio Piola y Francesco Totti, y contando con el mejor promedio de gol de la Serie A (0,77).




Un delantero tanque de 1,85cm de altura y 95kg muy prolífico, de remate potente y físicamente casi insuperable, conocido sobre todo por su etapa en el AC Milan de 1949 a 1956, en la que ganó dos veces el Scudetto, y cinco veces el título de máximo goleador (Capocannonieri), más que cualquier otro jugador en la historia del campeonato italiano. “¡Nordahl..! Dios mío, ¡qué fuerza bestial tenía! Yo le tiraba la pelota y él corría directo a la portería rival. Los rivales rebotaban como si fueran de goma», aseguraba su compañero Pepe Schiaffino. Nordahl es el máximo goleador del AC Milan de todos los tiempos, y durante mucho tiempo ostentó el récord de goles con un solo club en la historia de la Serie A, antes de ser superado por Francesco Totti en enero de 2012.

Fue convocado por primera vez para la selección absoluta sueca en 1942. En 1948, ayudó a Suecia a ganar el torneo olímpico de fútbol, convirtiéndose de paso en el máximo goleador del torneo. En la selección sueca también estaban sus hermanos Bertil y Knut Nordahl. Su traspaso al Milán le obligó a retirarse de la selección, ya que las normas de la época impedían que los profesionales formaran parte de la selección sueca, no siendo convocados a la Copa Mundial de la FIFA de 1950 junto a sus compañeros Gren y Liedholm. En sus 33 partidos en la selección, marcó un total de 43 goles.


El pequeño Nils Gunnar, nacido el 19 de octubre de 1921 en Hörnefors, solamente quería darle patadas a un balón y correr detrás de él, aunque tenía que ayudar a la familia y desde los 13 años su padre le puso a trabajar. Primero repartiendo naranjadas, subido a bordo de un caballo y después como empleado en una tienda. Gunnar jugaba en el equipo juvenil del Hörnefors IF y a los 17 años empezó a marcar tantos goles que los directivos del club decidieron ponerle en el primer equipo.

Se convirtió así en el prometedor Nordhal III, pues en el equipo estaban sus dos hermanos: el medio centro Knut y el interior derecho Bertil. En uno de sus primeros partidos le marcó dos tantos al Degerfors IF, un equipo de la Primera División sueca. El entrenador de aquel equipo dio órdenes a su presidente: «Ese chico no se puede escapar. Encontrarle un trabajo y que venga». Fue el inicio de una carrera fulgurante. Nordhal empezó a marcar goles de cualquier manera, a ametrallar a las porterías rivales. El modesto Degerfors, con Nordhal en sus filas, se convirtió en poco tiempo en un equipo aspirante al título. En 1942 debutó con la selección absoluta, marcando un gol en Copenhague, donde Suecia consiguió un gran triunfo (0-3). Allí coincidiría con sus dos hermanos.


En 1944 Gunnar dio otro salto de calidad. Le fichó el Norrköping, ofreciéndole también un trabajo como bombero. Su fama se disparó; en un partido ante el Landskrona BoIS llegó a marcar 7 goles y su equipo ganó la liga. Por aquel entonces, en su país destacaban otros dos hombres, a los que el destino elegiría como sus compañeros de aventuras: Gunnar Gren y Nils Liedholm. Los éxitos de Nordahl en su país no tenían freno: conquistó cuatro ligas seguidas con el Norrköping, una copa y cuatro títulos de máximo goleador. Suecia se le quedaba pequeña… Milan, Juventus, Charlton y Stade Français le seguían y le querían. Nordahl era uno de los reyes del mercado de la época… Finalmente, la pugna quedó entre los dos italianos. La Juve, que de forma poco elegante le había birlado al Milan el danés Ploeger, decidió dejar esta vez vía libre por este goleador sueco. Vistos los resultados, no le salió nada mal la jugada a los rossoneri… Su aventura en la capital lombarda comenzó en 1948. Cientos de tifosi le esperaban en la estación central, sus fotos salían en la prensa…


Ya en su debut, Nordhal empezó fuerte, marcando el gol del triunfo ante el Pro Patria en el Arena di Milano (el estadio de Milan de la época). La cuenta siguió. A finales de su primera temporada había marcado 16 goles en 15 partidos. Por aquel entonces acababa de ocurrir una de las mayores desgracias de la historia del fútbol. Un maldito accidente de avión se llevó en la montaña de Superga las vidas de los componentes del equipo conocido como «Il Grande Torino», uno de los mejores equipos de la historia. El Milan de la época, que estaba empezando a fraguar un gran equipo, estaba destinado a heredar los galones de mando del fútbol italiano. Los directivos rossoneri decidieron seguir pescando en territorio sueco y ficharon a Gunnar Gren y a Nils Liedholm. Durante tres temporadas el tridente GRE-NO-LI se convertiría en leyenda. Ya en su segundo año en las filas del Diavolo, la estrella danesa Johan Nordhal consiguió 35 goles en 37 partidos, marcando un hat-trick en una histórica goleada a la Juventus (7-1).


Con el paso de los años sus números seguían siendo demoledores y, además de ganar 2 Scudetto, se convirtió en el único jugador en lograr 5 trofeos de Capocannoniere, los cuatro últimos de forma consecutiva. Se ganó, por derecho propio, la fama de mejor goleador europeo de la postguerra.


A los 35 años «El Bombero» dejó el Milan, pero no el calcio. Se pasó a la AS Roma, donde siguió dando guerra (17 goles en dos temporadas), demostrando su pasión por el fútbol. Le pagaron por jugar 20 partidos, él jugó 30 y no quiso cobrar la diferencia, una sabia lección para los futbolistas del siglo XXI.


Acabó realizando la doble función de jugador y entrenador. En 1960 colgó las botas, tras una temporada como jugador-entrenador del Karlstad BK de Suecia. Atrás quedaban 528 partidos en el ámbito de clubes, 453 goles, 9 pichichis, 6 Ligas y 1 Copa. Sin embargo, para los que le vieron jugar hay mucho más que unas frías estadísticas: sus cualidades futbolísticas y por encima de todo humanas. Tras una larga enfermedad, Nordhal falleció el 15 de septiembre de 1995.

lunes, 16 de mayo de 2022

INCREIBLE PERO REAL

CUANDO "EL LOBO" SE HIZO PASAR POR "EL PAJARO"

FUENTE: "KODROMAGAZINE"

Daniel «El Lobo» Cordone se hizo pasar por Claudio Caniggia en un partido amistoso de veteranos en el marco del Indoor Showbol que enfrentó a las selecciones de Brasil y Argentina el 24 de noviembre de 2014. Claudio Paul el verdugo de Brasil en el Mundial de Italia de 1990, era una de las mayores atracciones anunciadas de aquel partido disputado en la exsede mundialista de Natal. Por sorpresa de parte de la organización, en su lugar se presentó Cordone, exjugador de Vélez, Racing, San Lorenzo y Newcastle, con quien guardaba un gran parecido físico.



Las sospechas de los periodistas brasileños sobre la falsa veracidad del Caniggia que estaban viendo se produjeron al ver los tatuajes de Cordone, quien jugó con una cinta de pelo muy similar a la que utilizaba Caniggia. Además, disputó el encuentro con el número 7, el dorsal mítico del «Cani» en la selección argentina, y no se detuvo para hablar con los periodistas en ningún momento para evitar ser reconocido.

«Pedimos disculpas a los aficionados. Nosotros compramos los billetes de avión para Claudio Caniggia, con su número de pasaporte y su nombre completo. También pagamos su estancia en el hotel y tenemos esos documentos», aseguraba ante los micrófonos André de Paula, uno de los organizadores responsables del evento promovido por la empresa Fénix Sports. De Paula también aseguró que durante la «concentración de los jugadores» no tuvo ningún contacto con Caniggia y que en una rueda de prensa en la que estaba prevista la comparecencia del exjugador junto a Alejandro Mancuso, quien, según de Paula, era el «encargado de organizar el equipo argentino», solamente apareció el último. Finalmente, prometió encontrar a los responsables del engaño y subrayó que «hasta el momento» no saben «cómo ha podido pasar esto».

Por su parte, Claudio Paul Caniggia aseguró lo siguiente: “yo nunca estuve al tanto de dicho evento. Es una vergüenza que utilicen mi nombre para engañar a la gente”. Debido a esto, la Asociación Argentina de Showbol emitió un comunicado en el que aseguró no haber realizado, participado ni producido espectáculo alguno. Y apuntaron a Alejandro Mancuso, el encargado de organizar el evento por el lado argentino. “No tenemos ninguna relación con él”. Mancuso, por su parte, negó rotundamente el engaño e insistió en que nunca aseguró la presencia de Caniggia. “Me preguntaron por él en una conferencia de prensa y dije que vivía en Europa y no podía venir», aclaró.

El precio de las entradas oscilaba entre los 20 y los 150 reales (entre 8 y 59 dólares), por lo que, según declaraciones al medio brasileño Globoesporte de Daniel Bandera, director del organismo de defensa al consumidor de Natal, los aficionados que se hubieran «sentido defraudados podrán reclamar».

Aquel «clásico sudamericano» entre veteranos de Brasil y Argentina finalizó con un marcador de 3-3 en el cual marcaron Beto, Petkovic (nunca llegó a jugar con la absoluta brasileña debido a su trayectoria con la selección de Yugoslavia) y Souza para los brasileños mientras que los tantos argentinos salieron de las botas de Óscar Ruggeri y de Esteban Fuertes, que anotó en dos ocasiones.




domingo, 15 de mayo de 2022

HISTORIAS QUE PASARON

BUFFON Y EL "NO" FICHAJE AL BARCELONA DE ESPAÑA

FUENTE: "KODROMAGAZINE"

Gianluigi Buffon y el FC Barcelona negociaron en dos periodos muy diferentes, en 2001 y 2021, pero finalmente en ambas ocasiones el portero italiano se acabó decidiendo por seguir en territorio italiano.




Para rememorar la primera ocasión debemos remontarnos al verano de 2001 cuando el presidente Joan Gaspart envió a sus emisarios a Italia para atar las contrataciones de dos jugadores del Parma, el defensa ‘bleu’ Lilian Thuram, que entonces ya lo tenía hecho con la Juventus, y del joven Gigi. “Buffon lo tenía prácticamente hecho con el Barcelona, ya estaba fichado, pero al final la Juve le ofreció más y no te lo piensas dos veces para dar el ‘sí’ a los bianconeri. No lo ha lamentado en todos estos años, porque ha jugado a lo grande en uno de los clubs más grandes y prestigiosos del mundo”, confesó su agente Silvano Martina.

«Antes de fichar por la Juve pude ir al Barcelona, pero mi padre me recomendó que fichara por Juve. Le doy las gracias porque la Juventus me ha dado muchas satisfacciones, y el Barça de esa época no es el de ahora» aseguró el propio jugador.

En 2021 en Radio Sportiva de Italia, Martina volvió a asegurar que el portero italiano renunció a continuar en la Juventus y fichar por el Barça para tener más opciones de jugar en un equipo como el Parma hasta sus 46 años. «Los clubes hacen planes para porteros más jóvenes pensando en el futuro. Podría haberse quedado en la Juventus, el Barça también lo quería… pero él quería jugar. No quería ser suplente”, justificó el agente.

«¿El Barça? Tenía dos ofertas importantes, pero no quería volver a ser suplente, estaba cansado de ser el segundo. Lo hice en la Juventus por el vínculo que había ahí, pero la verdad es que no quería volver a hacerlo, como en los últimos dos años», comentó a Sky Sport el primer día como jugador del Parma.

 

"HISTORIAS QUE VALEN LA PENA CONOCER"

LA HISTORIA DE LOS HERMANOS BONETI FUENTE: "KODRO MAGAZINE" Ivano y Dario Bonetti fueron los únicos hermanos de la mítica plantill...