viernes, 28 de junio de 2024

"HISTORIAS QUE VALEN LA PENA CONOCER "

 VIOLA EN VALENCIA CF, UN CAMPEON DEL MUNDO EN MESTALLA:

FUENTE: "KODRO MAGAZINE":

Paulo Sérgio Rosa, más conocido como Viola, llegó el agosto de 1995 a LaLiga como campeón del mundo y fichaje estrella del Valencia CF, por aquel entonces entrenado por Luis Aragonés. El considerado «nuevo Romário» por la edición española de la revista Don Balón, llegó para suplir el vacio que dejaron las ventas de Salenko y Penev.




El ariete llegó a disputar hasta 30 encuentros, anotando tan solo 10 goles (más 4 en las dos pretemporadas en las que participó) en la única temporada que disputó en Mestalla. En aquella plantilla coincidió con nombres como los de Mazinho, Engonga, Camarasa, Zubizarreta, Mendieta, Mijatović, Fernando o José Gálvez.

Procedente de una familia humilde de Sáo Paulo, Viola debutó con el Corinthians a los 18 años, de donde salió para fichar por el Valencia. «Mi madre no sabía leer ni escribir, pero yo, con mucho esfuerzo, llegué a campeón del mundo», alardeaba el futbolista, que, debía su apodo a las botas de color violeta que calzaba en el colegio.

A pesar de ser el fichaje más caro de la historia del Valencia, por aquel entonces, el brasileño Paulo Sérgio Rosa no acabó de encajar nunca, pese a ilusionar a la afición che con el mítico cántico «¡Uh ah Viola! ¡Uh ah Viola!». Más allá del atractivo de su peinado (homenajeando a la senyera tintándose los cabellos con sus colores) y sus celebraciones, el presidente Paco Roig sabía que con el fichaje de Viola había incorporado alguna cosa más que un campeón del mundo, por recomendación de Carlos Parreira (técnico previo a la llegada del delantero). Era una inversión histórica, de poco más de 500 millones de pesetas, para plantar cara a los grandes de LaLiga.

«Poco a poco iremos conociendo Valencia, después Barcelona, Madrid y otras ciudades». La intención de Viola era firme: cumplir su contrato de tres años. Creía que la gente era muy parecida a Brasil, «el calor y el cariño», aunque creía que el fútbol era distinto, «aquí es mucho más rápido». A sus 26 años, el delantero no formó parte del once titular de forma regular, Gálvez le quitó el puesto. Pero a medida que pasaban los partidos pudo ganarse el afecto de la afición con sus excéntricas celebraciones y actitudes. Como cuando ofreció su número de teléfono en directo ante las cámaras de televisión y las emisoras de radio (pensando que estaban apagadas en ese momento). «Mi número de teléfono es ( … ). Quien quiera llamarme, que me llame». Con este gesto ante cámaras y emisoras de radio, el jugador del Valencia Paulo Sergio Rosa, Viola, de 26 años, plasmó una candidez inusual, pero también un deseo de comunicarse con el exterior. «Fui inocente, creí que las cámaras estaban apagadas», recuerda sonriente Viola, satisfecho porque la mayoría de quienes le llamaron lo hicieron para darle ánimos.

Fue el momento en el que el fichaje más caro de la historia del Valencia acusó al presidente, Francisco Roig, y al secretario técnico, Jesús Martínez, de tratarle «como un payaso» y de haberle engañado en algunos detalles del contrato. El Valencia le abrió un expediente y suspiró para conseguir su marcha. En el tiempo transcurrido desde que llegó a Valencia, el 13 de agosto, Viola percibió un profundo cambio en el trato del presidente, a medida que el futbolista no respondía a las expectativas levantadas. «Ese es mi principal defecto: creo en las personas», apuntaba Viola, indignado con las incumplidas promesas del presidente: los pasajes de avión para su hija y sus padres (residentes en Brasil) y el pago mensual del contrato de imagen quedaron en papel mojado. No hubo billetes y el pago del contrato fue bianual.

Las airadas acusaciones de Viola parecieron haber tenido un efecto balsámico en el jugador, que, después de semanas con problemas de insomnio, aseguraba estar encantado con la ciudad y la gente. «Salimos a comer, a la playa, al cine… y nos encanta el arroz a banda, las naranjas y los melones», «mucho más dulces que en Brasil», señalaba Leila, su esposa. Rompía así el jugador la imagen de aislamiento que había transmitido en sus dos primeros meses. «Soy extrovertido. Siempre me hago fotos con los aficionados y firmo autógrafos. Además, cuando vienen los niños de la urbanización, voy a jugar con ellos al fútbol o a montar en bici. Los niños son los mejores para aprender a hablar español». El futbolista, no obstante, recuerda que de no ser por Mazinho y Valeriana, su esposa, no hubiera salido de casa, pese a que no tenía queja alguna de sus compañeros y el técnico, Luis Aragonés, una de las personas que más le ayudó.

 Su mejor racha fueron 6 partidos de infarto que se iniciaron en marzo de 1996, en el que los que el brasileño consiguió marcar ocho goles, convirtiéndose en una de las sensaciones de aquel campeonato de 1995-1996, con permiso de Peđa Mijatović. Goles ante el FC Barcelona, en el viejo San Mamés ante el Athletic, un doblete en San Lázaro ante la SD Compostela y Real Celta de Vigo, que ayudaron al Valencia CF a continuar compitiendo la Liga hasta el último partido contra el Atlético de Madrid de Radomir Antić.

Viola tuvo el sobrenombre aquellos años de “El Principe de Bel-Air” por ir siempre con los auriculares puestos en los oídos escuchando música, en relación con el famoso personaje de Will Smith que triunfaba en Antena 3.

 El club, sin embargo, intentaba desprenderse de él sin perder dinero. Desde la entidad se lanzaron dos anécdotas para desprestigiarle. En la primera aseguraban que cuando la empresa Ford firmó el contrato de patrocinio con el Valencia y regaló un coche a los dos campeones del mundo, Viola y Mazinho, Lelia, la esposa del primero, reclamó el suyo. Ella, sin embargo, afirmaba que lo pidió en broma. La otra anécdota apuntaba a que Viola pretendía colocar publicidad de Coca-Cola en la camiseta del Valencia. Él daba otra versión: «En Brasil, los contratos de imagen son del jugador. Aquí son de los clubes, pero yo no lo sabía y Jesús Martínez me presentó un contrato de imagen en el que yo podría mantener, fuera de la concentración del Valencia, mi contrato era con Puma. Después trajo un contrato distinto en el que me lo prohibía».

Otra de las piedras enviadas desde el club se dirigían hacia su intento fallido de fichar por el Albacete antes del Mundial de Estados Unidos. «Me ofrecieron un contrato de 12.000 dólares mensuales. Ganaba más en Brasil». En Valencia cobraba cerca de 100 millones.

La temporada siguiente, con el fichaje de Romário y los pequeños enfrentamientos dentro del club fueron su billete de regreso a Brasil, a pesar de empezar con buen pie y gol en la presentación del equipo ante el PSV, en el que el Valencia se impuso 2-1. Finalmente, se fue al Palmeiras, eterno rival del equipo en el que debutó, el Corinthians. En 2015 fichó por su último club con 46 años, el Club Atlético Taboão da Serra de la Cuarta División Paulista.

jueves, 27 de junio de 2024

HISTORIAS QUE VALEN LA PENA CONOCER

ROMARIO, LA HISTORIA DEL ORIGEN DE "O BAIXINHO"

FUENTE: "KODRO MAGAZINE"

Romário, mucho antes de convertirse en campeón del mundo con Brasil, tuvo que lidiar con el asma, la pobreza y los problemas de confianza que generaba su baja estatura entre sus primeros entrenadores. Una historia de origen, desconocida para muchos, que forjó el carácter de un «futbolista de dibujos animados» que todos disfrutamos y seguimos disfrutando.




Con 55 goles en 70 apariciones, aun a día de hoy es el cuarto máximo goleador de la selección de Brasil, detrás de Pelé, Neymar y Ronaldo. Su promedio de goles con la selección es superior a los goles de Neymar (segundo) y Ronaldo (tercero). Es el jugador que más goles marcó en una temporada con la camiseta de su selección, llegando a marcar 20 goles en 1997. Es el segundo máximo goleador de la selección brasileña en las eliminatorias mundialistas, ocupando el primer lugar hasta septiembre de 2021, cuando fue superado por Neymar. Es tercero en la lista de todos los tiempos de los máximos goleadores de la liga brasileña con 155 goles.

Tijuca, 29 de enero de 1966. El joven matrimonio formado por Edevair de Souza Faria y Manuela “Lita” Ladislau Faria recibe la llegada de su hijo primogénito. Río de Janeiro no es consciente que acaba de nacer un futbolista que pasaría a la historia. El padre trabajaba en una fábrica de pinturas y la madre le ayudaba en todo lo que podía. Todo esfuerzo era poco para salir de Jacarezinho, un conjunto de favelas donde el cartón, las maderas, la hojalata y, en el mejor de los casos, la uralita, sustituían torpemente a más nobles materiales de construcción. No era lugar para unos padres jóvenes criando a su recién nacido.

Por aquel entonces, sus dudas no solo se centraban en su hogar, sino también en el nombre que le debían poner al pequeño. Ede y Lita, como cientos de brasileños, eran apasionados de la tele, y “Don Romário, el hombre del diccionario”, era el programa de moda en aquellos momentos. El guion era fácil: un erudito, previa consulta del diccionario, iba descifrando el significado de palabras poco conocidas para el pueblo. Aquello maravilló a los brasileños… e inspiró a los padres de Romário.

“O baixinho” creció con graves problemas respiratorios. No jugaba con otros niños y, si lo hacía, enseguida volvía a casa, cansado… Por la noche dormía intranquilo, y más con la llegada de Ronaldo, su hermano, dos años más joven que él (más adelante llegaría su hermana). Pero todo problema a veces encuentra solución de la forma más inesperada…

En 1970, Ede consiguió un cargo de más responsabilidad dentro de la misma empresa, y la familia De Souza Faria se mudaría a una nueva casa en un barrio algo más seguro. “Cuando hablo de mi familia me emociono. Mi padre pintaba, hacía de todo para poder vivir. Mi madre lavaba ropa. Trabajaron mucho para dejarme hacer lo que me gusta. Mi hermano lo sacrificó todo para que yo jugara. También él jugaba. Dijeron que era mejor que yo, pero no era verdad”, recuerda Romário. En Vila da Penha, el asma de Romário, que por aquel entonces tenía 3 años, desapareció de la noche a la mañana, posiblemente a causa de un clima más benigno y unas condiciones higiénicas mejores. Además, muy cerca de su casa vivían sus tíos, Dé y Delza, grandes amantes del futebol.

En aquella época el talento innato para el fútbol de Romário era cultivado no solamente por su padre, sino también por sus tíos, que no perdían ocasión para llevarle a los entrenamientos que se realizaban en el modesto Campo do Alianza de Praça Soldado José dos Anjos. Los niños llegaban atildados con su camiseta limpia y sus botas relucientes. Muchos de ellos, acompañados de sus padres o arrastrando a su hermano pequeño, como en el caso de Romário y Ronaldo. Todos buscaban alinearse en el equipo con más posibilidades. La gente estaba ansiosa, con el aplauso siempre dispuesto para premiar a aquellos chiquillos entre 7 y 13 años que se esforzaban en imitar a las grandes figuras. No eran simples “pachanguitas” de patio de colegio. El director de la Escola Futebol Vila da Penha, dirigía con la misma ilusión y entrega que lo haría el responsable de una escuela de samba. Todos estaban maravillados por un chiquillo de siete años, el más bajito de todos, con el dorsal número 7 a la espalda, que trataba de burlar a sus contrincantes, mucho más altos y corpulentos. Con una habilidad sorprendente, regateaba y se plantaba ante el portero. Su sueño era convertirse en jugador del America do Rio, y su nombre nadie lo olvidaría.

 Edevair tenía claro que haría lo imposible para ayudar a sus dos hijos a cumplir su sueño de llegar al fútbol profesional, fue así como cogió la dirección de la Escola Futebol Vila da Penha, la profesionalizó dentro de sus posibilidades, y la transformó en el Estrelinha. Club que seguiría jugando sus partidos en el Campo do Alianza. “Yo había llegado hasta la Liga de Segunda División, pero no era profesional. Eso quedaba reservado para los que jugaban en Primera División. En Brasil hay tantos jugadores, que si no llegas a lo más alto no eres nada… Bueno, sí, jugador de un equipo y para mí, eso ya era suficiente…”. Está claro que a Ede le hubiera gustado más lucir la elástica de alguno de los grandes clubs y llegar a codearse con las máximas figuras del balompié.

El Estrelinha tenía una plantilla de 30 jugadores, y todos querían jugar. Nunca había ninguna baja, y Romário era el líder. Pese a su carácter reservado y tímido ante los extraños, siempre se erigía en el jefe sobre el campo. Posiblemente, porque su labor era más lucida. “Yo me limitaba a robar balones desde el centro del campo y él, a rematarlos, marcando los goles. Era la estrella”, recuerda su hermano Ronaldo.

Los cazatalentos futbolísticos de Río no tardaron en llamar a la puerta de la familia. El primero en intentar su fichaje fue Wilson, el entrenador del equipo júnior del Vasco da Gama. Era el año 1979 y “O baixinho” tenía 13 años. La visita se produjo durante el transcurso de un partido entre el Estrelinha y el Bonitinhos, un equipo juvenil dependiente de uno de los clubs profesionales de Río. Wilson quedó impresionado de la habilidad, la técnica y la rapidez del hijo de Ede. Pese al preacuerdo, a los técnicos del Vasco de Gama el chico les pareció poco formado, demasiado joven y especialmente bajo. “¿Qué haremos con él? ¿Ponerlo en los infantiles?” A Wilson no le gustó la ironía, él confiaba en Romário y discrepaba de aquellos técnicos de despacho que solamente le habían visto tocar la pelota en los entrenamientos. Así que decidió abandonar el Vasco da Gama, y se fue al Olaria Atlético Clube con Romário, que abandonaría el Estrelinha en 1980 con 14 años. El modesto club brasileño les abrió las puertas y los trato como parte de su familia. Tuvieron todo tipo de atenciones a su alcance para poder desarrollar su talento con tranquilidad. Era el inicio de una gran “amistad”, que tendría desgraciadamente un final muy infeliz.

Romário llegó al cadete del Olaria Atlético Clube la temporada 1980-1981, donde coincidiría con otros futuros futbolistas profesionales como Gonçalves y Aílton. Allí maduró, aprendió a pelearse con las defensas y a sacrificarse constantemente. Una formación que, a la larga, le serviría para convertirse en un futbolista deseado por medio mundo. Su esfuerzo y dedicación tuvieron premio al final de temporada con la llamada del Vasco de Gama. Entonces, sus técnicos sí se dieron cuenta de su valor.

 Romário, en su primera y única temporada en el Olaria, fue el máximo goleador de todas las categorías cadetes de Brasil y forjó una gran amistad con el técnico Paulo Ferreira. “Es bajito y delgado. Le costará más llegar que a los chicos de su edad. Le exigirán lo mismo, con unas condiciones inferiores. Afortunadamente, cuenta con una inteligencia como jugador superior a la de cualquier otro…”. Ferreira apoyó en todo momento a Romário, y este supo agradecerlo hasta tal punto que, aún hoy, es uno de sus mejores amigos en el fútbol brasileño. Además, le ayudó a superar sus crisis psicológicas como jugador. “Tuvo un par de malos momentos. Quiso dejarlo por unas decepciones, pero le hice ver que en el fútbol estaba su futuro. Tanto en Brasil como fuera del país. Le convencí de que cosas similares también pasaban en otras actividades de la vida y en las que encontraría menos satisfacciones. Por ejemplo, el fútbol le podía brindar una serie de comodidades difíciles de alcanzar en otras profesiones. Me hizo caso y siempre que dialogamos me lo agradece”.

Aquella historia, que parecía tener un final feliz, acabó con el delantero aceptando la primera la oferta del Vasco sin consultar al Olaria, y este último no dio el visto bueno al traspaso. Por desgracia para el joven, todo acabaría mal a causa de una especie de derecho de formación. El Olaria le impediría así jugar durante un año como venganza por la “traición”.

 La historia la recuerda el propio Paulo Ferreira: “Romário no era un desconocido para el Vasco. Sabían de su existencia. Simplemente, esperaban que se formase más y la temporada con el Olaria le fue muy bien. Se concertó un partido amistoso entre ambos clubes, a final de temporada. Ganó Vasco por 4 goles a 3… con tres goles de Romário. Aquella fue la prueba definitiva y Augusto, técnico del Vasco da Gama, le ofreció la ficha al jugador, que dio el sí. Pero ninguna de las dos partes consultó con el club contrario. Romário, quería irse, pero su antiguo club dijo no”. Todo hizo indicar que existió una guerra de intereses. El modesto Olaria Atlético Clube posiblemente quería sacar gran tajada de la operación y el Vasco de Gama ahorrarse dinero. Las consecuencias las pagó el jugador, que fue sancionado por la federación brasileña con un año de inhabilitación (reducida a 8 meses) sin poder jugar en competiciones oficiales.

Pese a no poder jugar partidos oficiales, hasta la parte final de la temporada, Romário se incorporó al juvenil del Club de Regatas Vasco da Gama para la temporada 1981-1982. Aquella situación atípica no gustó a nadie y menos al jugador, que incluso pensó en tirar la toalla. Los partidos de vóley en las playas eran su única válvula de escape durante ese duro periodo. No podía entender cómo los que le habían tratado como a un hijo, ahora le impedían mejorar en su incipiente carrera deportiva. Tan solo acababa de empezar su historia.


miércoles, 26 de junio de 2024

HISTORIAS QUE VALEN LA PENA LEER:

EL DIA QUE RONALDO DEBUTO CON EL PSV EN EL CAMP NOU

FUENTE: "KODRO MAGAZINE"

Ronaldo fue leyenda y campeón del mundo con la selección de Brasil, una superestrella que brilló especialmente durante los años 90 a un nivel superlativo. A día de hoy prácticamente lo sabemos todo sobre su trayectoria en clubes y selección, pero en el siguiente artículo recuperamos un dato histórico, su debut con la camiseta del PSV Eindhoven en el Camp Nou de Barcelona.




Ronaldo, ya en su primera campaña como profesional en el Cruzeiro, con tan solo 16 años, marcó 58 goles en 60 partidos. Números que llamaron la atención de clubes como el Ajax, Benfica o el AC Milan, aunque fue el PSV Eindhoven el que se acabó haciendo con su fichaje. Cosas del destino, la primera vez que vistió la camiseta del conjunto holandés fue en un escenario que le sería familiar unos años después, el Camp Nou de Barcelona, y ante el técnico que no le dio la oportunidad de jugar ni un solo minuto en el Mundial de Estados Unidos de 1994, Carlos Alberto Parreira.

Precisamente a él se refirió en una entrevista previa al partido concedida a la revista Don Balón en el que no se cortó ni un pelo. «Claro que estoy un poco molesto por no haber podido debutar en un Mundial, Parreira me privó de ello. Yo reconozco que Romário y Bebeto son muy buenos y son los delanteros que más admiro, pero creo que estoy a su nivel. En mi opinión, podría haber jugado algún partido en Estados Unidos. Creo que soy muy completo, y no tengo miedo a nada. Puedo ser el sucesor de Maradona. Tengo recursos para ello y no tengo ningún temor. Solo necesito un poco de tiempo. Es una satisfacción que me comparen con Pelé. Aún no estoy a su altura, pero es posible que pueda llegar a su nivel».

El extécnico de la canarinha era el gran fichaje del Valencia CF para afrontar con garantías la temporada 1994-1995, y el enfrentamiento entre ambos fue uno de los grandes morbos del Trofeig Joan Gamper de aquel año, que también midió a Gica Hagi ante su exequipo, el Brescia, y supuso el primer reencuentro de Zubizarreta con su exequipo.

En la semifinal disputada entre el Valencia y PSV, los españoles se impusieron por 2-0, y Ronaldo jugó los 90 minutos reglamentarios, siendo sustituido en el tiempo de añadido por Peegte. Mundo Deportivo, en la crónica del partido, dejó esta sentencia para el recuerdo: «El joven Ronaldo demostró que puede ser el nuevo Romário». En el partido para el tercer y cuarto puesto, el PSV ganó al Brescia, aunque Ronaldo no jugó ni un solo minuto.

En la primera jornada se enfrentaron el FC Barcelona y Brescia, el anterior equipo del rumano Hagi, último fichaje del equipo azulgrana por aquel entonces, que fue contratado para hacer olvidar la marcha de Michael Laudrup al Real Madrid. Los culés ganaron por 4-0 a los italianos, aunque en la final, cayeron ante el Valencia por un contundente 1-4.

 

martes, 25 de junio de 2024

DE COLECCION:

STALIN RIVAS, EL PRIMER CRACK DE VENEZUELA 

FUENTE: "KODRO MAGAZINE":

Stalin Rivas, conocido como «El Mago», se convirtió en uno de los 10 más talentosos y desequilibrantes que nunca ha regalado Venezuela al deporte rey, además de ser el primer jugador de su país en debutar en una primera división europea. Solo su explosivo carácter y las tediosas lesiones pudieron castigar una carrera que pudo haber aspirado a mucho más gracias a su prodigiosa zurda.




En la selección, Gabry Miranda y Gerson Díaz se nutrieron de su talento, en especial en la Copa América, una competición donde el enganche estuvo presente en cuatro de sus ediciones de 1989, 1991, 1993 y 1995, con un gol anotado en 12 compromisos.

Nacido el 5 de agosto de 1971 en Ciudad Guayana, a los siete años de edad se interesó por el fútbol. Sucedió casi de casualidad, cuando un grupo de trabajadores chilenos y portugueses llegaron a su ciudad para trabajar en la construcción de la represa del Guri, una de las más grandes del mundo. Construyeron un campo de fútbol en el campamento donde Stalin y sus amigos antes jugaban a beisbol, y allí comenzó a llamarle la atención el fútbol.

Lo que empezaría siendo un juego de niños se transformó en profesión cuándo debutó con tan solo 15 años con el Asociación Civil Club Deportivo Mineros de Guayana, conjunto con el que marcaría su primer gol un 17 de mayo de 1987. Con Mineros llegaría a proclamarse campeón de la liga venezolana de primera división de la temporada 1988-1989, marcando 5 goles.

 Aquel hito le permitiría debutar con la selección absoluta a los 17 años de la mano del entrenador Carlos Horacio Moreno, convirtiéndose así en el jugador venezolano más joven en hacerlo. «Debutó conmigo en la selección de mayores contra Brasil, era un flaquito increíble. En Bélgica maduró como jugador».

Otro gran momento clave de su carrera llegaría tras un amistoso en el mismísimo Santiago Bernabéu ante el Real Madrid B de Vicente del Bosque. Tas una gran actuación hubo sondeos para incorporarlo en el filial merengue, aunque las negociaciones no prosperaron. Aquello empezó a llamar la atención de varios clubes europeos, que empezaron a seguirle la pista. El mayo de 1992 era fichado por el Standard de Liège de Bélgica.

La aventura belga no acabó bien para él, ya que solamente disputó un partido, y acabó siendo cedido al Boom FC de la segunda división belga, donde participó en 20 partidos y marcó 3 goles. Cuando falleció su abuela, Rivas solicitó permiso para viajar a despedirla y cedidió quedarse en Venezuela y ser cedido al Minervén de El Callao, justamente el clásico rival de su primer club en el país. Con “El ballet azul”, llegó hasta los cuartos de final de la Copa Libertadores en 1994, donde quedó eliminado a manos del Vélez de Bianchi, que a la postre sería el campeón. Stalin acabaría como máximo goleador de aquel certamen, que contó con jugadores de talla del Pibe Valderrama e Iván Valenciano en el Junior, José Saturnino Cardozo en el Olimpia, Cafú y Müller en el San Pablo, José Luis Sierra en Unión Española, Pato Yáñez en Colo-Colo, Beto Acosta y Manteca Martínez en Boca, Asad y Flores en Vélez y hasta Ronaldo Nazario en el Cruzeiro.

Stalin pasó luego al Caracas FC, el gigante de Venezuela, en donde consiguió la liga de la temporada 96-97 durante su primera etapa y ya luego en el ocaso de su carrera volvería para ganar dos títulos más. Tuvo un paso fugaz por el fútbol colombiano, en el Millonarios de Bogotá y también defendió las camisetas del Deportivo Galicia, Deportivo Italchacao, CD Italmaracaibo, y Deportivo Táchira, para colgar las botas en el año 2006 en el club que lo vio nacer como futbolista.


lunes, 24 de junio de 2024

EN EL RECUERDO

CUANDO FERNANDO MORIENTES ESTABA EN EL DAV SANTA ANA

FUENTE: "KODRO MAGAZINE":

Fernando Morientes, exdelantero de equipos como el Albacete, Zaragoza, Real Madrid, Mónaco, Valencia, Liverpool o Marsella, se retiró con 38 años en el DAV Santa Ana, de la Primera Regional madrileña.




A pesar de colgar por primera vez las botas el verano de 2010, el exinternacional español volvió a los terrenos de juego el 24 de enero de 2015 en el Polideportivo Santa Ana ante el Fundación Recuerdo, al que derrotó por 1-0. El exinternacional jugó los primeros 45 minutos del partido con el dorsal ‘9’, en el que dejó muestras de su calidad, si bien no pudo marcar.

El sueño del D.A.V. Santa Ana era el ansiado ascenso a Preferente y eso pasaba primero por ganar como visitante a uno de los rivales más difíciles de la categoría en el penúltimo partido, el A.D. Unión Adarve B. Tras perder con el A.D. Colmenar Viejo, el Torrelodones C.F., y, en la ida, con el propio Adarve el runrún de ampliar una jornada más el objetivo merodeaba entre los aficionados.

Morientes no jugaba, pues su acuerdo con el club era hacerlo solo en los partidos de casa, pero sí lo haría Álvaro Portero Díez. El número diez se echó el equipo a la espalda y con su inmensa calidad comandó al Santa Ana hacia la victoria. Al pitido final el marcador quedaba 1-4. Era una final tan efervescente como el sifón que bañaba a jugadores y grupo técnico en el festejo. El ascenso llegaría en el último partido con Morientes presente, y su hijo ficharía por el club posteriormente.

 


domingo, 23 de junio de 2024

HISTORIAS QUE VALEN LA PENA CONOCER

 "TEDDY SHERINGHAM, EL DELANTERO DEL SUEÑO INGLES"

FUENTE: "KODRO MAGAZINE"

Edward «Teddy» Sheringham, retirado definitivamente a la edad de 49 años, es recordado cómo uno de los mejores delanteros centro de los años 90 en Inglaterra. Fue internacional en los Mundiales de 1998 y 2002, además de formar parte del plantel de la Eurocopa de 1996, llegando a sumar 51 partidos y 11 goles.




En una carrera profesional de casi 25 años, Sheringham jugó en las cuatro primeras categorías del fútbol inglés, sumando una Football League Second Division con el Milwall, una Full Members Cup con el Nottingham Forest, una Charity Shield, tres Premier League, una FA Cup, una UEFA Champions League y Copa Intercontinental con el Manchester United, y una EFL Championship play-offs con el West Ham.

En Old Trafford, formó parte del equipo que ganó el triplete en 1998-1999, certificando así la consecución del sueño de un joven inglés que en 1985 veía muy lejos el sueño de convertirse en jugador profesional jugando en Fourth Division.

Edward «Teddy» Sheringham, retirado definitivamente a la edad de 49 años, es recordado cómo uno de los mejores delanteros centro de los años 90 en Inglaterra. Fue internacional en los Mundiales de 1998 y 2002, además de formar parte del plantel de la Eurocopa de 1996, llegando a sumar 51 partidos y 11 goles.

En una carrera profesional de casi 25 años, Sheringham jugó en las cuatro primeras categorías del fútbol inglés, sumando una Football League Second Division con el Milwall, una Full Members Cup con el Nottingham Forest, una Charity Shield, tres Premier League, una FA Cup, una UEFA Champions League y Copa Intercontinental con el Manchester United, y una EFL Championship play-offs con el West Ham.

En Old Trafford, formó parte del equipo que ganó el triplete en 1998-1999, certificando así la consecución del sueño de un joven inglés que en 1985 veía muy lejos el sueño de convertirse en jugador profesional jugando en Fourth Division.

En 1985 llegó a ser cedido primero al Aldershot FC de la cuarta inglesa, en el que jugó 5 partidos, demostrando que la división se le quedaba escandalosamente pequeña, y posteriormente daría el salto al Djurgårdens IF de la primera división sueca, en el que se afianzó como titular tras 21 partidos y 13 goles. Tras estas dos cesiones dio el salto al primer equipo y formó parte de la plantilla que consiguió el ascenso a la primera división inglesa.

El Millwall Football Club se mantuvo entre los cuatro primeros durante gran parte de esa temporada 1988-89, y acabó en el décimo puesto. Cuando se marchó después de 8 años, Sheringham había marcado 111 goles con los Lyons en todas las competiciones.

En julio de 1991 se trasladó al Nottingham Forest, y Teddy Sheringham fue el responsable de un pequeño trozo de la historia de las retransmisiones deportivas, ya que marcó el primer gol de la Premier League en Sky Sports, en una victoria por 1-0 contra el Liverpool.

No fue hasta su fichaje por el Tottenham Hotspur, un año más tarde, cuando Sheringham alcanzó los honores internacionales, debutando con Inglaterra a la relativamente tardía edad de 27 años. Fue bajo el mando de Terry Venables cuando Sheringham vivió su época más productiva como jugador de Inglaterra, formando la mitad de la pareja de delanteros del SAS con Alan Shearer, que tanto éxito tuvo durante la Eurocopa de 1996. En un partido de la fase de grupos contra Holanda, ambos delanteros marcaron dos goles en la derrota de los holandeses por 4-1.

En dos etapas distintas con el Tottenham, Sheringham acumuló 166 partidos, en los que marcó 76 goles. Muy popular entre los hinchas de los Spurs, Sheringham se consolidó como uno de los mejores delanteros de la Premier League, aunque el éxito le fue esquivo, aparte de la medalla de subcampeón de la Copa de la Liga en 2002. Muy respetado por sus compañeros, Jürgen Klinsmann, con quien Sheringham jugó en la temporada 1994-95, afirmó que era el compañero de ataque más inteligente que había tenido.

No fue hasta que Sheringham aceptó fichar por el Manchester United en 1997 cuando consiguió los honores que correspondían a su evidente talento. La temporada 1998-99 vio a Sheringham ganar su primer título de la Premier League a la edad de 33 años. Una semana más tarde, salió del banquillo de los suplentes para marcar el primer gol del United en la victoria por 2-0 sobre el Newcastle United en la final de la FA Cup. La gloria suprema llegó el 26 de mayo de 1999 en el Camp Nou de Barcelona. En la final de la Liga de Campeones, que perdía por 1-0 ante el Bayern de Múnich, Sheringham marcó el gol del empate en el tiempo de descuento, antes de asistir a Ole Gunnar Solskjær en el gol de la victoria. Sheringham y el United habían ganado el triplete.

Más tarde, Sheringham fichó por el Portsmouth, donde jugaría una temporada, la 2003-04, para posteriormente pasar al West Ham United, donde disputó 76 partidos y jugó la final de la FA Cup de 2006. A los 40 años, Sheringham se convirtió en el goleador más veterano de la Premier League, al marcar contra su antiguo club, el Portsmouth, en diciembre de 2006.

Sheringham terminó su carrera en el Stevenage como jugador-entrenador con 49 años en 2015, aunque no llegaría a debutar y su último partido lo jugaría en el Colchester United el 26 de abril de 2008, a los 42 años. 898 partidos y 355 goles a lo largo de su carrera, le permitieron ser incluido en el Salón de la Fama del Museo Nacional del Fútbol en una ceremonia celebrada en Londres en 2009.

Actualmente, se le puede ver jugando partidos amistosos con el combinado amateur Iron Maiden FC.

sábado, 22 de junio de 2024

DE COLECCION

"EL DIA QUE GIL PROPUSO A MENOTTI MULTAR A SALINAS POR ERRAR GOLES"

FUENTE: "KODRO MAGAZZINE":

César Luis Menotti fue nombrado entrenador del Atlético de Madrid la temporada 1987-1988, convirtiéndose así en el primer entrenador de la era de Jesús Gil, socio con 6 años de antigüedad, que sustituía a Francisco Javier Castedo (presidente provisional tras el fallecimiento de Vicente Calderón).




El técnico argentino, que consiguió para Argentina la Copa del Mundo de 1978, confesó al llegar a Barajas: «Tengo un reto con el Atlético: conseguir dos títulos que me faltan en mi palmarés, una Liga española y un campeonato europeo de clubes». El primero pudo intentarlo, pero el segundo, al haber quedado el Atlético fuera de Europa, no. Además, aseguró tener un objetivo: «Mi tarea ahora en el Atlético es ordenar su situación deportiva. La Liga no se gana solo con hombres. Hay que hacer un equipo y un conjunto. El Atlético es una gran institución en la que hay que iniciar su motivación y funcionamiento. Tiene que ser protagonista de una Liga, en la que hasta ahora solo el Real Madrid y el Barcelona lo han sido. Soy partidario de una plantilla reducida, con apenas 20 jugadores». El técnico argentino también aprovechó para alabar a su presidente: «Me ha sorprendido la celeridad con que el nuevo presidente adopta sus decisiones».

El nuevo entrenador del Atlético iba a percibir más de 40 millones de pesetas por cada uno de los tres años que iba a tener de contrato, en un principio, pero solamente acabó firmando uno. Su sueldo mensual sería de un millón de pesetas, además de dos pagas extraordinarias de la misma cantidad. El club, por otro lado, le proporcionó una casa y un automóvil durante el tiempo que permaneció en el cargo. Menotti había justificado la firma por tres temporadas para que no le ocurriese en el Atlético lo mismo que en el FC Barcelona. El técnico fichó por el Barça desde marzo de 1983 a junio de 1984. «Le preparé para que el año siguiente se proclamase campeón. Ahora no me iré sin haber conseguido la Liga con el Atlético de Madrid», dijo. Y por la tarde firmó solamente por un año, aunque con opción a otro.

La imagen de Menotti quedó bastante deteriorada al fichar por el Atlético, tras criticar a los directivos que cesaban a sus técnicos y ahora él rescindía su contrato con Boca Juniors para firmar por otro equipo. Otro tanto hizo al censurar a Goikoetxea cuando lesionó gravemente a Maradona y, al ser su entrenador, dijo: «Es un jugador de gran calidad y, además, internacional».

Más allá de todas estas curiosidades para los amantes de la hemeroteca, en la memoria quedará aquel espectacular 0-4 que le endosó al Real Madrid en el Santiago Bernabéu o el 7-0 al Mallorca en el Vicente Calderón, pero también su mala gestión en uno de los baches goleadores más acentuados en la carrera del siempre criticado Julio Salinas.

Pese a la presión y las críticas, el delantero bilbaíno llegaría a los 31 goles en 75 partidos que disputó entre 1986 y 1988 como colchonero. Mientras que Menotti dimitiría tras 29 partidos en su cargo, siendo sustituido por José Armando Ufarte de forma provisional.

«Hasta que nos peleamos teníamos una muy buena relación con Jesús Gil y Gil. Yo vivía en un hotel todavía y él venía todas las noches a verme. Teníamos un buen equipo. Le hicimos cuatro al Real Madrid de Míchel y les metimos 20 fueras de juego en el primer tiempo. Pero un día, en un partido en nuestra cancha, Julio Salinas erró tres mano a mano contra el Madrid. Suele ocurrir. Pero la cuestión es que al lunes siguiente me llama Jesús Gil. Yo me había ido a comer por Segovia o ahí cerquita. Y no era como ahora que tienes el teléfono en el bolsillo. Cuando vuelvo al hotel no sabes la cantidad de mensajes que tenía. Al otro día, después del entrenamiento, me cita en su oficina. Ni me saludó. Estaba enojadísimo. Pero yo lo busqué».

Y así fue la conversación:
«M: Yo tengo libre los lunes. No lo llamaría nunca a usted un domingo si no fuera un asunto muy grave.
JG: Pero esto es muy grave.
M: Bueno, a ver. ¿De qué se trata?
JG: ¿Qué piensa hacer con Salinas?
M: Ayudarlo.
JG: A un gerente que se equivoca no hay que ayudarlo. Hay que ponerle una multa».

Y así empezó una discusión muy fuerte. Él pretendía que yo le pusiera una multa a Salinas. Eran 10.000 dólares o algo así:

M: Salga usted a hablar con la prensa y diga que le va a poner una multa a Salinas por haber errado tres goles.

Después salgo yo y anuncio que, como no estoy de acuerdo, le presento mi renuncia. La sala de prensa se llenó en un minuto y salimos a dar la conferencia. Entonces él me abraza y dice que era el mejor entrenador que podía haber traído y que íbamos a seguir siendo grandes amigos más allá de las diferencias. Se le olvidó decir que acababa de renunciar. Era un loco divino».

 En marzo, tras la marcha de Menotti, al que Futre llamó “falso e hipócrita”, Gil reaccionó contratando a Maguregui, entrenador del Celta hasta aquel momento, para la próxima temporada. Maguregui dimitió, y la directiva del Celta pidió una compensación al presidente atlético.

 

viernes, 21 de junio de 2024

HISTORIAS QUE VALEN LA PENA CONOCER

EL TUNEL DE VESTUARIOS DEL CLUB TIJUANA

FUENTE: "KODRO MAGAZINE":

El Club Tijuana Xoloitzcuintles de Caliente dispone posiblemente de uno de los 3 vestuarios más espectaculares nunca vistos en un estadio de fútbol. Conocido como Club Tijuana, Xolos de Tijuana o simplemente Xolos, es un club profesional de fútbol mexicano fundado el año 2007 por Jorge Hank Rhon y juega en la ciudad de Tijuana, Baja California, México. Es el primer equipo de fútbol de Tijuana en alcanzar la Primera División de su país.




 Después de ganar el Torneo Apertura 2010 de la Liga de Ascenso de México obtuvo el derecho de jugar la final de ascenso ante el Club Deportivo Irapuato, al cual venció para obtener el ascenso a la Primera División de México para disputar el Torneo Apertura 2011.​ Ganó el primer título de su historia en el Torneo Apertura 2012 de la Primera División de México.

Uno de sus grandes atractivos a ojos de los amantes del fútbol internacional es su espectacular vestuario, túnel de acceso al terreno de juego y la salida (exclusiva para el equipo visitante).

Como si de un parque temático se tratara, el túnel del Club Tijuana rinde homenaje a sus ancestros aztecas y lo hace a lo grande, con máxima espectacularidad gracias a la obra del artista Leon Rohn.

Este es la primera entrada de su tipo en el fútbol mexicano, con un hinchable con forma de una cabeza de Xoloitzcuintle… ¿Mito, leyenda, imaginación? Lo cierto es que esta raza de perro apareció en México hace 7 mil años. Y, desde su aparición, se convirtió en un animal venerado y leal compañero de los antiguos aztecas. Hay infinidad de representaciones pictóricas de él en las ruinas y vestigios de una de las civilizaciones más importantes de México. Después de la conquista de México por parte de los españoles, esta raza de perros estuvo a punto de desaparecer; sin embargo, logró sobrevivir durante varios siglos casi en el anonimato y olvido.

¡Los murales que decoran el interior de la estructura metálica del Acceso 1 son espectaculares!

 

jueves, 20 de junio de 2024

HISTORIAS QUE VALEN LA PENA CONOCER

KIM VILFORT, EL PADRE HEROE DE LA EUROCOPA DE SUECIA 52

FUENTE: "KODRO MAGAZZINE":

Kim Vilfort quizás sea el padre futbolista más cuestionado de la historia, un mal padre para unos y un padrazo para otros. El mítico jugador del Brøndby IF danés tuvo que tomar una de las decisiones más complejas a la que un futbolista lejos de los focos se ha enfrentado, representar a su país en la máxima competición europea de selecciones o estar al lado de hija enferma de leucemia. O ambas a la vez.




Dinamarca había quedado segunda del grupo 4 durante la fase de clasificación, por detrás de una sorprendente Yugoslavia, no clasificando así para la Eurocopa de Suecia de 1992. Para la familia Vilfort era el menor de sus problemas, ya que semanas antes del inicio de la Eurocopa la hija de Vilfort había sido ingresada en el Hospital Municipal de Copenhague por una grave infección que complicaba aún más su estado de salud.

La situación cambió de forma surrealista cuando la selección danesa fue invitada al torneo, 10 días antes de su inicio, en sustitución de Yugoslavia que fue excluida-castigada por la guerra de Bosnia. Cuando Vilfort recibió la llamada del técnico danés Richard Møller Nielsen rechazó la propuesta en primera instancia para poder estar con su hija en el Hospital Municipal de Copenhague, aunque dejando la puerta abierta si la situación mejoraba. A los pocos días, la infección de la pequeña fue desapareciendo según les comunicaron los doctores, así que el mediocampista danés cambió de opinión y decidió irse a Suecia con su selección, con el apoyo de su mujer y con la condición de poder viajar al hospital siempre que no hubiera partido, ya que la «cercanía» entre Suecia y Dinamarca lo permitía mediante el ferry.

Justo antes del trascendental partido ante la Francia de Papin y Cantona apoyada por los Deschamps, Blanc, Ginola, entrenados por Michel Platini, Vilfort recibió una llamada terrible, la pequeña había empeorado otra vez y el tratamiento estaba fallando. Kim dejó claro a Richard Møller Nielsen que no podría jugar ante Francia y que ya no volvería, a lo que el técnico aceptó sin problemas.

 Al volver al hospital la pequeña no entendía que hacía su padre allí a las vísperas del partido contra Francia. La familia Vilfort vio por televisión como Dinamarca pasaba a la semifinal de la Eurocopa, y fue entonces cuando la propia pequeña animó a su padre a volver a la concentración y le hizo prometer que ganaría la Eurocopa por ella.

Dinamarca, con Vilfort en el once titular, ganó en una ajustada tanda de penaltis (5-4) contra la selección de los Países Bajos, formada por auténticas superestrellas del momento como Koeman, Van Basten, Bergkamp, los hermanos De Boer, o Gullit. Peter Schmeichel del Manchester United se convirtió en el héroe tras detener el lanzamiento de Marco van Basten en la decisiva tanda a la que se llegó a pesar de la clara ocasión de Bryan Roy en la prórroga. Fue un auténtico partidazo para la historia.

Y llegó la final ante Alemania, y con ella el momento de cumplir las promesas. En los primeros minutos de partido, Jensen desnivelaba la balanza a favor del combinado danés con un gol de auténtico crack. Göteborg era testigo de excepción de la sorpresa y cuando peor lo pasaba Dinamarca, como si de un cuento se tratara, apareció Vilfort en el 78 para hacer el segundo gol de su selección ante la locura de la afición danesa. No se lo podía creer. Todo el equipo formó una piña alrededor del jugador danés, que había dado una inesperada victoria a su combinado y que se convirtió en el héroe de todo un país y de gran parte de Europa, una historia de película.

 Finalmente la pequeña Line Vilfort perdió su batalla contra el cáncer seis semanas tras la final. Una tragedia que estremeció a una Dinamarca que aún seguía de celebraciones, con el único consuelo que la pequeña se fue de este mundo feliz, sabiendo que su padre fue su héroe y el de muchos.


miércoles, 19 de junio de 2024

"HISTORIAS QUE VALEN LA PENA CONOCER"

JULINHO, EL BRASILEÑO QUE SE GANO EL CORAZON PERUANO

FUENTE: "KODRO MAGAZINE":

Júlio César de Andrade Moura, más conocido como Julinho, se ganó el corazón de Perú a pesar de haber nacido en Salvador de Bahía un 31 de octubre de 1965. En 1991 llegó a la capital para incorporarse al Defensor Lima, donde cumplió dos buenas temporadas que le valieron para fichar posteriormente por el Sporting Cristal en 1993, donde se convirtió en leyenda.




En su primera temporada con La Máquina Celeste, tuvo la oportunidad de debutar en Copa Libertadores, llegando a cuartos de final con muy buenas actuaciones. Fue parte esencial del tricampeonato y subcampeón de la Copa Libertadores en 1997, disputando el que posiblemente sería su mejor partido, la noche que Cristal le ganó 4-1 a Racing en la semifinal. Obtuvo cuatro títulos de liga: 1994-1995-1996-2002.

En 1996, ante la falta de gol en la absoluta de Perú, Julinho fue convocado después de ser nacionalizado, a pesar de haber debutado con las inferiores de Brasil. Juan Carlos Oblitas lo dispuso para disputar las Eliminatorias del Mundial de Francia de 1998, debutando frente a Argentina, en un partido que se jugó en el Estadio Nacional José Díaz de Lima, y que terminó con empate sin goles.

 El verano de 1991 Julinho llegó a Lima junto a su compatriota Luis Enrique Cordero de Almeyda, más conocido como Lula, ambos se unieron a las filas del Defensor Lima que ese año dirigió Roberto Chale Olarte. Eran dos auténticos desconocidos, para Julinho era su segunda experiencia internacional después de jugar en la Serie C de Italia con el Pozzallo Calcio. En verdad los dirigentes de Defensor contrataron a Lula, pero este a su vez les recomendó a Julinho, que fue quien terminó destacando por sobre el rendimiento de su amigo, a quien conoció en el Esporte Clube Vitória, su primer equipo como profesionales.

Su debut en el fútbol peruano tuvo lugar un domingo 24 de marzo de 1991 a las 14:00 horas en el estadio Nacional. Aquella tarde, Defensor Lima alineó en el ataque a la dupla brasileña, formando tridente con Raúl Hurtado, pero perdió 0-1 ante Octavio Espinosa de Ica en el primer encuentro de la temporada. Su primer gol fue sobre el arco del Internazionale de San Borja, el 27 de julio en la fecha 10 del I Regional. Aquel día un pase de Víctor Díaz habilitó al brasileño a los 24’, quien de remate cruzado batió al golero Julio Colina. Aquel primer año en Perú lo cerró con otros cinco tantos: uno a Universitario, un doblete a Espinosa, uno más al Internazionale y el último frente a Sporting Cristal en el cierre de la temporada.

 En 1992 con el ‘Gato’ Fernando Cuéllar en el banquillo, Defensor Lima se deshizo de Lula. Julinho aumentó así su producción goleadora a nueve tantos. En 1993 a Sporting Cristal llegó José Carlos Amaral para reemplazar como entrenador a Juan Carlos Oblitas, quien pasó a formar parte del comando técnico de la selección peruana. Con la llegada del brasileño también se produjo la de Julinho. Su estreno oficial con la divisa celeste se dio jugando la Copa Libertadores frente a Universitario el 10 de febrero, partido en el que formó la dupla de ataque junto a Horacio Baldessari y que acabó perdiendo 3-1. Por el torneo local hizo lo propio el 6 de marzo, en el 4-0 sobre Alianza Atlético por la fecha 2 del Descentralizado, ingresando a los 63’ por Germán Pinillos.

Su primer año en el Sporting Cristal le sirvió para duplicar su registro goleador en el campeonato peruano, ya que alcanzó los 18 goles. Para 1994 la cifra bajó a 14, mientras que en 1995 logró su mejor producción con 23 anotaciones, siendo por única vez el máximo anotador de la temporada. Luego sus números sufrieron altas y bajas: marcó 9 en 1996, 9 en 1997, 7 en 1998, 14 en 1999, 5 en 2000, 14 en 2001, 4 en 2002 y finalmente 4 en 2003 para sumar 121.

A nivel internacional, Julinho sumó 15 goles en la Copa Libertadores: el primero fue el 28 de abril de 1993 en el arco de América de Cali, día en el que además logró su primer doblete; el segundo se lo marcó al Caracas de Venezuela el 4 de mayo de 1995. Su último gol en este torneo lo consiguió en 2003, cuando el 27 de marzo Cristal ganó 3-1 a la Universidad Católica de Chile. Además, también anotó una vez en la Copa Conmebol de 1994 en el partido del debut celeste que acabó con victoria de 2-1 sobre El Nacional de Ecuador. Y aunque no tuvo alguna conquista para celebrar, disputó las cuatro ediciones de la extinta Copa Merconorte entre 1998 y 2001.

En sus trece temporadas en el fútbol peruano, a Julinho le tocó señalar dieciséis dobletes en el campeonato local, además de tres tripletes: a UTC en 1993 por el Torneo Intermedio, a Municipal en el Descentralizado de 1995 (ver video) y a Unión Minas en 2001. Los equipos a los que más veces les marcó fueron al cuadro edil y a Sport Boys, a los que venció en doce ocasiones, mientras que en los choques entre los equipos grandes le tocó marcar 11 veces a Alianza Lima y 6 a Universitario. En total, el brasileño batió los arcos de 32 clubes distintos.

Sus títulos en el fútbol peruano se cuentan desde 1994, cuando bajo el mando de Juan Carlos Oblitas, en Cristal se gestó el tricampeonato que culminó dos años después con el uruguayo Sergio Markarián. Su cuarto y último título nacional lo consiguió en 2002 bajo la dirección del brasileño Paulo Autuori. En el camino se cuentan otros logros, como el del Torneo Apertura de 1994 tras final ante Ciclista Lima que ganaron 4-1 con dos goles suyos; el Clausura de 1998 con Franco Navarro; el Clausura 2002 con Autuori; y el Apertura de 2003 con Wilmar Valencia como DT.

Se nacionalizó para liberar una plaza de extranjero en Cristal, pero acabó jugando en la selección peruana. Su estreno oficial fue por las Eliminatorias el 7 de julio de 1996 empatando sin goles con Argentina en Lima, mientras que su primer gol lo anotó el 10 de noviembre del mismo año contra Venezuela para ganar 4-1. Luego, Julinho solo pudo volver a anotar hasta el 20 de agosto de 1997, también ante la ‘Vinotinto’, cuando la blanquirroja goleó 0-3 en el estadio La Carolina de Barinas. Su último encuentro fue el triunfo de 1-0 sobre Paraguay el 16 de noviembre, sumando en total 12 presencias.

El último gol de Julinho en el fútbol peruano fue en el arco de Sport Boys el domingo 26 de octubre de 2003 en el estadio San Martín de Porres. Ese día descontó a los 92’+ en la victoria rosada por 2-4. Dos fechas después llegó el momento del adiós, ahora con el ’11’ en la espalda, cuando en el mismo escenario los celestes vencieron 3-1 a Estudiantes de Medicina el 5 de noviembre, siendo reemplazado al comenzar el segundo tiempo por Carlos Enrique Ísmodes. Luego el campeonato se paralizó por la huelga de futbolistas y su presencia en el campo cedió ante una lesión en la rodilla que no pudo esquivar.


martes, 18 de junio de 2024

"PARTIDOS EN EL RECUERDO"

"CUANDO EL AMERICA DE MEXICO SE ENFRENTO A LA ARGENTINA DE MARADONA":

FUENTE: "KODRO MAGAZINE"

El Club América se enfrentó a la selección argentina de Maradona y Bilardo, concretamente en las instalaciones de las Águilas en Coapa, sede de la concentración de la albicelete durante aquel Mundial de México de 1986, en un partido con final totalmente inesperado.




Los mexicanos se adelantaron en aquel partido de entrenamiento con gol de Ricardo Peláez, que puso con las cuerdas a Argentina. «Éramos su ‘sparring’, de hecho la casa club, que es la casa de jugadores de fuerzas básicas que duermen aquí, la inauguró Argentina y luego nos la quedamos nosotros. Ya se había hecho noche e íbamos ganando 1-0, con un gol mío precisamente. Y el partido no acababa y no acababa hasta que de pronto dijimos ‘¡ya párale!’. Llevábamos dos horas jugando y Bilardo lo paraba y corregía, lo paraba y corregía».

Carlos Salvador Bilardo imploró al director técnico de las Águilas, Miguel Ángel Zurdo López, que no terminara el partido con el 1-0. Por aquel entonces la presión de la prensa argentina era asfixiante, y la credibilidad del conjunto de Bilardo como aspirante al título era prácticamente nula. Ya no había luz natural y en la oscuridad, Argentina logró el empate, dando así por terminado inmediatamente el partido.

 

viernes, 14 de junio de 2024

DE COLECCION

LA HISTORIA DEL "NO FICHAJE" DE FREDDY ADU AL MANCHESTER UNITED

FUENTE: "KODRO MAGAZINE":

Freddy Adu estuvo en la órbita del Manchester United de Alex Ferguson entre 2000 y 2006. Precisamente fue aquel último año, y en el mes de noviembre, cuando por fin se le ofreció realizar una prueba con el primer equipo. Adu se codeó con jugadores de la talla de Cristiano Ronaldo, Wayne Rooney y Ryan Giggs durante su estancia en el United, y según el veredicto de Ferguson, el talentoso adolescente no desentonaba entre la plantilla repleta de estrellas del United.




Ferguson declaró a la BBC en 2006: «Freddy lo ha hecho bien. Es un chico con talento. Volverá a Estados Unidos y lo vigilaremos. Cuando tenga 18 años, tendremos que valorar qué podemos hacer a continuación. Lo que hicimos fue traerlo aquí para que se hiciera una idea de cómo era el United, para que conociera el lugar y viera si se sentía cómodo en él. Es un chico joven, muy confiado y bueno, pero no podemos hacer nada». Pero, por desgracia para Adu, ese resultó ser el capítulo final de la breve historia del prodigio del DC United, ya que el United decidió no fichar al centrocampista una vez cumplidos los 18 años.

Sin embargo, Adu sigue considerando la experiencia de jugar con las superestrellas del United como uno de los «momentos más geniales» de su carrera. «Aquel momento, fue el más guay de mi carrera, cuando me fui al Manchester United; entonces solo tenía 16 años. Estuve allí casi un mes y pude conocer a todo el mundo, como Wayne Rooney, y fue cuando el Manchester United estaba en la cima de su poderío. Cristiano Ronaldo estaba allí y se estaba convirtiendo en el mejor jugador del mundo. [Paul] Scholes seguía allí, [Ryan] Giggs seguía allí… ¡fue increíble!». Un día después del entrenamiento, cuándo me disponía a volver a mi casa, Cristiano Ronaldo se detuvo a mi lado en su coche y, muy amable, me dijo: ‘¡Eh, tío! Si necesitas algo, dímelo’. Se ofreció a llevarme a cenar, a enseñarme los alrededores y a que supiera que no estaba solo… ¡eso me dejó alucinado! No tenía ni idea de que Cristiano fuera tan buena persona, y en ese momento me convertí en su fan».

 

lunes, 10 de junio de 2024

"HISTORIAS QUE VALEN LA PENA CONOCER"

WALTER HERRMANN "EL SOBREVIVIENTE"

FUTBOL: BASQUET PLUS

Es 18 de julio de 2003 y estás entrenando con el seleccionado argentino, cumpliendo un sueño en el que todos desearían ubicarse. La Plata, a horas de viajar a Buenos Aires… Una llamada pone fin a su ilusión y las tres mujeres más importantes que conocía dejaron de existir en menos de lo que se apaga un televisor.





Llantos, desolación, incertidumbre, por más que busquen adjetivos, ninguno abrazará el sentimiento que encontró ese día el prometedor alero de melena rubia y mirada angelical, pero atrevida.

Un accidente había sido el motivo del trágico suceso y la vida volvió a asestarle otro golpe que ninguna otra persona en el mundo podría superar. Aunque él no era como el resto y resiliencia era su segundo nombre. ¿Cómo consiguió sobrevivir? En su historia, la respuesta.

Walter nació en Venado Tuerto, Santa Fe, un 26 de junio de 1979 y la descendencia alemana de su linaje pesó fuerte a la hora de sumar centímetros y decantarse por un deporte que premia a quienes más altos desarrollan sus árboles.

“Siempre tuve una naranja en las manos para picar contra el piso e intentar anotar en un aro”. No había otro camino para el hijo de Héctor Herrmann y María Cristina Heinrich. El primogénito del matrimonio luego vio nacer a sus dos hermanas, Bárbara y Jorgelina, y el amor sería el denominador común en su vida y en la de sus seres queridos.

Poco a poco fue generando repercusión y el 5 de abril de 1997 todos se aprendieron su nombre cuando debutó en la Liga Nacional de la mano del legendario Olimpia de Venado Tuerto, el equipo de su ciudad que fue sensación en la época a nivel nacional e internacional.

Cinco puntos y una bomba loca de tres puntos fueron el saldo de ese primer encuentro con la fama y se mantuvo en el plantel por cuatro temporadas en las que consiguió títulos personales como el de ser elegido el mejor en el concurso de volcadas del torneo nacional y la revelación del certamen en la 1998/99.

De disputar apenas seis partidos en la temporada 1996/97 a comenzar a romperla con medias de 18,3 puntos en su última campaña en Olimpia, la cabellera de Herrmann daba cátedra y todo comenzaba a quedarle chico, al igual que su ropa tras cada estirón de centímetros.

En el 2000 llegó la hora de probarse a sí mismo y partió para otro poderoso equipo, Atenas de Córdoba. En el suelo del fernet irrumpió con fuerza y se quedó con el premio al mejor de la Liga Nacional en su primera temporada en el conjunto para luego coronarse MVP de las finales en el título del Griego en la 2001/02, con Europa respirándole en la espalda.

Jabones Pardo Fuenlabrada fue quien puso el sello y el 16 de octubre de 2002, una vez conseguida la nacionalidad española, Herrmann se incorporó al equipo europeo.

Estaba en el mejor momento de su carrera. Nada podía salir mal. Pero la ley de Murphy apareció y todo lo malo se incrementaría en un par de atardeceres.

Había sido incluido en el Draft de la NBA en 2001 y a pesar de que no fue seleccionado en ese momento, los Blazers llegaron a otorgarle una invitación para una prueba, aunque ese es otro cuento.

Resulta que su contrato en España tenía una cláusula de rescisión de un millón de dólares, la cual rechazó ante la falta de una oferta firme y tras un consejo de su hermana de que se quede en Europa decidió hacerle caso y no arriesgarse.

 

Mientras jugaba en el Viejo Continente, en medio de todo eso, quiso tomarse una semana para volver al país a despejarse y porque extrañaba a sus seres queridos. Muchos de esos días (la mayoría) los pasó con su mejor amigo de toda la vida, pero al volver a Málaga se enteró de lo peor. Su compañero fiel se había suicidado…

“Tuve un palo fuerte en el 2002. Tenía a mi mejor amigo, estaba jugando en Córdoba y hago contrato con el Fuenlabrada que es un equipo que queda en Madrid, España. Estoy tres o cuatro meses, me extrañaba y quería volver. No deseaba seguir allá. Hablé con el presidente del club, coincidió una semana que no había Liga. El técnico me dice ´regresá a Argentina, cargá pilas y volvé'. Yo era la figura del conjuntoo. Era una cosa rara que a alguien que le vaya tan bien se quiera ir. Me dan una semana libre. Mi mejor amigo le pide al padre la semana libre para estar conmigo. Tenía 23 años. Estamos toda la semana de fiesta, para un lado, para el otro. Fuimos a Córdoba, hasta el último sábado que salimos de joda en Venado. El 24 de noviembre estuvimos juntos, todo bien, todo perfecto. Ese domingo lo dejo en la casa y me iba para Ezeiza. Cuando llego a España, yo en ese momento estaba de novio con una chica argentina que estaba viviendo allá. Arribo y la veo con una cara rarísima. Cuando la miro, digo ya está… Sebastián se peleó con el padre, pasó algo. 'Llamá' me dice. Me insistió tanto, se largó a llorar. Me comunico y se había suicidado. Pasó la semana conmigo… Era como mi hermano. La pasé muy mal en ese momento", explicó Walter en una nota en Telefé.

Pocos meses después fue citado para competir en el seleccionado argentino y lo que parecía un pozo terminó siendo un tornado.

18 de julio de 2003, una fecha que quizás Walter nunca olvide.

Un accidente puso fin a las vidas de su novia, la nadadora María Yanina Garrone, su mamá, María Christina Heinrich, y su hermana menor, Bárbara.

"Sabía que iban de visita a la casa de la familia de mi novia. Ese día me tomé una siesta y me levanté a las seis de la tarde y llamé a la casa de mi novia. Me enteré solo sobre mi novia. No supe sobre las demás. Se me hizo un nudo en la garganta y lo destruí todo en la habitación del hotel. "Llegué a Buenos Aires y me encontré con mi otra hermana, a eso de las dos de la madrugada. Tomé el carro y manejé 200 kilómetros hasta el pueblo donde vive la familia de mi novia. Me quedé dos horas en el velorio. Todo pasó muy rápidamente", recordó en una entrevista de la época para ESPN.

Volvió a España y cuando la mayoría se derrumbaría, él encontró una fuerza interior inverosímil y simplemente fue el mejor de todos. Esto le valió otra convocatoria al seleccionado nacional que buscaría la medalla en los Juegos Olímpicos de 2004.

18 de julio. No se olviden esa fecha.

Un año después de la tragedia de sus tres mujeres más queridas logró 37 puntos ante Brasil para que Argentina se quede con el Sudamericano y les propine su primera victoria a domicilio a los vecinos, algo que no pasaba desde 1935.

A pesar de que no había podido dormir la noche anterior, lo que pasó después ya sonaba a una broma de mal gusto. Al llegar al hotel luego del partido se enteró que su padre falleció de un paro cardíaco… “Fue fulminante. No sufrió", dijo Herrmann en ESPN.

Nadie pensaba que aceptaría la convocatoria para Atenas 2004, pero él solo quería mirar hacia adelante y dio el sí para la sorpresa de todos. En el olimpo del básquet fue clave en el juego ante Grecia y al final del certamen se colgó la de oro mirando al cielo para el agrado de quienes lo apoyaban desde arriba y lo acompañaba en cada paso hacia el éxito.

La NBA eventualmente volvió a golpear su puerta y en 2006, dos años después de aquella gesta, llegó a los Bobcats. Entre esa franquicia y Detroit transcurrió su etapa en Estados Unidos hasta 2009, pero nunca logró tener continuidad y regresó al Viejo Continente con celeridad.

Se fue, partió, se retiró, se ató los cordones de nuevo y hasta la 2018/19 jugó profesionalmente. Atenas fue su último adiós, aunque nunca se sabe cuándo otra vez aparecerá. El deseo de verlo una temporada más siempre está, pero solo él sabe si la utopía se destrozará.

La vida lo golpeó, pero nunca lo derrumbó. Siempre siguió y nunca se frenó. Lo malo, al fin, ya pasó. Cuando piensen en carse, recuerden a Walter. Jamás se rindan, jamás. 


Es 18 de julio de 2003 y estás entrenando con el seleccionado argentino, cumpliendo un sueño en el que todos desearían ubicarse. La Plata, a horas de viajar a Buenos Aires… Una llamada pone fin a su ilusión y las tres mujeres más importantes que conocía dejaron de existir en menos de lo que se apaga un televisor.

Llantos, desolación, incertidumbre, por más que busquen adjetivos, ninguno abrazará el sentimiento que encontró ese día el prometedor alero de melena rubia y mirada angelical, pero atrevida.

Un accidente había sido el motivo del trágico suceso y la vida volvió a asestarle otro golpe que ninguna otra persona en el mundo podría superar. Aunque él no era como el resto y resiliencia era su segundo nombre. ¿Cómo consiguió sobrevivir? En su historia, la respuesta.

Walter nació en Venado Tuerto, Santa Fe, un 26 de junio de 1979 y la descendencia alemana de su linaje pesó fuerte a la hora de sumar centímetros y decantarse por un deporte que premia a quienes más altos desarrollan sus árboles.

“Siempre tuve una naranja en las manos para picar contra el piso e intentar anotar en un aro”. No había otro camino para el hijo de Héctor Herrmann y María Cristina Heinrich. El primogénito del matrimonio luego vio nacer a sus dos hermanas, Bárbara y Jorgelina, y el amor sería el denominador común en su vida y en la de sus seres queridos.

Poco a poco fue generando repercusión y el 5 de abril de 1997 todos se aprendieron su nombre cuando debutó en la Liga Nacional de la mano del legendario Olimpia de Venado Tuerto, el equipo de su ciudad que fue sensación en la época a nivel nacional e internacional.

Cinco puntos y una bomba loca de tres puntos fueron el saldo de ese primer encuentro con la fama y se mantuvo en el plantel por cuatro temporadas en las que consiguió títulos personales como el de ser elegido el mejor en el concurso de volcadas del torneo nacional y la revelación del certamen en la 1998/99.

De disputar apenas seis partidos en la temporada 1996/97 a comenzar a romperla con medias de 18,3 puntos en su última campaña en Olimpia, la cabellera de Herrmann daba cátedra y todo comenzaba a quedarle chico, al igual que su ropa tras cada estirón de centímetros.

En el 2000 llegó la hora de probarse a sí mismo y partió para otro poderoso equipo, Atenas de Córdoba. En el suelo del fernet irrumpió con fuerza y se quedó con el premio al mejor de la Liga Nacional en su primera temporada en el conjunto para luego coronarse MVP de las finales en el título del Griego en la 2001/02, con Europa respirándole en la espalda.

Jabones Pardo Fuenlabrada fue quien puso el sello y el 16 de octubre de 2002, una vez conseguida la nacionalidad española, Herrmann se incorporó al equipo europeo.

Estaba en el mejor momento de su carrera. Nada podía salir mal. Pero la ley de Murphy apareció y todo lo malo se incrementaría en un par de atardeceres.

Había sido incluido en el Draft de la NBA en 2001 y a pesar de que no fue seleccionado en ese momento, los Blazers llegaron a otorgarle una invitación para una prueba, aunque ese es otro cuento.

Resulta que su contrato en España tenía una cláusula de rescisión de un millón de dólares, la cual rechazó ante la falta de una oferta firme y tras un consejo de su hermana de que se quede en Europa decidió hacerle caso y no arriesgarse.

 

Mientras jugaba en el Viejo Continente, en medio de todo eso, quiso tomarse una semana para volver al país a despejarse y porque extrañaba a sus seres queridos. Muchos de esos días (la mayoría) los pasó con su mejor amigo de toda la vida, pero al volver a Málaga se enteró de lo peor. Su compañero fiel se había suicidado…

“Tuve un palo fuerte en el 2002. Tenía a mi mejor amigo, estaba jugando en Córdoba y hago contrato con el Fuenlabrada que es un equipo que queda en Madrid, España. Estoy tres o cuatro meses, me extrañaba y quería volver. No deseaba seguir allá. Hablé con el presidente del club, coincidió una semana que no había Liga. El técnico me dice ´regresá a Argentina, cargá pilas y volvé'. Yo era la figura del conjuntoo. Era una cosa rara que a alguien que le vaya tan bien se quiera ir. Me dan una semana libre. Mi mejor amigo le pide al padre la semana libre para estar conmigo. Tenía 23 años. Estamos toda la semana de fiesta, para un lado, para el otro. Fuimos a Córdoba, hasta el último sábado que salimos de joda en Venado. El 24 de noviembre estuvimos juntos, todo bien, todo perfecto. Ese domingo lo dejo en la casa y me iba para Ezeiza. Cuando llego a España, yo en ese momento estaba de novio con una chica argentina que estaba viviendo allá. Arribo y la veo con una cara rarísima. Cuando la miro, digo ya está… Sebastián se peleó con el padre, pasó algo. 'Llamá' me dice. Me insistió tanto, se largó a llorar. Me comunico y se había suicidado. Pasó la semana conmigo… Era como mi hermano. La pasé muy mal en ese momento", explicó Walter en una nota en Telefé.

Pocos meses después fue citado para competir en el seleccionado argentino y lo que parecía un pozo terminó siendo un tornado.

18 de julio de 2003, una fecha que quizás Walter nunca olvide.

Un accidente puso fin a las vidas de su novia, la nadadora María Yanina Garrone, su mamá, María Christina Heinrich, y su hermana menor, Bárbara.

"Sabía que iban de visita a la casa de la familia de mi novia. Ese día me tomé una siesta y me levanté a las seis de la tarde y llamé a la casa de mi novia. Me enteré solo sobre mi novia. No supe sobre las demás. Se me hizo un nudo en la garganta y lo destruí todo en la habitación del hotel. "Llegué a Buenos Aires y me encontré con mi otra hermana, a eso de las dos de la madrugada. Tomé el carro y manejé 200 kilómetros hasta el pueblo donde vive la familia de mi novia. Me quedé dos horas en el velorio. Todo pasó muy rápidamente", recordó en una entrevista de la época para ESPN.

Volvió a España y cuando la mayoría se derrumbaría, él encontró una fuerza interior inverosímil y simplemente fue el mejor de todos. Esto le valió otra convocatoria al seleccionado nacional que buscaría la medalla en los Juegos Olímpicos de 2004.

18 de julio. No se olviden esa fecha.

Un año después de la tragedia de sus tres mujeres más queridas logró 37 puntos ante Brasil para que Argentina se quede con el Sudamericano y les propine su primera victoria a domicilio a los vecinos, algo que no pasaba desde 1935.

A pesar de que no había podido dormir la noche anterior, lo que pasó después ya sonaba a una broma de mal gusto. Al llegar al hotel luego del partido se enteró que su padre falleció de un paro cardíaco… “Fue fulminante. No sufrió", dijo Herrmann en ESPN.

Nadie pensaba que aceptaría la convocatoria para Atenas 2004, pero él solo quería mirar hacia adelante y dio el sí para la sorpresa de todos. En el olimpo del básquet fue clave en el juego ante Grecia y al final del certamen se colgó la de oro mirando al cielo para el agrado de quienes lo apoyaban desde arriba y lo acompañaba en cada paso hacia el éxito.

La NBA eventualmente volvió a golpear su puerta y en 2006, dos años después de aquella gesta, llegó a los Bobcats. Entre esa franquicia y Detroit transcurrió su etapa en Estados Unidos hasta 2009, pero nunca logró tener continuidad y regresó al Viejo Continente con celeridad.

Se fue, partió, se retiró, se ató los cordones de nuevo y hasta la 2018/19 jugó profesionalmente. Atenas fue su último adiós, aunque nunca se sabe cuándo otra vez aparecerá. El deseo de verlo una temporada más siempre está, pero solo él sabe si la utopía se destrozará.

La vida lo golpeó, pero nunca lo derrumbó. Siempre siguió y nunca se frenó. Lo malo, al fin, ya pasó. Cuando piensen en carse, recuerden a Walter. Jamás se rindan, jamás. 


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