lunes, 28 de julio de 2025

"HISTORIAS DE COLECCION"

"HISTORIA DEL NO FICHAJE DE LEONEL ALVAREZ AL ATLETICO JUNIOR"

FUENTE: "KODRO MAGAZINE"

Leonel Álvarez fue presentado por el Junior de Barranquilla, incluso entrenó y protagonizó una campaña de abonos, pero al último momento cuando se le esperaba para firmar desapareció rumbo Cali… Esta es la historia del no fichaje del internacional Leonel Álvarez por el Club Atlético Junior procedente del Real Valladolid.




En 1991 el Club Deportivo Atlético Junior pese a una gran campaña y un muy buen juego, produjo una profunda desazón en la hinchada de Barranquilla al quedarse sin el título de liga. El técnico Julio Comesaña, considerado el principal responsable de la desilusión, se fue al igual que el paraguayo Javier Ferreira que ya no era considerado intocable…

El sustituto en el banquillo de «El Tiburón» fue Miguel Ángel López, quien en su última etapa al frente del Junior (1989) había clasificado al equipo al cuadrangular final, que no se pudo disputar, ya que el torneo fue cancelado por al asesinato, el 15 de noviembre de ese año, en Medellín, del árbitro Álvaro Ortega Madero. La llegada del ‘Zurdo’ tampoco ilusionó a la afición de Barranquilla, que reclamaba algo más.

Fue así como entró en escena el nombre del internacional Leonel Álvarez por segunda vez, la primera fue en 1987 cuando jugaba para el Medellín. El volante antioqueño era un titular indiscutible de los cafeteros y que por aquel entonces jugaba en el Real Valladolid de la Primera División Española, al lado del ‘Pibe’ Valderrama, René Higuita, y dirigido por el mismísimo Francisco Maturana. De Leonel se reconocía su liderazgo y se le consideraba uno de los responsables de la clasificación a un Mundial, el de Italia 90, después de 28 años.

Parecía que todo ya estaba cerrado, por lo que Junior no demoró mucho para poner en venta los abonos y para ello utilizó la imagen de Leonel Álvarez, vestido con la camiseta rojiblanca como reclamo. Leonel Álvarez incluso empezó a entrenar con Junior, pero el día que lo esperaban en la sede administrativa para firmar el contrato, nunca llegó. Así como la noticia de su contratación causó revuelo en Barranquilla, la de su ‘desaparición’ fue un completo misterio.

El volante antioqueño se había marchado en secreto de Barranquilla con rumbo desconocido. A las pocas horas, se conoció que estaba en Cali negociando su fichaje con el América y así convertirse en el principal refuerzo para la Copa Libertadores del 92. Haber cambiado a Junior por el América de Cali en el ultimísimo momento generó que el defensa se ganara para siempre la antipatía de los hinchas del equipo rojiblanco, que jamás olvidaron esa afrenta. Aunque años después de su fichaje circuló una versión, no confirmada, que contaba que el cartel de Cali amenazó a Leonel y a su familia de atentar contra ellos si no firmaba con el equipo rojo…

 

domingo, 27 de julio de 2025

"HISTORIAS QUE VALE N LA PENA CONOCER"

"EL DIA QUE PUCHE II, LE MARCO 6 GOLES AL LEGANES" 

FUENTE: "KODRO MAGAZZINE"

Antonio Puche Vicente, deportivamente conocido como Puche II, consiguió el trofeo Pichichi de Segunda División la temporada 1994-95 con los colores del CF Palamós, con 21 goles. Fue precisamente durante aquel periodo cuándo consiguió la histórica gesta de anotar hasta seis golazos, de los siete conseguidos por su equipo, ante el CD Leganés en partido oficial de la Segunda División A, además de convertirse en el primer delantero del club en superar la barrera de los 20.




El conjunto del Empordà logró doblegar con toda facilidad a los pepineros, que acudieron a conservar el empate y se llevaron una goleada de escándalo. El primer tiempo tuvo poca historia, aunque se produjeron tres acciones clave para el desarrollo del encuentro: 14 expulsión del defensa pepinero Aguilar, en el minuto 33, por doble cartulina amarilla; el gol del Palamós que abrió el camino de la victoria, y un disparo de Chuso, al filo del descanso, que no entró por muy poco. Fue esta la única opción destacable del equipo de Duque en la primera mitad. Los madrileños jugaron muy concentrados en defensa, pero poco inspirados en ataque.


sábado, 26 de julio de 2025

"HISTORIAS QUE VALEN LA PENA CONOCER"

 VLADIMIR BEARA "EL MEJOR PORTERO BALCANICO DE LA HISTORIA":

FUENTE: "KODRO MAGAZINE"


Vladimir Beara fue todo un líder bajos palos de la selección «plavi» en las décadas de los 50 y los 60, llegando a disputar hasta tres Mundiales con la selección absoluta de Yugoslavia además de conseguir la plata en los Juegos Olímpicos de 1952. Con un estilo repleto de rapidez y elasticidad gracias a las lecciones de baile que recibió de pequeño. Fue un portero espectacular y eficaz, con un potente salto y una descomunal velocidad de reacción a la altura de otras leyendas socialistas de la época como el húngaro Gyula Grosics y el soviético Lev Yashin. El 11 de agosto de 2014 falleció en Split a la edad de 85 años.




Beara fue la máxima representación del talento balcánico bajo palos, que siempre abundó de sobremanera. Desde el pionero Dragutin Vrdjuka, a Milovan Jaksic; desde el espectacular Franjo Glazer al gigantesco Srdjan Mrkusic; desde el acróbata Milutin Soskic al seguro Blagoje Vidinic… Por no citar a Ivan Curkovic, Ilija y Dragan Pantelic, el felino Enver Maric o Dragan Mutibaric.

Quien mejor describió a Vladimir Beara fue el ya difunto Bernard Vukas, el legendario delantero centro del Hajduk y de la selección «plavi» en los años 50, «Beara fue mejor que Gyula Grosics, Gordon Banks y los grandes metas de la época. No puedo olvidar sus paradas, fuera del alcance de los guardametas mortales». El apodo de «Gran Vladimir» llegó como un reconocimiento de la prensa londinense tras la magnífica actuación de Beara en el amistoso Inglaterra-Yugoslavia disputado el 22 de noviembre de 1950 en el estadio Highbury. A sus 22 años, volaba desde un palo al otro. El choque terminó empatado a dos, pero el joven meta balcánico no tuvo la culpa en ninguno de los goles.

Vladimir Beara nació en la pequeña localidad de Zelovo, cerca de Sinj (Croacia), el 2 del noviembre de 1928. Cuando su padre obtuvo trabajo en la policía de Split, toda la familia se trasladó a la costa adriática, donde Vladimir estudiaba para electricista y acudía a la escuela de baile. Precisamente los ejercicios de baile le ayudaron a conseguir una increíble elasticidad en su cuerpo. La casa de Beara estuvo a un paso del viejo y legendario estadio del Hajduk, toda una institución en el fútbol croata, puesto que fue fundado en 1911. Un día de 1946, al lado del césped, Vladimir Beara seguía la sesión del primer equipo del Hajduk, cuando el legendario lateral derecho Jozo Matosic se le acercó para pedirle que se situara como portero. «No tengas miedo, que no te vamos a chutar fuerte». Vladimir se colocó bajo los palos, con tanto éxito que le invitaron a que volviera el día siguiente. Así empezó curiosamente la carrera del mejor guardameta yugoslavo.

 Beara tuvo la suerte de trabajar con Luka Kalitema, aquel lobo viejo del Hajduk que pulía a las jóvenes promesas. Un tiempo después, debutaba en el mejor equipo del Hajduk el 12 del octubre de 1947, contra el Mornar. A lo largo de su estancia en el Hajduk (1947-55), Beara se convirtió en el mejor arquero balcánico y uno de los mejores en Europa. Disputó 308 encuentros con la elástica del conjunto de Split y encajó 139 goles. Ganó tres Ligas yugoslavas (1950, 52 y 55). El ‘hombre de goma’, la ‘pantera negra’, el ‘bailarín con manos férreas’… Muchos eran los apodos de Beara. Él mismo reconoce que su encuentro favorito en el Hajduk tuvo lugar en la temporada 1954/55, contra el Partizan de Belgrado, cuando detuvo un penalty a Zlatko Cajkovcki que valió una Liga.

Pese a haber sido un jugador clave, a Beara nunca le trató bien la afición y la junta directiva del conjunto de Split. La razón principal de esa animadversión era de origen racista, ya que Vladimir no era nativo de Split, py le llamaban «Vlar, un sobrenombre injurioso para todos los novatos que venían del campo. Le acusaban de estar loco y le insultaban. Beara solía decir que tanto los técnicos como los compañeros del equipo le coartaban su creatividad; estos, por su parte, le reprochaban que jugara mucho mejor en la selección que en el Hajduk. La gota que colmó el vaso de la paciencia del portero fue la celebración del título de 1955: nadie mencionó su nombre entre los héroes. Tras esa polémica, en Belgrado le recibieron con los brazos abiertos. Su marcha al Estrella Roja provocó una explosión de rabia en Split. Este hecho marcó las relaciones entre estos dos clubs, que posteriormente se convirtieron en los abanderados del nacionalismo de cada país.

Beara pasó cinco temporadas en el Estrella Roja (1955-60), y en 174 partidos encajó 83 goles, para conquistar cuatro Ligas (1956, 57, 59 y 60) y dos Copas (1958 y 59). Con siete Ligas y dos Copas en total, Beara aun a día de hoy es el jugador con más trofeos en la historia del fútbol yugoslavo. En cuanto a sus relaciones con el Hajduk, insistía en no jugar en Split contra su ex club, y los directivos del Estrella Roja lo aceptaban sin discusión alguna. Los más fervientes seguidores del Hajduk nunca perdonaron la marcha de Beara al Estrella Roja. Sencillamente, para ellos él fue un traidor; y los traidores, como los héroes, trascienden los límites del tiempo y de la memoria colectiva.

Después del Mundial en Suecia 1958, Beara quiso continuar su carrera en el extranjero, pero precisamente aquel año, Yugoslavia prohibió la salida al extranjero de todos sus jugadores. Tres años más tarde Beara volvería a solicitar la libertad, pero como no se la dieron, se dirigió directamente al presidente yugoslavo, el mariscal Tito, quien ordenó su marcha. Beara firmó por el Alemania de Aachen, y en este club pasó dos temporadas (1961/62 y 62/63), convirtiéndose en el mejor de su historia. El veterano portero balcánico demostró todas sus cualidades, pero dos fracturas de tibia le obligaron a abandonar el fútbol en 1964 pese a las ofertas que tenía tanto desde Alemania como Holanda. Con el diploma de entrenador empezó una nueva pero también fructífera etapa en su vida.

 Con su retirada atrás quedaron 59 partidos con la selección nacional yugoslava entre 1950 y 1960, su participación en los Juegos Olímpicos de verano de 1952 y en tres Copas del Mundo: la de 1950, la de 1954 y la de 1958. En 1953, Beara fue uno de los cuatro jugadores yugoslavos del Once de Estrellas Mundiales de la FIFA que jugó un partido de exhibición contra Inglaterra; el partido terminó en empate 4-4, con Beara recibiendo solamente un gol.


sábado, 19 de julio de 2025

"DE COLECCION"

 RUBEN SOSA "EL PRINCIPITO" QUE CONQUISTO EUROPA

FUENTE: "KODRO MAGAZZINE"

Rubén Sosa, apodado como «El Principito», es considerado como uno de los mejores futbolistas surgidos en Uruguay durante la segunda mitad del siglo XX. Durante su extensa carrera profesional, que tuvo lugar de 1982 hasta 2005, el exinternacional uruguayo disputó 687 partidos y marcó 221 goles en clubes de hasta 5 países. En su palmarés encontramos una Liguilla Pre-Libertadores, una Copa del Rey, una Bundesliga, tres campeonatos de Uruguay y una Copa de la UEFA, además de reconocimientos de máximo goleador de la Primera División de Uruguay de 1998 y de la Copa Libertadores de 1999 o el Premio Pirata d’Oro al futbolista del año del Inter de Milán de 1993.




Con la selección de Uruguay ganó la Copa América de Argentina 1987 y la celebrada en su país de origen en 1995, además de ser subcampeón en Brasil 1989. También participó en el Mundial de Italia 1990, en Copa América Ecuador 93, así como en las eliminatorias del Mundial de Estados Unidos de 1994. Como juvenil jugó el Campeonato Mundial Juvenil en 1983. Disputó un total de 46 partidos, marcando 15 goles, que le valieron para ser el goleador de las Eliminatorias sudamericanas de 1989 y el mejor jugador de la Copa América de 1989.

Nacido en Montevideo un 25 de abril de 1966, para él y su familia nada fue fácil al comienzo. “Yo tenía 10 hermanos y mi vieja me decía, el que no viene a la 1 no come, entonces veníamos rápido. Cuando dejé el baby fútbol en Potencia, estudiaba poquísimo porque quería ayudar a mi vieja y a los 13 años empecé a matar pollos, a trabajar. Me acuerdo de que yo decía, esta es mi pretemporada, yo voy a ser futbolista”, recuerda el jugador. A los 14 debutó en la Sexta de Danubio y a los 15, Sergio Markarian lo puso en Primera división.

“Yo era un inconsciente que le gustaba correr atrás de la pelota, le quería ganar a Maradona y a todos los fenómenos. Cuando debuté en Primera estaba como loco para jugar y yo jugaba contra grandes jugadores y ya veteranos que tenían más de 30 años, pero no miraba la edad. Es como decía Markarian, cuando sos bueno no hay pasaporte, hay que meterte en la cancha. Te tienen que cuidar, porque no es meter por meter. Markarian me ponía 15 o 20 minutos, yo quería jugar más, hasta que entré de titular y no salí más”.

Cuando cumplió la mayoría de edad se fue al Real Zaragoza, después de tres años con su primer club profesional, Danubio, en Uruguay. En las tres temporadas anteriores, Zaragoza había terminado sexto, séptimo y décimo en la máxima categoría española. Sosa contribuyó con cinco goles en 17 partidos para ayudar a su nuevo equipo a alcanzar un cuarto puesto en su primer año. “Fue difícil el primer año porque entrenaban distinto ellos, en las montañas, con nieve, corría 100 metros en la montaña y yo con 18 años no tenía mucho músculo, era flaquito. Los primeros meses no le hacía un gol a nadie, era otro ritmo. Jugué contra Hugo Sánchez, Míchel, Butragueño, eran profesionales mayores. Ahí tenía un buen entrenador también, Luis Costa, que era de Zaragoza, que hizo lo mismo que Markarian, me cuidó y de repente a veces me dejaba descansar y me metía en el segundo tiempo, y después cuando vio que estaba físicamente bien, que estaba fuerte, empecé a jugar de titular”.

 No solo el Real Zaragoza superó al Atlético de Madrid para obtener un puesto entre los cuatro primeros, sino que también llegó hasta el final en la Copa del Rey, derrotando al Barcelona de Terry Venables en la final. Sosa marcó el único gol del partido contra los catalanes, logrando meter un tiro libre raso tras una ligera desviación en la barrera defensiva. Fue el primer trofeo doméstico del Zaragoza en 20 años.

Esa fue la mejor temporada para Sosa y el conjunto maño durante su paso de tres años por La Romareda. Aunque el Zaragoza no saboreó más éxito durante ese período, Sosa, entonces con 22 años, se había establecido como uno de los nombres más emocionantes y prometedores del juego. Marcó 18 goles en la liga en su última temporada en España, lo que le valió un traslado a Lazio.

 El pase de Danubio a Zaragoza lo hizo el presidente de la Franja, el ingeniero Héctor Del Campo, junto a un abogado. Cuando terminó el contrato en el club español, empezó a representarlo Francisco Casal. “Paco me preguntó si quería ir para Italia, era el boom en los 90. Por supuesto, le dije”. Fue en Italia donde la carrera de Sosa realmente despegó. Había sido parte del equipo de Uruguay que ganó la Copa América de 1987 y ahora, un año después, estaba a punto de comenzar a ejercer su oficio en lo que entonces era la liga más importante del mundo. “En Italia me dijeron de hacer el pasaporte comunitario para jugar un par de años más y dije que no, me voy, ‘sono uruguaiano’ les decía. Me sentía un embajador de Uruguay porque respetaba a los chicos que salían de acá. Uno de los primeros fui yo, después fueron el Pepe Herrera a Cagliari, el Enzo, el Pato Aguilera la rompió».

A pesar de su estatura baja y robusta, Rubén Sosa tenía una explosión de velocidad que lo hacía especialmente efectivo en el Calcio. Además, su toque con el pie izquierdo era algo impresionante. Sosa podía ejecutar los toques más delicados por encima de un portero que avanzaba o disparos de larga distancia que parecían capaces de romper un larguero.

En un momento en que Diego Maradona estaba brillando en el Napoli, Sosa hizo su propio nombre en la Lazio, especialmente como especialista en tiros libres. Marcó ocho goles en la Serie A en cada una de sus dos primeras temporadas para los gigantes de Roma, junto a estrellas como Luigi Di Biagio y Paolo Di Canio.

En la Copa América de 1989, Sosa marcó cuatro goles mientras Uruguay terminaba segundo detrás de Brasil. Fue votado como el mejor jugador del torneo por delante de Maradona, Romário, Bebeto y el propio El Príncipe, Enzo Francescoli.

 Sosa aumentó su cantidad de goles con 11 y 13 en su tercer y cuarto año en Roma. Sin embargo, no hubo trofeos para El Principito ni para la Lazio antes de unirse a Internazionale en 1992. Los Biancocelesti no terminaron más arriba del décimo puesto en la Serie A mientras Sosa estuvo en el club.

Desde su llegada a la Serie A, Sosa nunca había formado parte de un equipo que desafiara por el título. Todo eso cambió en su primer año con el Inter. Impulsado por la presencia de estrellas como Walter Zenga, Giuseppe Bergomi, Nicola Berti, Matthias Sammer y Totó Schillaci, El Principito comenzó a jugar el mejor fútbol de su carrera. En lugar de achicarse en su nuevo entorno entre jugadores de renombre, Sosa demostró que pertenecía y que podía ser un pez gordo en lo que ya era un estanque bastante grande.

Inter había vendido a sus tres leyendas alemanas: Andreas Brehme, Lothar Matthäus y Jürgen Klinsmann, el verano en que llegó Sosa después de terminar en octavo lugar en 1991/91. Demostró ser un reemplazo más que capaz para Klinsmann, marcando 20 goles en su primera temporada.

Inter quedó segundo detrás de sus rivales locales, AC Milan, dirigidos por Fabio Capello y contando con el talento de jugadores de clase mundial como Franco Baresi, Paolo Maldini, Demetrio Albertini, Ruud Gullit, Dejan Savićević, Frank Rijkaard, Jean-Pierre Papin y Marco van Basten. En términos futbolísticos, era una vergüenza de riquezas que tenían a su disposición sus vecinos cercanos.

En 1993/94, Inter cayó a un decepcionante 13.º lugar en la Serie A, a pesar de agregar a su propia contingencia holandesa al equipo. Llegaron un joven Dennis Bergkamp y el centrocampista Wim Jonk. Sosa volvió a ser el máximo goleador del club en la liga con 16 goles. «Dennis era un chico muy cerrado, un holandés típico, con una técnica bárbara, que vino muy jovencito al Inter. Era muy tímido, no se reía, y cuando festejaba apenas abría los brazos, mientras que yo hacía un festejo a toda alegría con “el avión” (risas). Pero era un campeón, no era fácil sacársela y, así como podía errar un mano a mano, hacía un gol increíble o salía de dos o tres marcas con gran facilidad. Fue un jugador estupendo».

Inter se había clasificado para la Copa de la UEFA. Con Sosa y un influyente Bergkamp llevando los hilos, llegaron hasta el final y levantaron el trofeo. Inter venció a Austria Salzburgo 2-0 en el global en la final a doble partido. Sosa disfrutó de una gran relación con los aficionados de Inter, como mencionó en una entrevista muchos años después de retirarse. «Tengo grandes recuerdos de mi tiempo en Inter, de jugar en un escenario como San Siro. Los aficionados solían cantar mi nombre cuando marcaba goles, y ese fue uno de los equipos más importantes para mí».

En la escena internacional, Sosa y Uruguay sufrieron unos años estériles. Salieron de Italia 90 en octavos de final, perdiendo 2-0 contra los anfitriones. Sosa fue omitido del plantel de Uruguay para la Copa América de 1991 por el entrenador Luis Alberto Cubilla. La Celeste no logró avanzar más allá de la primera fase de grupos en Chile.

Cubilla aún estaba a cargo para el torneo de 1993. Esta vez llevó a Sosa a las finales en Ecuador, pero el jugador de 27 años no disputó ni un minuto en el campo. El equipo de Cubilla fue eliminado en penales por Colombia en los cuartos de final. Afortunadamente, para Sosa, su historia en la Copa América no terminó ahí.

El verano de 1994, recién comenzado la danza de fichajes de todos los años, el Real Madrid con Jorge Valdano como nuevo entrenador, andaba tras los pasos de un delantero de nivel. Sonaban algunos nombres como Eric Cantona (Francés) y Rubén Sosa (Uruguayo). Comenzaron los rumores, el representante del jugador lo daba por hecho. Fuentes del propio Real Madrid lo daban por cerrado el traspaso. Se habían reunido y pactado el fichaje por aproximadamente 500 millones de pesetas (cerca de 3,5 Millones de dólares de hoy en día).

 Al final ni fichaje ni nada, e incluso Sosa fue multado en el Inter por sus declaraciones, y además se quejó públicamente de la actitud de Ramón Mendoza, presidente del Real Madrid. Así pues, la temporada 1994/95 sería la última de Sosa en Italia. El nuevo entrenador Ottavio Bianchi llevó al Inter a un respetable sexto lugar en la Serie A con Sosa nuevamente como máximo goleador del club, aunque con solo ocho goles. Sin embargo, no pudieron defender con éxito su corona de la Copa de la UEFA, ya que Sosa falló el penalti vital en Villa Park después de que el Inter empatara 1-1 en dos partidos con el Aston Villa de Ron Atkinson. El lanzamiento de Sosa golpeó el larguero y rebotó al otro lado de la línea. Villa marcó su último penalti y eso fue todo. La aventura del Inter en la Copa de la UEFA había terminado y Sosa partió hacia Alemania en el verano de 1995.

Ottmar Hitzfeld llevó a Sosa a la Bundesliga, persuadiéndolo para unirse al campeón defensor Borussia Dortmund. Aunque solo pasaría un año en Alemania, Sosa ganó su primer título de liga doméstica allí. Junto a Jürgen Kohler, Andreas Möller, Karl-Heinz Riedle y Stéphane Chapuisat, Sosa se encontró siendo utilizado como jugador de plantilla. Disputó 17 partidos (ocho como titular) para el Dortmund de Hitzfeld, contribuyendo con tres goles. El Dortmund fue eliminado de la Liga de Campeones en los cuartos de final, derrotado 3-0 en el global por un Ajax inspirado por Jari Litmanen.

Hablando de su experiencia en la Bundesliga, Sosa dijo: «Es un fútbol rápido, creo que fue más un impacto físico para mí que técnico. Pero veo que hay muchos aficionados. Los aficionados son apasionados por el fútbol. Fue un año hermoso para mí, porque ganamos el campeonato alemán».

Sosa ganó su último trofeo en el fútbol internacional como parte del plantel de la Copa América de 1995 dirigido por Héctor Núñez. Principalmente, fue utilizado como suplente en las primeras etapas de la competencia, ya que Núñez había decidido sobre una pareja de ataque titular compuesta por Francescoli y Daniel Fonseca. Sin embargo, Sosa había ganado su segunda medalla de oro de la Copa América. Lamentablemente, nunca volvería a representar a su país, terminando con un respetable registro de 15 goles y 46 apariciones para Uruguay.

 Después de solo un año en Alemania, Sosa regresó a LaLiga, uniéndose al recién ascendido CD Logroñés. Aunque ya superaba los 30 años, jugó 35 partidos en la máxima categoría y marcó siete goles. Sin embargo, no pudo evitar que el club descendiera directamente a la segunda división. Con eso, se cerró el capítulo europeo de la carrera futbolística de Sosa.

En 1997, Sosa regresó a su tierra natal, uniéndose al club que había apoyado de niño: Nacional. Tres títulos uruguayos seguirían en sus cinco años en Nacional en 1998, 2000 y 2001. Sosa volvió a disfrutar de su fútbol y de la adoración de los aficionados de Nacional. En 1999, aunque Nacional solo llegó a los octavos de final de la Copa Libertadores de ese año, Sosa fue el máximo goleador del torneo con seis goles.

 Le siguió un traslado al club chino Shanghai Shenhua en 2002. Allí, Sosa ganó un título de liga, aunque sería retirado de los honores del club debido a hallazgos de amaño de partidos más de diez años después. El delantero regresó a Uruguay para jugar intermitentemente durante los próximos años en Nacional y Racing Montevideo, finalmente poniendo fin a su carrera profesional en 2006, a la edad de 40 años.

 

domingo, 13 de julio de 2025

"HISTORIAS QUE VALEN LA PENA CONOCER"

 "EL FENOMENO DE LA PRENSA FANTASMA, HISTORIA DE UN FRAUDE"

FUENTE: "KODRO MAGAZINE"

Tras años de silencio ha llegado el momento de hablar de forma clara sobre el fenómeno de la «prensa deportiva fantasma» que se vive desde hace años, especialmente en países como España. Supuestos medios de comunicación, con trabajadores y oficinas, que se perpetúan año tras año de forma milagrosa, a pesar de que su modelo de negocio es totalmente inviable debido a audiencias testimoniales y altísimos costes de producción. Todo eso sin nombrar que ofrecen contenidos sin un gran valor cultural o histórico, y hasta en ciertas ocasiones se han permitido el lujo de bromear sobre temas graves como el narcotráfico o el racismo.




Si hay una constante que siempre se repite en el modus operandi de la «prensa deportiva fantasma» es que acostumbran a lucir perfiles en redes sociales con miles y miles de seguidores, aunque su engagement es el de un perfil de 100 seguidores. El incremento de su número de seguidores, suscriptores o de likes por post o vídeo no es orgánico, sino que tiene lugar de forma puntual y radical, generando métricas de vértigo que nadie en su sano juicio puede dar como reales. También los podrás detectar por sus alianzas comerciales con otros medios de similar naturaleza, que usan los mismos proveedores de bots y granjas de clics, y con los que comparten gran afinidad por la corrupción, a pesar de denunciar la de la FIFA (curiosamente una de las entidades que nunca ha subvencionado su fraude)…

Todo lo expuesto no solo representa un claro caso de competencia desleal, sino un uso fraudulento del dinero público e institucional, distorsionando el ecosistema mediático y limitando la llegada de nuevos medios de comunicación al profesionalismo. Mientras los responsables de centenares de medios de comunicación independientes luchan por sobrevivir, generando contenido de calidad y construyendo audiencias masivas reales para profesionalizar su actividad, ¡otros incluso se pueden permitir el lujo económico de crear galas con entregas de premios o hasta autocrearse un club de fans aupado por un ejército de bots compartiendo el mismo texto! ¿El resultado? Un empobrecimiento gradual y grave del periodismo deportivo y la cancelación de proyectos con audiencia real.

En el liderazgo de estas empresas encontramos a descendentes directos de pequeñas y grandes fortunas que ven en el periodismo deportivo el trampolín hacia otros grandes medios de comunicación o la oportunidad de destacar gracias a la compra indiscriminada de seguidores y visitantes web, falseando sus resultados de audiencia. Y no solo para lucir «grandes» ante el público que los sigue, sino ante organismos públicos, mixtos y privados (con la capacidad de otorgar ayudas económicas) que son incapaces, a propósito o no, de detectar su vil engaño. Prácticas que incluso se extienden más allá de su actividad principal basada en una revista, periódico o canal de YouTube, como la venta y producción de libros o la creación de pódcast.

¿El dinero todo lo puede comprar? En este caso la respuesta es un rotundo sí, incluso les da lo suficiente como para incorporar en sus filas a «fieles escuderos» que les acompañan y apoyan en este demente viaje a cambio de recibir migajas de su gran pastel.

 

¿Cuál es el proceso para crear un medio de comunicación y vivir del fraude en España?

El primer paso, imprescindible, consiste en instalar el negocio en una oficina física y contratar un mínimo de uno o dos empleados. Sin ello, es difícil proyectar la imagen de relevancia necesaria ante quienes otorgan las ayudas económicas a dedo. Los organismos e instituciones mixtas o privadas que las pueden proveer son varias, desde las que son controladas por el gobierno central hasta ayuntamientos locales, federaciones o incluso clubes. Si esto no basta, el segundo paso es establecer vínculos con los partidos políticos o los mandatarios que controlan estos organismos, algo que a menudo puede lograrse mediante contactos personales o redes de influencia. ¿Os acordáis del caso Rubiales y del silencio sepulcral (durante la primera semana) de una popular revista de fútbol?

El tercer paso implica iniciar la actividad, generalmente acompañada de la compra masiva de seguidores en redes sociales y tráfico web para simular un gran éxito de inicio. A partir de ahí, basta con mantener una inversión constante en visibilidad digital —a través de granjas de clics y bots— para sostener una presencia online aparentemente activa y exitosa. Una vez toda la estructura funcional necesaria para subsistir está operativa, muchas veces se suman un gran número de becarios, amigos y colaboradores, para generar más contenido y en la mayoría de casos a coste cero. Y cuándo todo esto no es suficiente, incluso se practica el plagio sin ningún tipo de escrúpulo (creednos que es algo que conocemos perfectamente).

 

¿Cuál es el papel de las autoridades e instituciones españolas ante una realidad cada vez más evidente?

El problema de fondo de la existencia y supervivencia de la «prensa deportiva fantasma» es la falta de controles rigurosos y la formación adecuada de los auditores públicos y privados que deben validar la veracidad de los datos de audiencia facilitados. Mientras no existan mecanismos serios que luchen contra la pillería, el fraude seguirá funcionando como una vía rentable para sostener medios con audiencias ficticias y condenar a cualquiera que intente hacerles frente a pesar de generar audiencias masivas.

¿Estamos dispuestos a seguir financiando con nuestros impuestos a la «prensa deportiva fantasma»? ¿No merecen los amantes del deporte —y el periodismo en general— un ecosistema más transparente, más justo y más riguroso, que dé oportunidades al talento? El periodismo deportivo también merece ser practicado y disfrutado con integridad, y nunca te olvides que si tú les sigues comprando, ellos seguirán robando.

"HISTORIAS DE COLECCION"

"HISTORIA DEL NO FICHAJE DE LEONEL ALVAREZ AL ATLETICO JUNIOR" FUENTE: "KODRO MAGAZINE" Leonel Álvarez fue presentado po...